Cap. 16

423 35 23
                                    

POV's Holmes
24 de Marzo, 4:22 pm.

—saben como los llama Moriarty?...— guardó silencio esperando nuestra respuesta.— el Virgen.— mencionó mirando a Sherlock.— y el hombre de hielo.— ahora hacia mí.—como sea, está es una lista de mis peticiones a cumplir para mi protección, Sr. Holmes, recuerde lo siguiente... fue todo un honor ser la mujer que puso de rodillas a la nación, una gran nación.—

Sobre la mesa me paso una hoja de papel, sin tomarla le di un vistazo.

—si le dijera que todo lo que hay ahí no causara un gran agujero en la economía de Londres estaría mintiendo.— agregó.
—pretende que cumpla sus caprichos?— pregunte con desdén.
—y por que no?, cumple los de una mujer más en el extranjero, o no es así? Como se llama? Kendra? Estoy segura de que no, como sea, esas cosas son errores y usted no se permitiría uno.—

Bien, tome la hoja de papel junto con un bolígrafo, su comentario no hizo más que ruido entre mis pensamientos pero ignore toda sensación y guarde la postura, estaba por hacer un movimiento para abrir el bolígrafo cuando Sherlock hablo.

—un error, eso es señorita Irene, acaba de decir que es un error, lástima que usted sí se permitió un error.— tomo el celular con cámara.— uno muy grande que fue sentir... por mí.— giro la pantalla dejandonos ver que estaba desbloqueado.
—así es, gracias a mi hermano tampoco cometere el error de acceder a estas peticiones, menos a su protección, quizá tenga más naciones que logré manipular, pero no la mía.—
—porfavor, sin su ayuda no sobrevivire ni 3 meses.— suplico Irene.
—no me importa... vamos, llevensela.—

POV's Lancasste
30 de Junio, 9:00 am.
Estaba en mi oficina, firmando papeles de demandas que logramos ganar a nuestro favor.
Sí, hace meses que todo había ido mejorando, después de esa mala racha que me duró unos 5 meses desde esa misión; deje de recordarla y literalmente bloquee ese recuerdo de mi mente, termine mis citas obligatorias con el psiquiatra y no volví ni por cuenta propia, Owen y yo vamos bien, solo diré que bien es todo, el trabajo es igual de constante, solo que no hemos tenido que limpiar desastres extranjeros, ah, y me mudé, pase de vivir en las líneas privadas residenciales de Soho Manhattan a vivir en la parte de Dumbo Brooklyn, está más cerca de mi trabajo, aunque el tráfico normal de New York es horrible, como sea, eso a pasado rápido.

—se puede?—
Mire quien se asomaba por la puerta.— por supuesto, toma asiento Daniel.— señale los asientos frente mío.
—que amable gracias.—
—es poco usual tenerte aquí, más en mi oficina cuando siempre vienes a ver a Hunt, que haces aquí?— le pregunté sin quitar la vista de mis papeles.
—oh, olvide que aquí sigue siendo tu jefe, y vine a tomar una taza de café contigo, no puedo?—
—pues pon la cafetería, y sobre lo de "sigue siendo tu jefe aquí" te refieres a que él me manda?— lo mire despectiva.
—eh... no, nada de eso pero como sea, mejor vamos por ese café afuera.—

Salimos a una cafetería cercana, él pidió un Café tonic, yo un té verde con menta, ambos unas donas.
Estábamos hablando de que finalizó todos los trámites de divorcio y como la estaba pasando.

—creo que es mucho melancólismo y drama para mí.— dijo girando los ojos.
—eres un insensible y por eso se divorció de ti, por cierto... no he sabido nada de ella, antes de que me digas que te traicionó queriendo más a ella déjame decirte que era mi única amiga, mi trabajo no me permite un círculo social, a ella la tenía gracias a ti, quisiera saber cómo está.—
Me miró raro.—eres más mi amiga, ella simplemente se quiere alejar de todo lo que me rodea, entiende.— dijo más para callarme que explicarme.— mejor hablemos de tu nueva vida que aún tiene mucho de darte.— cambio radicalmente de actitud.

POV's Lancasste
13 de Julio, 11:21 pm.
Era una buena fiesta, Owen decidió que íbamos a ir a un bar para pasar el día de brujas de forma divertida, y sí, comenzamos en un bar pero ahora estamos bailando en un club nocturno de Manhattan.
Perdí de vista a Owen cuando fue por unos tragos, bailar sola no era el problema, pero ya se había demorado mucho, ese era el problema, me salí de la pista hasta la barra, no lo veía por ningún lado así que me senté a esperar.
Mientras lo hacía pedí una botella de agua mineral, no quería embrigarme; mientras esperaba y seguía atenta a ver a mi pareja, a los 5 minutos recibí una llamada del trabajo, atendi alejandome del ruido.

Protección a testigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora