Nuevos MetaHumanos. <JayDami>

La Desaparición de los Niños

10 meses antes.

— ¿Ves esa estrella? — dijo el mercenario apuntando al cielo, donde el manto de la noche los cubría como siempre.
— Hay muchas estrellas Todd, se más específico. — gruño Damián cruzándose de brazos.

— Tienes que decirle con dibujos, recuerda que aún es un feto, Jason. — el moreno le tiro dedo al pálido, quien solo sonrió con malicia, después, los dos mayores fueron golpeados en la cabeza.
— Dejen de molestar a Damián, parecen niños. — les entrego a cada uno una bebida.

Para Jason una cerveza, para Tim un café, un jugo de manzana para el árabe y una coca para él.
— ¿Aún hay espacio? — escucharon detrás suyo, Cass y Steph llegaron con algunas frituras.
— Claro, ¿Quieren algo de beber? — la pelinegra despeinó al petirrojo, quien gruño pero no sé quitó.

Al final, llegaron Batwing, Batwoman y el mismísimo Batman, todos pasaron una noche tranquila, debido a que hace poco habían terminado con el Joker y sus secuaces, se merecían un descanso entre ellos.

El de mechón blanco sonrió, de verdad le gustaba estar con los demás sin tener una misión de por medio, al igual que todos.

Lastima que esa sería la última vez que se verían así.

[...]

— El desayuno está listo Amo Bruce, los chicos están despertando. — dijo el mayordomo moviendo las cortinas para que el sol entrara al cuarto.
— Mh... — ya estaba despierto, se encontraba viendo algunas cosas de la empresa en su laptop.

— La joven Cass ya está abajo junto con la joven Steph, los amos Jason, Timothy y Richard están en la sala peleando. — el mayor miró a su tutor algo curioso.
— ¿Y Damián? —

— No estaba en su cuarto, supongo que el joven Damián debe estar fuera. — asintió, no era la primera vez que se despertaba en las mañanas y salía a dar un paseo con sus mascotas.

El problema llego cuando no asistió a la merienda.

— Les dije que no lo molestarán. — dijo el mayor claramente frustrado.
— Tranquilo Dickhead, estará bien, de seguro salió con el hijo del imbécilman, ya sabes, "mejores amigos". —

— Me hubiera dicho de alguna manera... — Jason estuvo a punto de protestar, pero era cierto, incluso él sabría cuando el pequeño demonio salía de casa.
— ¿Tal vez salió con su traje? — llego Cass al lugar, habían revisado la mansión, dándose cuenta que no habían alimentado a sus mascotas.

Okey, algo estaba pasando.

— Ya revise la cueva, su traje está ahí, intacto. — Stephanie llego corriendo al lugar, en ese entonces, el primer Robin comenzó a preocuparse.
— Bruce, él nunca había hecho algo así. — por lo menos le decía a alguien a donde iba, y si no lo hacía, era porque salió como vigilante.

Pero ese no parecía ser el caso.

— Iré a ver las grabaciones de seguridad, no creo que sea algo tan grave. — los demás lo siguieron, algunos por mera curiosidad otros por preocupación.

Ya estando en la cueva -debido a que la pantalla estaba más grande- , el Wayne se dispuso a ver los vídeos.

Al principio, todo parecía estar bien, el mocoso se encontraba plácidamente dormido en su cama, poco después se levantó de manera rápida y miró el lugar, gracias a su entrenamiento con las sombras, su sueño era ligero, cualquier mínimo sonido podía perturbar su descanso.

Así que algo había pasado.

Damián observo su recámara y debajo de su almohada sacó una daga pequeña para defenderse, la pelinegra sonrió, era la que le había regalado cuando estaban en la Liga.

Bajo de su cama con cautela, caminando hasta su baño privado.

— Hey, ¿Que mierda es eso? — el segundo Robin apunto a una parte de la habitación, donde parecía observarse un cuerpo en las sombras.
— Computadora, Zoom al 75%, parte izquierda. — al enfocarse, pudieron notar la silueta de un hombre.

En ese momento, el chico árabe salió del baño, dando un suspiro al no encontrar nada, iba a salir del cuarto cuando esa cosa se movió, quedando debajo de la cama, el moreno dejo la puerta y se encaminó hacia allá.
— ¿Pero como no lo puede ver? ¿Enserio estará ciego? — gruño Drake mientras apretaba los puños.

Se observaba como el ex asesino abría la ventana, mirando hacia ambos lados algo confundido.

En ese momento, fue atacado.

Por obvias razones, Damián intento defenderse pero extrañamente cayó en los brazos del enemigo, quien levantó la cabeza encontrándose con cámara.

Y sonrió.

Sonrió de una manera tan burlona que a todos los presentes sin duda querían golpear.
— ¡¿Pero quien carajos es él?! — gritó Cassandra algo confundida y enojada.
— ¿¡Donde esta Damian?! — ahora gritó Richard, pronto, la cueva se llenó por completo de ruido por parte de los demás, algunos incluso ya estaban con sus trajes listos para salir.

Pero una alarma sonó, era la Liga de la Justicia y por la señal que emitía, parecía importante.
— ¡Batman! — Superman estaba agitado, mucho a decir verdad.
— ¡N-niños alrededor del mundo han desaparecido! ¡No sabemos cómo! — esto ya era alarmante.

— Superman, tranquilízate, no puedo entenderte si gritas así de fuerte. —Jason solo miraba aquella cosa que había secuestrado al menor.

Se colocó su chaqueta, máscara y tomo su casco.
— Espera Jay, yo voy contigo. — Dick estaba igual que los demás, pero no como él, estaba preocupado, demasiado por su pequeño demonio.

Quien sea que haya hecho esto, sufrirá las malditas consecuencias.

[...]

5 Semanas después del secuestro.

«Noticias de Último Momento.

Aproximadamente 57 niños entre 10 y 15 años han desaparecido misteriosamente por el mundo, uno de ellos es el hijo Biológico de Bruce Wayne, millonarios que justo ahora está desesperado por encontrarlo.

No se sabe quien pueda ser el responsable de los hechos pero se especula que la Liga está trabajando en ello, si usted tiene alguna pista o consejo, haga favor de-»

Apagó la televisión mientras sonreía de oreja a oreja.

— La sociedad de hoy en día, tomando siempre como importantes a los que tienen dinero. — soltó una risa relamiendo sus labios.
— ¡Sueltame maldito Imbécil! ¡Te cortaré el puto pene si no lo haces! ¡Graah! — se escuchó a lo lejos, cierto chico moreno se encontraba luchando por liberarse cuando un fuerte golpe impacto contra su rostro, fue fuerte y certero, logrando confundirlo un poco.

— Llevenlo a laboratorio, aún faltan algunas cosas por hacer. — se levantó del sofá y se colocó su bata de científico, manchada de sangre en algunas partes.
— ¿Qué crees que pasara? ¿Hm? Tal vez podría quitarte los ojos, ese brillo no es normal, o tal vez arrancarte las manos, o los pies o-

— Vete al infierno. — le escupió en su cara, causando una risa estrenduosa del contrario.
— Vamos para allá, pequeño. —