Me perteneces

Realidad

La preocupación de Xiao Zhan aumentaba con el pasar de los días; la incertidumbre y el pánico que él ahora experimenta lo está llevando al borde del colapso, y más de uno notó el drástico cambio de actitud en el Omega. La solución la tiene a pocos metros, sobre la repisa del baño yacía pulcramente una prueba de embarazo con indicador de semanas, lo mejor en el mercado, cortesía de su amigo Zhuo Cheng. El Beta fue contundente en obligar al moreno a realizarse dicho examen y terminar con el sufrimiento impuesto por el propio chico del lunar.

Sus manos no solo se movían frenéticas, también debía de soportar el sudor que se concentraba en su piel y le producía una extraña incomodidad; y no era para menos, Xiao Zhan ya intuía el resultado, aunque una parte de él lo negara, quizás por miedo o el simple hecho de vivir bajo la creencia de una supuesta infertilidad. Sin embargo, sus evidentes síntomas no podían desviarse a otro tramo que no fuera un embarazo. Y así fue, una vez que encontró las agallas de tomar el pequeño artefacto y vio la palabra positivo con el número de días de gestación; lloró. Cómo iba a explicar que se metió entre las sábanas de una estrella emergente y espera un hijo suyo.

Todo se complica para Zhan, deshacerse del bebé es una opción que jamás tomaría en cuenta, a pesar del dilema que debía enfrentar como Omega soltero. Tener una cría ha sido durante años su más grande sueño, pero le cuesta comprender la magnitud de la situación. Ocultar su estado solo sería posible durante los primeros meses y después qué pasaría. Evitar decirle al castaño de su inesperada paternidad, tampoco era viable, Yibo se percataría en seguida de la existencia del cachorro con solo olfatear su aroma, considerando que pronto trabajaría con él en las futuras campañas donde este es la imagen principal.

Los Alfas nacen con facultades mucho más desarrolladas en comparación al ser humano común, pueden percibir olores solo con la impregnación; es decir, la mezcla de esencias que permanecen en un Omega, Beta e incluso otro Alfa. Por eso pueden saber si su pareja está en la dulce espera. Zhan entiende que mentir solo lo llevaría a un camino pantanoso donde él sería el mayor perjudicado. Todo le juega en contra; las leyes de alguna forma podrían favorecer a Wang Yibo y más tratándose de un ídolo, sin recalcar que es un Alfa; los mismos son los líderes de la sociedad, según el esquema de cómo se manejan las castas.

Si bien es cierto, actualmente los Omegas gozan de algunos privilegios de los cuales han luchado durante años de discriminación y tortura. Los gobernantes siempre encontrarán la forma de beneficiar a los Alfas en el ámbito que sea, y Zhan temía que Yibo pudiese aferrarse a su favorecida posición y buscar la manera de quitarle a su hijo, sin posibilidad de permanecer a su lado, brindándole el cuidado que un cachorro necesita o en su defecto, obligarlo a abortar.

Es probable que el Omega estuviera adelantándose a los hechos por el cúmulo de emociones que en ese momento vivía. Se sostuvo del lavamanos y trató de calmarse, limpiando las lágrimas que aún recorrían su fino rostro. Afuera del baño su amigo Zhuo Cheng espera por él; y por obvias razones, no podía hacer acto de presencia con un trágico semblante que delataría su estado de consternación. El moreno soltó un suspiro contenido, guardando en el proceso el pequeño dispositivo en uno de sus bolsillos y salió del cubículo siendo recibido por un impaciente Beta.

—Por la expresión que tienes, debería de darte mis más sinceras felicitaciones —Zhuo Cheng habló con sarcasmo, ignorando el ceño fruncido del Omega—. No soy quién para decirte: te lo dije, pero me llena de satisfacción comentarlo.

—¿Es en serio, Zhuo Cheng? ¿Vas a empezar a recriminarme? —utilizando un tono de indignación, Zhan cuestionó a su colega—. No necesito escuchar tu perorata, ya me quedó más que claro que tenías razón; debí ser sensato con mis acciones y ahora me toca pagar el precio.

—Sé que ese tipo de instrumentos no son del todo confiables —inició el joven Beta, preparando el terreno para saber el proceder de su compañero—, necesitas que te hagan un análisis de sangre y corroborar la sospecha.