Protección a testigos

Cap. 37

POV's Holmes
17 de Diciembre, 8:08 pm.
Estaba abordando mi auto, listo para irme a casa.
Al hacerlo, el chofer condujo, apenas empezó el recorrido, fije la mirada a mi izquierda.
Me encontré con el periódico que cada mañana me es entregado, lo tome vacilante pensando en Kendra, ¿Cómo algo tan simple me recuerda a ella?
Y luego recordé lo que Sherlock y Smallwood mencionaron "ella está casada", "déjala", podrían tener razón pero..., cuando estás por casarte eres feliz, ¿Ella es feliz?
Realmente espero que sí, pero en vez de esperar quisiera saberlo de antemano.

Cerré los ojos con esa presión en el pecho.

Ahora entendía algunas de esas películas en rollos que coleccionaba, entendía la impotencia sentimental al querer algo que no es posible, y quisiera entender sus acciones al forzar que sea para ellos, porque por mucho que yo ame a Kendra, no la confundiría para que me considere en su vida a cambio de su prometido.
Lastimosamente, eso incluye dejarla.

POV's Lancasste
17 de Diciembre, 2:10 pm.
Luego de que Owen se enterara que Ana estaba en la ciudad, nos hizo venir a las afueras de New York a pasar el día.
Ni siquiera entendía por que lo hizo, pero me encantaba, salir de la rutina con Owen era un regalo del cielo, metafóricamente, ya que durante toda la vida que lo conozco, hemos visitado los 10 mismos restaurantes.

—y que tal te ha ido?— Owen inicio sobre mesa.
—bastante bien, estoy como titular de una clínica en Austria.—

En cuanto menciono el lugar, me atragante con la bebida.

—perdonen.— disimule, pero Owen sabía porque paso.
—bien por ti Ana, cambiemos de tema...—

Ellos siguieron la platica, de vez en vez daba un comentario pero me mantenía al margen.
Pensé que Ana estaba en Australia, no Austria.
Tenía miedo, era un pánico inconsciente, pero escuchar el lugar, ya me hacía temblar, y más porque mi amiga trabaja en ese lugar, sentía que ella corría riesgo, sentía que Moriarty seguía ahí.

...
Habíamos terminado de comer hace 10 minutos, ahora estábamos caminando mientras charlábamos los tres sobre cómo nos conocimos, recordábamos momentos amenos, en todo el día, ese momento fue el único donde me desconecte y recordé algo feliz.
Pero no lo estaba.
Unos pasos más y mi celular sonó.

—eh..., es el sastre, sigan, ahora los alcanzó.— dije dando unos pasos atrás.

Mire la pantalla, aún no lo tenía registrado pero la marcación de Londres que aparecía, era única de él.

—Mycroft, buenas noches.— Salude.
—buenas tardes Lancasste, habla Sherlock.—

POV's Owen
Dejamos unos pasos atrás a Kendra.
Yo seguía hablando sobre una anécdota pero Ana me interrumpió.

—Kendra esta muy atrás de nosotros, dejemos de fingir hablando de anécdotas querido.—
—bueno, entonces...?—
—hable con ella está mañana, y no entiendo tu preocupación, ella está más que enamorada, hablo maravillas de ti y no cabe duda de que te ama.—

Me mordió el labio, gire a ver a Kendra y regrese a mi conversación.

—así que no veo porque me pediste venir a verla y saber si te ama o no.—

Me aclare la garganta.

—te pedí que vinieras para que pasarás tiempo con ella, pero no como amiga, quiero que la analices, esta rara conmigo, por eso mismo te pedí que confirmadas que me ama.— guarde silencio pero ella igual.— Ana, Kendra esta rara, notaste que quiere comer más?, esta engordando, no se si son nervios o que se yo, esta irritable, se descuida, viste mal, sentí que estaba deprimida pero no, si me ama no puede estar triste y sentir amor por alguien, es ilógico.— expliqué.
—Owen, empecemos por que yo no soy esa clase de doctor, yo soy diagnosta en enfermedades físicas no mentales, segundo, quizá está nerviosa por la boda, y tercero, no tienes que dudar de que ella no te ama, hoy al principio estaba dudativa, eligiendo que decir de ti pero luego las palabras y sentimientos fluyeron, le brillaban los ojos y su sonrisa era enorme, la tienes cautivada y hasta yo le tengo envidia, te describió como un caballero de novela.— afirmo.
—que más da, solo..., no quiero que algo piense de más y decida no hacer la boda.— acepte.
—ella sólo te tiene a ti y a mi, a Daniel igual pero él te apoya, así que no creo que tenga de quien sacar ideas malas para no casarse.—