Capítulo 5: Descubrimientos

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Madison Lawrence

Me encontraba admirando la tarántula gafas como la había llamado yo. Desde que la vi se había convertido en una de mis tarántulas preferidas.

La gente solía llamarme rara por el simple hecho de tener una colección de tarántulas. En realidad nunca me afectaba, a mis padres nunca les afectó, no les afectó hasta que...

- Disculpe señorita, pero hay una chica afuera que dice ser su amiga- dijo la ama de llaves, Laurel.

- ¿Es rubia?- dije, si no era ella no se quien mas podría ser.

- Si, es muy rubia -dijo- señorita quiero asegurarme de que usted no le hara nada...-se aclaro la garganta, mirandome con miedo-

- Cierra la boca Laurel, ni te atrevas a mencionar nada de lo que pasó -si llega a decir algo, estaría realmente jodida- si aún te mantienes con vida es por que mi padre lo quiso, pero solo recuerda no hablar mucho.

- Si señorita, enseguida le digo que pase- dijo agachando la mirada.

Después de unos minutos la rubia ya estaba parada en la puerta, examinando cada rincón de mi cuarto. Observaba todo con los ojos muy abiertos.

- Madison- Habló.

- Dime rubia

- Tienes..una colección de tarántulas y ratas disecadas- me miró tragando saliva.

- ¿Qué no te gustan?-

- Si..si, osea digo es un poco ¿extraño?- se había puesto un poco sudorosa.

- ¿Tienes calor? Podemos poner el aire acondicionado- no quería que mi primera amiga se sintiera incómoda.

- Estoy bien, no te preocupes- me regalo una pequeña sonrisa.

Hasta que ella gritó realmente gritó, se puso demasiado pálida más pálida de lo que ella era. Incluso se subió en una de las sillas de mi escritorio.

-Eso que tienes en el hombro es una tarántula...-dijo temblando.

- Si ¿te gusta? Le puse un apodo en honor a ti, gafas- dije mientras le regalaba una sonrisa.

Poco a poco se fue bajando de la silla, muy despacio se acercó a mí para examinar a la tarántula de cerca. Hace un rato estaba gritando y ahora examina a gafas, esta chica es rara....

- Debo confesar de que no me gustan para nada los insectos, o cualquier bicho.... pero estás sonriendo y me gusta-

Nunca nadie antes me había dicho que le gustaba mi sonrisa, y a ella no le importaba el hecho de que tenía una tarántula en el hombro, solamente lo hizo.

Ella me abrazó, por segunda vez.

Le regale una pequeña sonrisa y le dije.

- Bien ahora, que te ha gustado mi colección vamos, que tenemos que hacer el trabajo -dije mientras la jalaba de la mano hacía el pasillo-

Nos dirigimos hacía el cuarto de las computadoras, ese cuarto siempre estaba desocupado, bueno cualquier cuarto de esta casa siempre estaba desocupado.

Pasamos por la cocina y pude ver a Laurel observando a mi padre tomando agua. Si mi padre la había dejado vivir fue por una razón en específico, y quería saberlo.

Seguí arrastrando a la rubia, hasta el cuarto una vez llegamos ella se quedo explorando el cuarto con la mirada.

- Bien...¿Qué hacemos aquí?- preguntó.

- Quiero intentar hackear el sistema del colegio, o al menos el ordenador del director- quería saber que escondía el director, todos escondemos algo incluso el.

- ¿Alguna razón en específico?- preguntó.

- En realidad si la hay- digo, mientras prendo una de las PC

- El te miraba muy raro....

- ¿Quién te miraba raro linda?- dice una voz a mis espaldas

Mierda mi padre.

Y ahí estaba parado con su perfecto traje color vino tinto, y un peinado bien hecho. Devorando a la rubia con la mirada, cuando era pequeña empecé una lista de las muejeres con las que mi padre se acostaba, la empecé desde que lo vi follando con mi maestra de 2° Grado. Realmente fue traumante, al final acabé perdiendo la cuenta.

- Nada papá, nada- dije mientras el seguía viendo a la rubia.

- Se..ñor soy.. Sophie- le dijo titubeando.

- Vaya.. mi hija nunca me contó que tenía amigas tan lindas- dijo repasandola con la mirada.

- Padre ¿podrías retirarte? Y por favor si quieres tirarte a alguien, que no sea a la rubia ¿sí?- comente rodando los ojos.

Lo último que quería, es que tuvieran un lío

- Emm Madison -se aclaro la garganta- soy lesbiana.

- Y yo que pense que te iba el profesor de Historia- dije riendome.

Ella solo bajo la mirada con un ligero rubor en las mejillas, vamos ella no tenía por que sentirse avergonzada por ello. A la gente no tenía porque importarle sus gustos, ella era libre de amar a quien sea.

- Yo digo.. ¿aún quieres ser mi amiga?-

- ¿Por qué dejaría de serlo?- preguntó.

- No tengo una buena relación con mis padres debido a eso- admite avergonzada.

- En que epoca se quedaron tus padres- ella, solo se encogió de hombros.

- Dicen que no es normal -admite- pero están yendo a terapia.

- Ohh...Bueno aún quiero ser tu amiga, y espero que algún día encuentres tu princesa, y también que tus padres lo acepten.

- Gracias -dijo,mirándome con un ligero rubor- pero vamos a ver que esconde el director, muero de curiosidad.

Nos acercamos a unas de las PC, y resulta que la rubia es una hacker me ha sorprendido. Ella se va metiendo en el ordenador del director mientras me cuenta que se volvió hacker gracias a su madre, cuando esta la había pagado un curso de informática, para que entrara al ordenador de su padre y ver si tenía una amante.

Veamos el lado positivo gracias a ello, la rubia se intereso en las computadoras.

Y gracias al señor pudimos entrar al ordenador del director, lo primero que hicimos fue meternos en unos de los archivos que tenía como nombre ellas <que original había sido> lo primero que habían eran fotos de mujeres, tres en total. Las tres eran pelinegras con los ojos muy verdes, sus vestidos consistían en un color blanco con rojo, y todas tenían el pelo perfectamente recogido, todas eran iguales.....

Pero lo más inquietante era que se parecían demasiado a mi madre, joder eran idénticas. Abajo de la imagen había un nombre.

Jennifer, el nombre de mi madre...

Jodida mierda.

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