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Jimin al día siguiente se levantó más tarde de lo normal debido al llanto y supuso que también tenía algo que ver su repentino embarazo, puesto que sus horarios se habían desacomodado y no lograba entender la razón hasta hace poco.

Era sábado, a pesar de ser un día de descanso lamentablemente los de su grado tenían clases vespertinas de idiomas los sábados pero aún así le daba tiempo para hacer más actividades antes.

Mientras estaba de camino a la repostería se adentró en sus propios pensamientos y no pudo evitar retomar el tema que tanto lo estaba atormentando. No estaba listo para verle la cara a Jungkook después de su descubrimiento, claro que no y tampoco tenía planeado decirle nada en un futuro cercano, para él la mejor opción era que se diera cuenta por si solo.

Cuando el menor finalmente se posó fuera del lugar suspiró y cerró sus ojos con fuerza, pues no pretendía hacer un escenario. Se adentró y enseguida reconoció esa cabellera lacia castaña. Se acercó a pasos lentos llamando la atención de Seokjin mientras se acercaba, haciendo que bajara con tranquilidad la taza de café que yacía sobre sus labios.

El rubio se sentó delante del mayor muy ansioso, pues no sabía cómo reaccionaría su amigo ante la confesión, temía recibir algún regaño o algo que lo haga deprimir aún más, aunque siendo honestos realmente confiaba en él.

Seokjin tenía dieciséis años cuando quedó en espera y a sus actuales dieciochos era feliz junto a su cachorro de un año de edad. A pesar de que él y el padre biológico de su bebé no seguían juntos, ambos mantenían una buena relación de amistad para darle un mejor futuro a su hijo Aquel hecho no le impidió seguir adelante, ya que tanto sus padres como el padre biológico de su hijo se hicieron cargo y le fueron de gran ayuda para proseguir con sus estudios y aunque lo deseara, no le daba tiempo para más cosas que no sean la escuela, ya que una cruel realidad de la maternidad era que apenas y sobraba tiempo para si mismos.

El menor al conocer la historia de Seokjin no podía sentir nada más que envidia, puesto que siendo realistas había sido muy afortunado al contar con un gran apoyo a su al rededor. Realmente deseaba correr con la misma suerte.

—Hola, Jiminnie. — Saludó con amabilidad. Al prestarle más atención al rostro de su amigo notó que se veía demasiado acabado y deprimido.— Dios mío ¿Te encuentras bien?

El mencionado negó y tragó saliva con nerviosismo.

—Seokjinnie, perdón por no confesártelo en la llamada.— Se disculpó.— Pero la realidad es que te llamé para desahogarme contigo, creo que eres el indicado para aconsejarme.— Confesó

—Siempre soy el indicado para todo.— Bromeó recibiendo una sonrisa tímida como respuesta.

—Con esto me di cuenta que realmente lo eres.—Fingió una sonrisa.—Yo... No logro entender como fue que pudiste seguir adelante en cuanto te enteraste que tendrías un hijo a los dieciséis.

Seokjin hizo una expresión de sorpresa, pues se esperaba de todo menos ese tema que no era para nada usual viniendo del menor.

—Siéndote honesto ni si quiera yo se como pude sobrellevarlo. —Confesó. — Supongo que solo agarré el coraje suficiente pero... ¿que tiene que ver eso contigo?

—Es que- — Mordió su labio inferior interrumpiéndose a sí mismo. Sentía que las ganas de llorar volvían a invadirlo pero no quería armar un teatro enfrente del resto. —Creo que ahora tengo un problema como el tuyo pero no se porque si creí que lo estaba haciendo bien... Es decir... Realmente no se que hice mal... Yo- — Dejo de hablar de inmediato y se posó cabizbajo en cuanto sintió una lágrima pasear por su mejilla.

Fue incapaz de decir una sola palabra más, en cambio solo le limitó a limpiar sus lágrimas con sus manos. Sabía que no era necesario decir algo ya que estaba seguro de que Seokjin había entendido todo. Mientras tanto el castaño abrió los ojos a más no poder ¿Jimin? Uno de los omegas más deseados de la escuela ¿embarazado? Era simplemente increíble e irónico.

Problema adolescente 🧸 ¡KOOKMIN!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora