22.Experimentación

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De regreso a su rutina habitual, David y Victoria se despertaron juntos después de su pequeño viaje, y el regreso a la realidad comenzó a hacerse sentir. Mientras se preparaban para el día, disfrutaban esos últimos momentos de calma antes de volver a sus trabajos.

—"Es hora de enfrentar el mundo otra vez"— dijo David, estirándose con una sonrisa.

—"Sí, aunque después de estos días juntos, se siente raro regresar al trabajo"— respondió Victoria, mirándolo con cariño mientras se acomodaba junto a él.

Ambos tomaron un rápido desayuno y, al salir hacia el trabajo, Victoria rompió el silencio en el auto, su tono algo más serio pero con emoción.

—"David, creo que deberíamos empezar a planear la boda. Me emociona pensar en los detalles, en cómo le diremos a nuestros padres y todo lo que implica"— sugirió, mirándolo de reojo.

David, sonriendo al ver el brillo en sus ojos, respondió: —"Sí, tienes razón. Hoy en la noche podríamos sentarnos y hacer una lista juntos. Así empezamos con calma y nos organizamos"—.

Victoria asintió y le dio un beso en la mejilla, su sonrisa revelando la felicidad que sentía. —"¡Perfecto! Estoy tan emocionada de hacer todo esto contigo"— dijo antes de despedirse al llegar a su trabajo.

Una vez que David dejó a Victoria, se dirigió hacia su propia oficina, aunque apenas unos minutos después, su teléfono sonó. Era su jefe, quien le pedía que representara a la empresa en unas conferencias. Como agradecimiento, le permitiría tomarse el resto del día libre. David aceptó la tarea y cambió su rumbo al lugar de las conferencias.

Tras algunas horas de sesiones intensivas, se encontró con la tarde libre y decidió aprovecharlo volviendo a casa. Al llegar, se dejó caer en el sofá y encendió la televisión, dejando que la relajación se apoderara de él. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que sintiera una conocida necesidad de transformarse, algo que había empezado a surgir con más fuerza cada vez. La sensación era tan intensa que decidió no resistirse, y se dirigió a su habitación, donde guardaba la ropa especial para su transformación.

Después de quitarse toda la ropa, David buscó en su baúl el conjunto de lencería femenina que usaba para estos momentos. Se colocó las panties y el sostén y, casi de inmediato, sintió cómo su cuerpo cambiaba: sus caderas se ensancharon, su piel se suavizó, y sus facciones tomaron un aspecto delicado y femenino. Sonrió al ver el reflejo de su versión femenina en el espejo, una figura que cada vez le parecía más natural y fascinante.

Mientras se miraba, busco entre las cosas de Victoria, hasta que encontró algo que iluminaría sus ojos: un vibrador que ella había dejado allí. La curiosidad y el deseo lo impulsaron a tomarlo y, sin pensarlo demasiado, se recostó en la cama, listo para experimentar un tipo de placer distinto en su cuerpo transformado. Así que se quitó las panties y empezó a acercar el vibrador en su vagina, haciendo que su cuerpo se retorciera de placer, gimiendo a los cuatro vientos y sintiendo calor en todo su cuerpo.

El placer fue tan intenso que su cuerpo comenzó a reaccionar de forma descontrolada. Sintió que sus senos se agrandaban y disminuían en tamaño, al igual que sus glúteos, que se ensanchaban y volvían a reducirse, como si cada ola de placer desencadenara cambios en sus curvas.

Justo cuando estaba a punto de alcanzar el clímax, su cuerpo quedó en una posición algo peculiar: sus senos quedaron asimétricos, uno más grande que el otro, y sus glúteos adoptaron una forma desigual, dejándolo con una apariencia un tanto desproporcionada. Aún en el éxtasis, rió un poco al ver su reflejo en el espejo y se dio cuenta de que tenía mucho que aprender para controlar su poder.

Después de calmarse, decidió tomarse un momento para practicar. Con los ojos cerrados, respiró profundamente y concentró su mente en visualizar su cuerpo equilibrado de nuevo. Poco a poco, sintió cómo sus senos y glúteos volvían a su tamaño original y su figura se normalizaba. Al abrir los ojos y ver su reflejo, sonrió satisfecho: había logrado recuperar el control.

Con curiosidad, quiso probar algo más. Recordó el sostén de su amiga Alejandra, guardado en el fondo del baúl. Alejandra, en sus años de universidad, solía tener una figura que David y muchos admiraban, aunque en los últimos años había cambiado. David tomó el sostén de ella, se lo puso y se concentró, intentando cambiar su cuerpo en una figura parecida a la de Alejandra en sus mejores tiempos. Sin embargo, cuando abrió los ojos, no notó ningún cambio. Volvió a intentarlo, pero no sucedió nada.

Después de varios intentos, David se dio cuenta de algo importante: parecía que solo podía modificar su cuerpo cuando usaba un sostén propio, lo cual añadía un nuevo nivel de misterio a su habilidad. Decidió entonces continuar su práctica usando su propio sostén, y esta vez se dedicó a experimentar con cambios específicos en sus curvas.

Frente al espejo, comenzó con el tamaño de sus senos. Cerró los ojos y pensó en hacerlos más grandes, sintiendo cómo el peso y la forma de su pecho aumentaban lentamente hasta alcanzar un tamaño imponente, pero todavía armonioso con su figura. La sensación del peso extra le resultó extraña al principio, pero pronto se adaptó y no pudo evitar sonreír ante su reflejo.

Después, decidió probar con el tamaño de sus glúteos. Se concentró en hacerlos crecer, y sintió cómo sus caderas se ensanchaban y sus glúteos tomaban una forma más voluptuosa, dándole una figura de reloj de arena que lo hizo sentirse poderoso en su transformación y descubrió que podía alternar entre varias formas con solo pensarlo.

Animado por su progreso, David empezó a jugar con combinaciones, reduciendo el tamaño de sus senos mientras aumentaba el de sus glúteos, luego al contrario, y hasta probando una figura más sutil y atlética. Se dio cuenta de que cada cambio afectaba cómo se sentía y movía, y cada configuración le revelaba nuevas posibilidades para explorar su poder. Pronto, ni siquiera necesitaba cerrar los ojos: bastaba con un pensamiento para ajustar su figura.

Contento con este descubrimiento, decidió continuar experimentando con su propio sostén. Inspirado, intentó un cambio diferente, imaginó un miembro masculino en su vagina. Asi que Respirando hondo, cerró los ojos y se concentró. Poco a poco, sintió cómo el cambio sucedía, y cuando abrió los ojos y se miró, notó que ahora tenía un pene un poco más arriba de su vagina, teniendo ahora ambos sexos.

Intrigado, jugó con el tamaño de su miembro, primero aumentando casi hasta un poco más allá de sus rodillas y luego disminuyéndolo casi de manera microscópica. La experiencia le generó una mezcla de emociones y sensaciones, asi que estaba tan exitoso que tomó su miembro y empezó a introducirlo en su vagina, causando un calor y escalofrío en su cuerpo ya que estaba teniendo placer con dos miembros en su cuerpo, generando algo totalmente raro pero placentero para David. Despues de su raro momento, se permitió relajarse y disfrutar del momento, entendiendo más profundamente la amplitud de su poder.

Luego de horas de experimentar con las diferentes formas, tamaños y proporciones, David se sintió satisfecho y comprendió que ahora dominaba el control sobre los cambios físicos de su cuerpo.

Al final del día, Victoria llegó a casa, y al entrar a la habitación, se encontró con David en su versión femenina, aún frente al espejo y claramente complacido con los resultados de sus experimentos.

—"¿Otra vez transformado?"— preguntó Victoria, intrigada y divertida.

David no le respondió con palabras; en su lugar, sonrió y, con solo una leve concentración, hizo que sus senos crecieran hasta un tamaño exuberante que, aunque impresionante, conservaba una armonía muy atractiva. Victoria, con los ojos muy abiertos y sorprendida, soltó una risa.

—"¿Cómo haces eso? ¡Es impresionante!"— exclamó, tocando los senos de David transformados con curiosidad y asombro.

David, complacido por la reacción de Victoria, sabía que, aunque su habilidad era un secreto peculiar, también le abría un mundo de posibilidades, y ahora, más que nunca, estaba listo para explorarlas en todas sus formas.

UN SOSTEN FANTASTICO (Reescrito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora