第1章

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Arte usado en la edición: @Kyarob___sa(Twitter)

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Himejima Gyomei fue originalmente un hombre sensible.

El cuidaba de niños que no tenían padres en un deteriorado templo y vivía una vida pobre pero feliz. Cada día, el iba a trabajar dando lo mejor de si al fin de alimentar a los niños y el no comía nada para si mismo.

Ni hablar de pegar a otras personas, el nunca regaño duro con aquellos niños.

Himejima Gyomei era un tipo de hombre ordinario, incrédulo y muy amable.

Eso era cierto...

Hasta... esa fatidica noche-


-★-


Usando su cuchilla Nichirin que venia en forma de una hacha de mano y una bola de metal anexadas por cadenas, el cortó el cuello del demonio y tanto el cuello como el craneo del demonio fueron separados aparte.

Cuando Himejima se acerco rápido a la escena, el cuarto ya se había convertido en un mar de sangre.

Los charcos de sangre debajo de los cuerpos de un hombre y una mujer asesinados se habían mezclado con la sangre del demonio y daban un olor asfixiante.

Detrás del cuerpo del demonio que estaba desintegrándose lentamente estaban dos niñas pequeñas.

La niña que no daba la apariencia de ser tan mayor ella misma estaba que protegía desesperadamente a la mas pequeña.

Las dos daban la misma aura, ellas deben ser hermanas. Ambas estaban temblando y llorando sin parar.

El corazón de esas dos niñas debe estar lleno de "miedo"

Hablando de forma lógica, luego de ser rescatadas, el dolor de perder a sus padres deberá venir a ellas como con la fuerza de una ola.

Luego de eso, ellas se daban cuenta que sus seres queridos han sido asesinados y el odio crecerá dentro de ellas.

Sin embargo, los corazones de esas dos jóvenes niñas solo estaban llenos de un terror absoluto. Luego de haberse encontrado con ese ser con ese ser vivo de un origen desconocido conocido como demonio, el miedo tendrá un lugar abrumador dentro de ellas.

Tal en sus ojos, también yo soy un monstruo

Tal como lo hizo Sayo

El había perdido mucho antes y de ahí el había arriesgado su vida para proteger a aquella niña. Sin embargo cuando los demás adultos se acercaron corriendo, ella estaba tan asustada que se estremeció y lloro en frente de ellos diciendo:

Kimetsu no Yaiba: La Mariposa de Una AlaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora