II

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Con solo un mes de estar en Florida, Estados unidos, para ser más exactos en la ciudad de Hialeah, lugar de ese país que más hablaba el idioma español, me arrepentí de tomar esa decisión.

Elegí ese, porque era el único idioma fácil para mí (aparte de mi lengua materna), pero para ser más exactos mi mundo dio un giro tremendo.

Ya no era la única de ojos verdes y pelo largo negro, me convertí en una más del montón... al principio se me hizo gracioso, pero luego al no poder conseguir las cosas como quería, me fui molestando a una manera tal que lloraba por las noches.

Mama me pedía que volviera, me decía que ella y Camillo me esperaban.

Dos meses después conseguí un trabajo de mesera, no era lo que quería, pero fue todo lo que pude conseguir aun con mi título universitario, por culpa de mis pocas habilidades con los estudios... tenía las mejores calificaciones, pero Dios y yo sabíamos que nunca me había esforzado para ello.

Al cumplir mi primer año en Hialeah, mama me conto algo que me hizo sentir triste Camillo tenía una novia.

Ella se llamaba Alessia Ricci. Era hija del comerciante más grande que tenía Monte Isola. Recuerdo que llame a Camillo...

- Camillo, solo te quiero preguntar ¿Por qué ella?

- Porque ella está aquí, te fuiste de aquí a pasar penurias, donde aquí pudiste tenerlo todo...

- Camillo...

- Te cuento la historia Megan, ella va a tener ahora todo lo que era para ti... ¿y sabes que obtendrás tu del otro lado del mudo?... Miserias, por no saber valorar todo lo que Monte Isola y yo te podíamos ofrecer...

Colgué esa llamada hecha una furia, diciéndome que demostraría, que Camillo estaba equivocado. 

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