Capítulo VI

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-¿Tu novio? -Harry lo dijo como si no estuviera seguro de lo que había oído y sin apartar la mirada de la foto.

La encantadora dulzura que había existido entre ellos desapareció en cuanto Harry encendió la luz. _____ se cubrió con la colcha en cuanto se rompió ese encanto.

-¿Has estado prometida? -continuó él- ¿Cuándo?

-Antes de venirme a vivir aquí.- Harry se levantó y volvió a colocar en su sitio la foto. Se pasó la mano por el pelo con un gesto violento y ella le miró como desamparada. Tenía la camisa todavía abierta y en la boca el sabor de los besos que se habían estado dando anteriormente. En la mirada, todavía le quedaban rastros de la frustrada pasión que les había embargado.

-¿Por qué no me has hablado de él? Me habías dicho que nunca habías estado con un hombre...

-Harry, entonces tenía dieciocho años -le dijo ella suspirando y cubriéndose el rostro con las manos-. Ahora él está muerto.

Eso pareció impresionarle. Ya se había levantado, pero volvió a sentarse en la cama. -¿Muerto?

-Se mató en un accidente de aviación. Iba a Washington a una convención de banqueros y se estrelló con su avioneta contra la ladera de una colina.

Él la cogió de la mano. -Lo siento.

Ella asintió con la cabeza. -Tenía veintitrés años y yo le amaba con todo mi corazón. La mirada de _____ pasó de Harry a la fotografía. En ese momento, Ben le pareció muy joven. -Provenía de una antigua familia de Charleston, amiga de la mía. Era un chico brillante, culto y podría haber conseguido la luna si se lo hubiera propuesto. Casi no me lo pude creer cuando me pidió que me casara con él. Al fin y al cabo, yo no era su tipo habitual de chica. Era tímida y tranquila, mientras que él era tan extrovertido...

Se encogió de hombros y la colcha resbaló un poco, dejando ver una parte de su anatomía. La mirada de Harry siguió a la colcha en su desliz y su rostro se puso rígido cuando vislumbró las suaves curvas que se adivinaban.

-Cuando él murió estuve a punto de volverme loca. Mi tío tenía entonces esta finca y el rancho y pensaba revenderlo. Pero cuando vio lo que me estaba pasando, hizo que nos mudáramos aquí. Creo que eso me salvó. No podía dejar de pensar en la forma en que había muerto Ben. Eso me estaba matando.

Él volvió a mirar a _____ a los ojos. -Así que es por eso por lo que no salías con nadie– dijo de repente.

-Por supuesto -le contestó mirando la fotografía-. Le quería mucho. Tenía miedo de intentarlo otra vez, de arriesgarme a amar a cualquier otro. A lo largo de estos años he salido con alguno de mis clientes... Pero la mayoría de los hombres no os conformáis simplemente con la compañía y, cuando me di cuenta de eso, dejé de salir.

-Ahora, todo tiene sentido -murmuró él.

-¿Qué?

-La forma en que te has comportado conmigo -le contestó él tranquilamente--. Como si estuvieras muerta de hambre por un poco de amor.

-¡No!

-¿Ah, no? -Él se acercó y apartó la colcha, dejando que cayera sobre la cintura de _____. Observó detalladamente sus bien formados pechos, coronados por unos endurecidos pezones con una expresión que a ella le encantó.

-¿Ves? -continuó Harry-. Te gusta que te mire.

Sí que le gustaba. Las manos le temblaron cuando volvió a colocar la colcha en su sitio, tenía la cara roja y una expresión de furia en la mirada. -¡No!

-Niégalo todo lo que quieras, pero habrías caído si no llego a dar la luz. ¡Tú me deseas, maldita sea!

_____ cerró los ojos y las manos volvieron a temblarle. No podía responderle porque tenía razón y los dos lo sabían.

Just the way you are. °HS°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora