CAPÍTULO II: Primer día

45 4 0
                                    

Sigo caminando lentamente mientras analizo a Castiel de la manera más disimulada posible. Y es ahí cuando esa sensación vuelve, esa que siempre está presente cuando veo a Castiel, cuando hablo de él... Y es ahí cuando descubro que no es una sensación de furia o algo por el estilo. Ahora mismo, es una de celos por esa chica. Al pensarlo, aparto rápidamente la mirada y acelero el paso para llegar lo antes posible a casa. Solo espero haber sido disimulada y que Castiel no me haya visto. Poco después, llego a casa. La escena del pelirrojo besando a la chica sigue dando vueltas en mi cabeza en bucle. Salgo de mis pensamientos lo antes posible y voy a la cocina, donde esta mi madre:
- Ya estoy aquí, mamá. Voy a ponerme el pijama y te ayudo a hacer la cena. - Le digo.
- Vale. - Voy a mi habitación y me pongo el pijama. Después ayudo a mi madre a terminar de hacer la cena y empezamos a cenar poco después:
- ¿Qué tal con Ámber? - Pregunta mi madre.
- Muy bien, hemos ido a una cafetería que estaba por el centro y hemos estado hablando... - Hago una pausa, no sé si contarle a mi madre lo de Castiel o no. Mi madre nota que estoy perdida en mis pensamientos.
- Danna, ¿hay algo que quieras contarme? - Suspiro.
- Mamá, cuando me he despedido de Ámber y venía para acá, he visto a Castiel... - Digo cabizbaja. Mi madre sabe que estuve con Castiel en una relación durante 2 años, para mi, los mejores de mi vida, por lo menos el primer año. En el segundo fue cuando las cosas se empezaron a torcer.
- ¿Cuando ha vuelto Castiel a la ciudad? ¿Estas segura de que era él, Danna?
- Sí, mamá, era él. Y no sé cuándo ha vuelto... Ojalá y no haberlo visto, ojalá y que no hubiera vuelto...
- Danna, no digas eso... Han pasado 3 años, tal vez ha cambiado...
- ¿Cambiar? Él no cambia, es Castiel. - Hago una pausa. - Bueno sí, si ha cambiado, pero para peor.
- ¿Por qué dices eso?
- Estaba besándose con una chica, y dudo mucho que fuera su novia. Porque los miembros de crownstorm tienen prohibido tener relaciones. Como me dijo a mi en su día...
- Lo sigues queriendo. - Afirmó mi madre. Levanto la mirada hacia ella.
- ¿¡Por qué todo el mundo me dice lo mismo!? No, no lo quiero, mamá. Y jamás volveré a quererlo. Se fue de mi vida en el momento en el que más lo necesitaba y me hizo daño. ¿Y voy a volver a quererlo? ¡Ni loca! - No ha salido ni una palabra más, ni de la boca de mi madre, ni de la mía. Cuando hemos terminado de cenar le he ayudado a recoger y he ido al baño a asearme. Después he ido a mi habitación y he estado un rato con el móvil. A las 23:30 me he ido a dormir ya que mañana es el primer día de clases.

Apago la tercera y última alarma, son las 7:05, no he dormido nada esta noche. Tal vez sea por los nervios del primer día. Me levanto de la cama y me preparo para clases. Me pongo la chupa de cuero negra ya que hace un poco de frío y salgo de casa dirección a la universidad. Me da muchísima pena que Ámber y yo estemos en diferentes carreras. Ella está en la de modelaje y yo en la de musicología. Tras 10 minutos caminando, llego a la universidad y me dirijo a mi facultad. La cual, está abarrotada de estudiantes, como de costumbre. Entro a mi clase. El aula es la misma que la del año anterior. Me siento al fondo y empiezo a analizar a la gente que entra por la puerta para ver si conozco a alguien. Reconozco a varios alumnos, han ido años anteriores a mi clase. Finalmente, entra el profesor y empieza a hablarnos sobre el curso, nos da el horario... Su explicación es interrumpida, ya que alguien ha tocado a la puerta, esta se abre. No es nada más y nada menos que Castiel. Genial, la persona a la que menos ganas tenía de ver va a mi clase:
- Buenos días profesor, siento el retraso. -Dice Castiel a modo de disculpa.
- No pasa nada, siéntate. - Mi mirada recorre el aula en busca de asientos libres, al igual que la de Castiel. Me doy cuenta de que el único asiento libre que hay, es el que hay a mi lado. Genial, voy a ser compañera de mesa de mi ex. Castiel identifica el sitio y se acerca para sentarse. Yo aparto la mirada y empiezo a escribir en mi libreta. Noto la mirada de Castiel clavada en mi:
- ¿Danna? - Pregunta Castiel. Bien, lo que yo quería, que me hablara.
- Sí. - Digo cortante. Castiel suelta una leve carcajada.
- Te recordaba más agradable. - Suspiro sonoramente al escuchar su comentario mientras ruedo los ojos.
- No voy a decir nada... - Contesto mientras sigo escribiendo en mi libreta.
- Borde y seca... Wow, si que has cambiado, ¿no? - Dice Castiel en tono burlón. Yo alzo la mirada hacia él, de una vez por todas.
- Mis razones tendré para ser así, al menos contigo, ¿no crees?
- Ah genial, sigues enfadada por lo que pasó hace años. Yo creo que sigues enfadada conmigo porque sigues enamorada de mi como el primer día.
- Mira, cariño, lo único que siento por ti es pena y desprecio. Amor ya te digo yo a ti que no. - Digo elevando un poco el tono de voz. Castiel se ríe
- Ay Danna... - dice suspirando. - Para empezar, eso no te lo crees ni tú y segunda y última cosa. Poniéndonos en la situación de que tú lo único que sientes por mi es "pena y desprecio"... - Dice tratando de imitar mi voz y se acerca a mi oído. - Poco te va a durar eso porque vas a caer rendida a mis pies de nuevo. - Dice susurrando sobre mi oído, lo cual me provoca un pequeño escalofrío. Después lo aparto.
- No, eso no va a pasar.
- Eso decías en el instituto... Y caíste rendida a mis pies.
- ¡Déjame en paz! - Digo elevando más el tono de voz.
- Señor Leunam, señorita Smith; pediría por favor un poco de silencio. - Interrumpe el profesor.
- Disculpe señor, no volverá a ocurrir. - Digo y miro a Castiel.
- No volverá a ocurrir por ahora. - susurra Castiel.
- Sin el "por ahora", no pienso hablarte. - Digo cortante y atiendo a la explicación del profesor. A partir de ahí, la clase se ha desarrollado sin dificultades. Castiel y yo no hemos intercambiado ni una sola palabra más en lo que quedaba de clase, solo me miraba de vez en cuando. La clase ha llegado a su fin, he recogido mis cosas y he salido lo antes posible del aula. Salgo del edificio y empiezo a caminar dirección a mi casa mientras escucho música con los auriculares. De repente, veo a Castiel por el rabillo del ojo, este se ha puesto a mi lado y va caminando conmigo. Me quito los auriculares y los guardo mientras suspiro. Miro a Castiel con cara de desprecio:
- ¿Acaso no te ha quedado claro lo que te he dicho en clase?
- Pues parece ser que no. - Dice sonriendo de lado.
- Aggh, no te soporto en serio. - Acelero el paso pero Castiel me alcanza y me agarra de la muñeca. Inmediatamente me giro hacia él y me libro de su agarre.
- ¡No me toques! ¡Déjame en paz, joder!
- Me da igual lo que digas porque soy un caballero y voy a acompañar a la princesa a su hogar, así me quedo con la dirección para cuando tenga que volver. - Me guiña un ojo.
- La princesa puede y va a ir sola a su hogar. Así que puede irse, caballero. E ignoraré el comentario final.
- No, que va. Va a ir conmigo, es decir, con su caballero. - Sonríe y me da la mano, yo intento soltarla pero no lo consigo ya que tiene más fuerza que yo.
- No intentes salir corriendo ya que no te sirve de nada porque te voy a acabar encontrando. - Comenta Castiel, yo lo miro con cara de desagrado pero decido no comentar nada, ya que creo que es la mejor opción. Tras 5 o 10 minutos, llegamos finalmente a mi casa, hemos estado todo lo que quedaba de camino sin hablar, Castiel ha seguido agarrándome la mano y yo intentando librarme del agarre, sin éxito, por supuesto:
- ¿Es aquí? - Pregunta Castiel.
- Sí
- Genial, me pilla cerca de mi apartamento, vendré pronto a hacerte una visita inesperada. - Ruedo los ojos al escuchar su comentario y me suelto  por fin de su grande mano. Me dirijo a la puerta y saco las llaves para abrirla:
- ¿No me vas a dar un beso de despedida, princesa? - Dice Castiel con una sonrisa ladina. Me giro hacia él y me acerco a él, me pongo de puntillas para llegar a su altura, nuestros labios están a escasos centímetros:
- Ni en tus mejores sueños, cariño. - Me vuelvo a girar y esta vez entro a mi casa, cuando he cerrado en la puerta no he podido evitar sonreír.

Someone I loved [CASTIEL CDM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora