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Mi jefe tenía razón. Tome todo lo que podía, regale lo que quedaba, tome el cheque que el ofrecía y esa misma semana tome un vuelo a Italia.

No le avise a Nadie, quería que fuera sorpresa. Al llegar a mi país tome un barco que me llevo a mi ciudad, solo al llegar al muelle, empezaron a reconocerme, me saludaban, me decían que estaba más delgada. Algunos se ofrecieron llevarme a casa. No acepte el ofrecimiento de nadie y decidí tomar un taxi a casa. Cuando llegue mama estaba sembrando tomates en su jardín, al sentir el vehículo levanto la mirada, al ver que era yo que bajaba de él, salió corriendo a mi encuentro, me abrazo mientras llorábamos.

Ella estaba feliz y entusiasmada y más cuando le dije que me quedaría siempre en Monte Isola. Ella estaba en la cocina me preparaba mi comida favorita y yo estaba en su jardín, sentada en el columpio que mi abuelo me hizo cuando era niña, dejando que mis pies me muevan lentamente en él. En realidad, pensaba que debía hacer a partir de aquí, y asi me mantuve hasta que lo vi llegar.

Camillo, estaba más guapo que nunca, con solo verlo ya no podía respirar, me fije en sus hermosos ojos café y vi todo el amor que aun sentía por mí, me levante camine hacia él y lo abrace, el hizo lo mismo, pero llevo las cosas más allá...

Me beso.

La Siguiente (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora