Final (+18)

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Giorno reaccionó al cabo de unos segundos y salió corriendo a por mista, pero por el camino se encontró a Amber, la cual paró a Gio.

-heyyy a dónde vas tan rapido, rubito?

Giorno intentó esquivarla, pero ella se puso delante de él.

-oye, quería pedirte un favor, sabes? No seas maleducado y al menos responde, joder.

-tengo prisa, luego me lo dirás...

-no no no, que se que no vas a volver a venir aquí, amigo. Escucha, voy a ser directa, vale? A mi me gusta Guido.

Giorno, el cual estaba preocupado en un primer momento, se lleno de rabia por dentro. Como que le gustaba mista???

-y pues el favor que te quería pedir era que me dieras su número o dirección, pues se mudó y se cambió el teléfono y no sé- Giorno la ignoró y siguió caminando, además, no le daría información ni de coña.
Amber, enfadada, lo cogió de la mano, evitando que se fuera.

-serás malcriado?! Que tus padres no te enseñaron a contestar o que?! Como te atreves a ignorarme, a MI, HIJO DE-

-GOLD EXPERIENCE!- el stand de Giorno salió pegándole un puñetazo en el brazo a la chica, la cual retrocedió cayéndose al suelo, asustada y sin saber que coño había pasado.
Giorno solo la miró desde arriba de su hombro, para acto seguido, salir por la puerta. Vaya pesada, la chavala.






Las calles estaban vacías, y no había ni rastro de Mista.
Solo quedaba un lugar por revisar antes de ir a ver si estaba en casa de nuevo.
Se dirigió a un recinto lleno de plantas. Todos los arboles eran altos y formaban una cúpula de hojas verdes, iluminadas por la luna llena. Al centro, había un lago con nenúfares y flores. También habían ranas y grillos haciendo un sonido relajante que te alejaba del mundo exterior. Este lugar estaba protegido por Passione, por tanto nadie podía entrar ahí mas que ellos.
Sentado en el césped se encontraba su enamorado, lavándose la cara con el frío agua para despertarse.
El rubio se acercó lentamente y se sentó con él, el cual solo escondió su cabeza entre sus piernas, avergonzado.

-Mista, no tienes de qué avergonzarte...

-si, Gio, si lo tengo. Lo siento mucho, yo de verdad que-

Giorno cogió sus mejillas y lo besó. Mista se quedó sorprendido, pero al cabo de unos segundos, cerró sus ojos y se dejó llevar.

Las manos de Guido tomaron un poco más de libertad y agarraron al rubio de la cintura, el cual, lo entendió como un permiso para ir más lejos; empezó a bajar sus manos por el cuello y abdomen del mayor.
Guido fue el primero en quitarse la camiseta, para acto seguido ayudar a Giorno a hacer lo mismo. Los dos, solos en un espacio tan relajante, con el sonido de la naturaleza de fondo... no podía ser más perfecto.

Mista estaba encima de Giorno, sin dejar de besarlo y con una mano dirigiéndose al trasero de este.
El menor no opuso resistencia, el también deseaba algo así desde hacía tiempo.
Un dedo fue introducido, seguido por un par de gemidos del rubio.
Al rato, Mista introdujo el segundo y tercer dedo. Los dos sentían un cosquilleo en su estómago, tan impacientes por sentirse el uno al otro e incapaces de pensar en otra cosa que no fuera este momento.
Giorno sacó su cartera de mariquitas y cogió un preservativo.

-desde cuando tienes eso ahí?- preguntó mista.

-desde ayer. Trish me los dio.

-le debo una.

Mista lo cogió, lo abrió y se lo puso correctamente, mientras Giorno lo miraba con atención.
Se posicionaron cómodamente y entrelazaron sus dedos. Los dos habían soñado con esto.
El moreno fue entrando poco a poco, pues no quería hacerle daño a su chico. Giorno buscó la boca de Mista para besarlo y relajarse.
Cuando Giorno empezó a moverse contra el cuerpo de mista, este entendió que ya estaba listo, y comenzó a realizar un vaivén lento.
Poco a poco, suspiros y gemidos salían de las bocas de los dos chicos.
Conforme el movimiento se hacía más rápido, más bien se sentía. El dolor había desaparecido, solo quedaba el placer.

Mista agarró a Giorno de la espalda y lo levantó, haciendo que quedara sentado sobre su miembro, el cual ya estaba del todo dentro del rubio.

-Gio...

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Giorno al escuchar ese apodo. Por dios, iba a explotar.
Corrientes eléctricas recorrían sus cuerpos haciendo que los dos se corrieran juntos.

Reposaron sus cuerpos el uno al lado del otro, recuperando el aliento.

Mista acarició la mejilla de Giorno.

-te quiero- le dijo.

El rubio sonrió lleno de amor.

-te amo.

















Que bien verdad? La vida solo va bien en los fanfics bro, la realidad es más dura. Te lo digo yo que mañana tengo dos exámenes de recuperación.

Buenooo que espero que os haya gustado y lo hayáis disfrutado, que aquí somos todos un poco guarros.
Si te ha gustado, no me seas rata bípeda y vótame la historia, que no cuesta nada.

Yyyy hasta la próximaaaa

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⏰ Última actualización: Jun 25, 2020 ⏰

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