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['cuando muera, quiero que escriban en mi lapida: les dije que me sentía triste']

tres toques leves en su puerta hicieron que jungkook  se despertase de su ensoñación. lentamente, dejo la cuchara en el plato y luego agudizo sus sentidos, intentando saber por medio de su olfato quien se encontraba fuera, pero no logro demasiado.

el aire del ambiente era demasiado denso y los olores tardaban demasiado en llegar, y el tenia la nariz bastante tapada. su mirada se dirigió a un pequeño tarro del que saco dos muñequearas, y se las acomodo una en cada mano el terciopelo suave fue como una caricia a su rígida piel, que últimamente permanecía fruncida.

negó levemente y dedico una ultima mirada a la langosta que estaba en su mesa, y luego se dirigió hacia la puerta, dispuesto a saber quien era, pero al mismo tiempo, rogaba porque no fuera su madre ni ninguna otra persona. para su suerte, la persona que vio hizo que una sonrisa apareciera en su rostro, sus ojos se achicaron y sus dientes se hicieron visibles, pues Mirna era  quien estaba ahí.

aunque aquella expresión no duro mucho, y desapareció instantáneamente al observar la contraria. Mirna se halla con el entrecejo fruncido  los labios apretando en una fina linea, sus hombros estaban tensos y ella estaba recta. en sus ojos no había la habitual emoción, y eso alerto a jungkook, que simplemente abrió un poco mas la puerta invitándola a pasar.

esta se negó inmediatamente y le hizo una seña al mayor

-yo...venia a buscarte porque me mandaron a llamarte-se apresuro a aclarar al ver que jungkook no entendía muy bien lo que estaba pasando.

-ohm...-sus mejillas se sonrojaron, convirtiéndose en dos deliciosas manzanas qe la omega tenia ganas de morder-,¿p-puedo saber quien me llamo?-pregunto discretamente, con la leve inseguridad de que seria rechazado.

-abajo hay personas que quieren verte-aclaro rápidamente, una de sus manos se dirigió a la de jungkook, y una vez estuvieron unidas, ella la apretó un poco e intenta jalar al menor hacia afuera, que bruscamente intento retroceder.

-q-quien...quiera que sea, y-yo... no quiero ir- la negativa del omega hizo que Mirna soltara un fuerte suspiro, decidida a no perder la paciencia, lo cual era el parecer bastante difícil.

el omega había hecho amago para cerra la puerta, pero afortunadamente, poniendo un pie en medio de esta, a pesar de haberse ganado un buen golpe, impidió que este pudiese escaparse de ella. jungkook le dirigió un destello de mirada traviesa que no duro mucho, porque rápidamente su mirada volvió a ser tímida y reservada.

-¡vamos!-ordeno ella, ignorando el hecho de que le había alzado la voz a alguien mayor que ella, y en todo caso, era un irrespeto.

jungkook tardo en reaccionar, y estocen ya estaba caminando por el pasillo y estaba lejos de su cueva, también llamada habitación. apretó los labias en una linea tensa, pensando en que estaba pasando,¿alguien quería verlo? no tenia sentido, puesto que el no conocía a nadie, y las personas de la manada a pesar de  saber de su existencia, simplemente optaban por ignorarlo, aunque aun no sabia porque.

de todos modos, tan rendido en sus pensamientos que no noto que ya se hallaba bajando las escaleras, y con nerviosismo intento librarse del agarre de la omega, pero no lo logro, a pesar de que quiso. ¿y si era algo importante? no. no podía ser tan iluso, pero, entonces, ¿ que era?

-no estés inquieto-recomendó en voz baja, como si estuviera guardando un secreto que no debía salir a la luz-. en unos segundos sabrás porque te traje  aquí- su tono de voz cambio de uno totalmente sereno, a uno duro e impaciente, y nuevamente hizo que jungkook se replantara la pregunta inicial.

Almas Gemelas(taekook)[ADAP.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora