Si Seidy pudiera describir a Emilio con una sola palabra, esta sería misterioso.
No lo conocía a fondo, ella se había cambiado a esta escuela hace poco, por lo que no eran tan cercanos (para su desgracia), pero sí que había oído mucho de él, pues el muchacho había dado mucho de que hablar. A sus diecisiete años, Emilio parecía mucho más maduro que alguien de su edad, incluso más que algunos adultos. Era una persona culta, amable y muy correcta, eso sumado a que era un chico de muy buen ver, hacía que varias chicas en su escuela lo encontraran atractivo y hasta encantador (ella incluida, claro está).
Sin embargo, al mismo tiempo, Emilio era alguien muy distante, frío y poco sociable. Por lo que tenía entendido, el chico apenas y tenía una amistad, un chico llamado Emmanuel, y solo se le había conocido una novia, una chica muy bonita llamada María con la cual terminó cuando ella se fue a estudiar a Canadá. Tanto para con su único amigo y su ex-novia, los gestos de cariño que ha tenido han sido contados, por no decir casi nulos. Le comentaron que incluso solían molestar a María diciéndole que, más que novios, ella y Emilio parecían compañeros acordando un trabajo escolar cada vez que se les veía juntos.
- ¿Y cómo María consiguió conquistarlo si se puede saber? - Seidy conversaba con la nueva amiga que había hecho en la escuela, mientras observaba al dueño de sus pensamientos a lo lejos.
- No mames, Chucky ¿es neta? - exclamó Azul, alzando los brazos, exasperada - Después de todo lo que te dije ¿aún quieres meterte con él? - rodó los ojos y dio otro sorbo a su cigarrillo - María jamás lo admitirá, pero la pasó muy mal en ese noviazgo, créeme.
- Yo no busco un noviazgo, cariño, solo quiero sexo de... ¿una noche? Sí se puede más noches mejor, y creo que este chico puede darme lo que necesito.
- Él ya te dijo que no.
Seidy frunció un poco el cejo ante el recuerdo. Le había herido mucho en el ego que Emilio la rechazara, nunca antes ningún chico lo había hecho. Pero ella no era de las que se rinden fácil.
- Pero a esa tal María no la rechazó ¿Por qué? - insistió.
Azul suspiró y negó con la cabeza de manera desaprobatoria, pero le contestó.
- María fue muy lista. - bajó la voz considerablemente y señaló a Emilio con la cabeza, quién seguía conversando con Emmanuel en el pasillo - Para acercarse a Emilio primero descubrió que era lo que él más amaba y luego usó eso para llegar su corazón... bueno, si es que tiene uno, la verdad la mayor parte del tiempo pareciera que no lo tiene pero... - dejó la frase en el aire
- ¿Pero...?
- Shh, observa, ya viene.
"¿Quién viene?" iba a preguntar, pero fue interrumpido por un grito algo... ¿infantil?
- ¡Emiiii! - un chiquillo, que debía ser de primaria, vino corriendo desde el lado opuesto del pasillo.
Seidy presenció atónita, con la boca abierta, como toda la frialdad que solía mostrar el misterioso chico de rizos se transformaba en ternura en segundos en cuanto este volteó en dirección al niño. Le sonrió, se agachó, lo recibió en brazos y, aún abrazado a él, lo giró en su mismo eje para luego volverlo a poner en el suelo, depositando un beso en su frente.
No pudo evitar fruncir el ceño con algo de envidia. Ese escuincle había conseguido que el "señor no doy muestras de afecto" lo saludara con la ovación y el cariño con el que uno recibe a un ser amado que no ve en décadas ¡¿Cómo era eso posible?! ¡¿Quién era ese niño?!
- Él. - continuó explicando azul, sacándola de su estupefacción - Su hermanito menor Joaquín es lo que más ama en este mundo, si es que no es lo único que ama. Si tuviera que decir que Emilio tiene un corazón, diría que ese niño ES su corazón ¿entiendes?
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Emiliaco SHOTS
FanfictionHistorias cortas de uno o más capítulos sobre este hermoso ship ¡Se aceptan requests!