[tiempo presente]
Mientras lavaba sus dientes para ir a dormir, pensaba en lo extraño que había sido ese sueño. Era curioso por que no parecía un sueño realmente, Mía le había dicho que seguramente había disociado un momento por el estrés pero se habría dado cuenta.
—Debería dejarlo.— Hizo un buche con su boca y escupió. Seco su boca y su cara mientras se miraba al espejo y ladeó su cabeza con curiosidad.
—¿Debería?— Acercó su mano al espejo y sin pensarlo más, su mano atravesó el espejo.
La cara de Evangeline se deformó y rapid cayó al piso, revisó su mano para asegurarse que no se había lastima y respiró profundo.
Corrió hacía la habitación y se paro frente al espejo de pie que tenía en una esquina de la habitación, colocó sus zapatillas y nuevamente metió su mano en el espejo.
—Esto no puede estar pasando...— El reflejo de Eva se comenzó a deformar y tomando valor, se adentró completamente al espejo.
[...]
Cayó en seco sobre una carretera y abrió los ojos.
—Es la carretera donde aparecí la otra vez.— Se levantó limpiando sus ropas y miro a su alrededor.
El auto ya no estaba y había más luz que antes, ya podía ver más a lo lejos, donde había un pueblo.
Caminó lo más rápido que pudo hasta esconderse en un paredón de piedra que se encontraba en la entrada de este pueblo.
Parecía un pueblo fantasma, no había ningún alma ni sonido y a simple vista parecía que todos habían sido echados a la fuerza por las construcciones destruidas que se podían apreciar.Salió de detrás del paredón y caminó por la calle central, habían bancas y una gran fuente con flores alrededor. Tenía algo de musgo y ya no largaba chorros de agua, solo mantenía una poca sucia.
Parecía que estaba abandonada desde hace ya tiempo.
De pronto, alguien tomó de la cintura a Eva y la arrastró rápidamente hacía un callejón. Un hombre de barba y prototipo metálico de ojo robótico la estampó contra la pared.
—¿Quien se supone que eres y a quién perteneces?— El hombre preguntó en susurro.
—¿Qué?— Preguntó Eva casi gritando.
—¿A quién perteneces niña?—Volvió a preguntar remarcando que debían bajar la voz.
De pronto un estruendo se escucho fuera del callejón y Eva se congeló.
El hombre le indicó con una señal que haga silencio y que volvería.—Ni se te ocurra moverte si no quieres morir.— El hombre acomodó su bolso y caminando salió del callejón.
—Ahí estas Toruk, ¿Encontraste algo?— Un hombre a lo que parecía mayor que Toruk, se paro frente a este y lo tomo de los hombros.
Toruk negó y el mayor cambio su semblante a uno serio.
—Malditos hijos de puta, se llevaron todo con ellos.— Hizo un puño con su mano y miro a sus alrededores inspeccionando movimientos.
—Debíamos atacar de sorpresa mi señor, no debimos enviar el telegrama.— Un pequeño elfo se paro frente a el mayor.
—Tú cállate, escoria.— El elfo se escondió tras Toruk.
—Seguiré investigando los alrededores señor Angus, no se preocupe, cualquier cosa se lo comunicare.— El mayor asintió y desapareció en una niebla de humo.
Toruk corrió hacía donde yacía Evangeline y la tomó de la muñeca llevándola hasta una de las casas.
—Me estas lastimando, suéltame.— Eva se soltó rápidamente del agarre de Toruk y este la miró.
—Soy Evangeline y no pertenezco a nadie, vine aquí desde...un espejo.— Remarcó sus últimas palabras con vergüenza y bajo su cabeza.
—¿Espejo? ¿Eres hija de Geraldine?— Toruk cayó en una silla con la mano en su pecho como si no pudiera respirar.
—¿Qué? Mi madre se llama Leigh, y no se quien es Geraldine.— Eva se cruzó de brazos y levantó su mentón tratando de demostrar que no sentía ningún temor por la dimensión totalmente desconocida.
—Geraldine es la madre espejo, bueno, así la llaman algunos. Te explicaré.— Toruk señaló una silla vacía y Eva tomo asiento en esta, así mirando a Toruk.
—Estoy seguro de que estas confundida, te lo explicaré rápidamente. Cada tres años, un hijo de Geraldine es llamado desde otra dimensión para salvar nuestra tierra, algunos toman la visión como un sueño y otros terminan creyendo que están locos.
Solamente uno de los 10 hijos de Geraldine que han sido llamados ha respondido a este llamado así entrando en la dimensión espejo, este nunca logro escapar y dicen que ahora vaga de bando en bando tratando de volver a casa.— Toruk hizo una pausa.—¿Para que llaman a los hijos de Geraldine?— Eva preguntó.
—Hace años comenzó una disputa entre dos hermanos herederos al trono. Una quería paz entre todos los mundos y el otro quería conquistar a cada uno de ellos, los hermanos dividieron los reinos y ahora dictan por su cuenta.
El problema es que el hermano quiere conquistar otras dimensiones pero para eso tiene que tener el poder de viajar a otras dimensiones, y ese poder solo lo tiene Geraldine.—
—Necesita pasar sobre Geraldine para poder viajar a otras dimensiones.—Afirmó Evangeline.
—Así es, los hermanos son Geraldine y Angus.— Toruk se levantó de la silla y tomó de la mano a Eva.
—Necesito llevarte a un lugar seguro.—
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Crónica de mil espejos.
Ciencia FicciónEvangeline descubre su poder de alterar el tiempo y espacio viajando a través de espejos y deberá utilizarlo sabiamente para lograr salvar a los que más ama. "-Esto puede salir muy bien, tanto como muy mal. ¡Toma mi mano!-"