Capítulo 3

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Desperté por unos ruidos ensordecedores. Traté de tapar mis oídos con las cobijas del sofá, pero los ruidos seguían sin cesar. Abrí mis ojos, la oscuridad reinaba en la sala y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Mi alma casi sale corriendo al escuchar el timbre de la puerta delantera. Mis piernas temblaron y una gota de sudor cayó por mi cara, la cuál sequé con mi brazo. Caminé hacia la puerta y la abrí lentamente, sacando mi cabeza para observar a la persona que llamaba a estas horas de la noche. Abrí mis ojos soprendida al ver que que nada estaba allí afuera. Yo no estaba loca, yo sabía que habían tocado la puerta. Cerré lentamente con mis manos temblorosas.

¿Dónde está Broke?

Al darme media vuelta, pude observar como un cuerpo se hallaba sobre la pared. Parecía un cuerpo masculino; su pierna derecha estaba inclinada, mientras la otra se encontraba estirada hacia el suelo. Solté un grito ahogado al poder notar que llevaba algo filoso entre sus manos.

Una risa se escuchó en la sala causándome dolor de cabeza.

-¿Tú eres la pequeña América? -si no fuera por su arma letal que contenía ahora, me hubiera abalanzado sobre él por haberme llamado por mi nombre completo.

-¿Q-quién éres? -tartamudeé, sintiendo un calor extremo.

De nuevo la risa masculina llenó el lugar.

-¿Qué acaso Bradley no te ha hablado de mí? -se enderezó a su postura y caminó lentamente hacia mí.

-¿B-Bradley? -enarqué una ceja; mi mirada yacía en su cuchillo todavía- ¿Qué tiene él contigo? -levanté mi mirada a lo que se suponía que era su cabeza.

-Oh querida, eres muy inocente. -aunque no pudiera verlo, sabía que se había sentado en el sofá- Él y yo somos muy amigos. -rió malévolamente.

-No sé de que hablas -tragué saliva-, pero quiero que te vayas de mi casa.

Su presencia me hacía temblar, quería que se esfumara en este mismo momento de mi casa.

-Oh -sonó desilucionado, pero sabía que era fingido-, eres malvada con los invitados.

-¡Tú no eres un invitado, eres un impostor! -grité tratando de tomar el teléfono para llamar a la policía, pero no se hallaba allí.

¿Dónde mierda se había metido?

-¿Búscas esto, linda? -un teléfono llegó a mis pies. Desde aquí podía notar que estaba echo trizas.

-No te preocupes América, me iré en este momento. -sentí cómo el sofá crujía- Sólo recuerda éste nombre: Rufford. -su voz resonó cerca de mi oído, haciéndome gemir inesperadamente de dolor.

Su aliento ardía y mi cabeza dolía desesperadamente.

-¡América! ¡Despierta! -los brazos de Broke me mecían a todos lados.

¿Acaso todo era un sueño?

Al abrir mis ojos, mi hermano suspiró aliviado.

-Creí que habías muerto, idiota. -se removió su cabello rubio.

Rodé los ojos. Tendría que hablar con Bradley aunque odiara hacerlo.

-¿Dónde has estado? -pregunté resfregándome los ojos.

Él se ahogó con su propia saliva.

-No tienes que saber todo de mí. -gruñí.

-Díme, Broke. -traté de no apretujar mis manos.

Él nunca me contaba lo que hacía a cada rato, mientras que yo sí.

-Cállate, no te diré y ya. -ahora sí me había enfurecido.

Around [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora