Volkov llega al cuarto luego de que Gustabo le dijo que Horacio quería hablar con él a solas, así que el segundo se quedó junto con el superintendente en la sala de espera para dejarlos solos; al entrar al cuarto lo primero que vio fue al crestas pálido y débil conectado a varias maquinas, no parecía el mismo chico extrovertido que había estado en su casa en la mañana, cosa que le dio una punzada en su frío corazón ruso, pero no le dio importancia ya que en sus pensamientos, el motivo de ese dolor o punzada había sido el estrés que estaba viviendo últimamente.
¿Como se encuentra? - Dijo Volkov tranquilamente con tono neutro mientras veía al crestas desde aun lado de la cama, parado como de costumbre con sus brazos cruzados.
Me gustas, ¿Te gusto? - dijo el crestas con la voz quebrada por el dolor, mirándolo fijamente a los ojos en espera de su respuesta, pero no hubo respuesta, había un silencio incomodo y tenso en esa habitación en la que solo sonaban aparatos médicos, entonces decidió volver a hablar y romper el silencio - Se que es repentino, Gustabo me dijo que fuera así de directo y hoy al estarme debatiendo entre la vida y la muerte, me di cuenta que la vida es corta y que debemos aprovechar cada momento y hacer las cosas, así que no quise esperar para decírselo .
¿A que se refiere con que le gusto exactamente? a que le atraigo ¿Físicamente? ¿Sentimentalmente? ¿En que sentido? - Comento Volkov algo incomodo y confundido por la confesión tan repentina
Un poco de todo- Aparto la mirada e hizo una pausa para empezar a jugar con sus dedos - no se como expresarlo, es algo que esta dentro de mí, no se aún tengo que aclararme pero - Volteo a verlo de nuevo a los ojos, con la esperanza de que el otro sintiera lo mismo - Algo hay ahí-.
Volkov por su parte no sabía que decir, el no pensaba en esas cosas, su vida era el CNP y hasta ahí, nunca había sido una persona sentimental, además que en este momento no estaba bien sentimentalmente para eso, el tenía problemas mas importantes que andar de novios con alguien, no era una prioridad o eso creía él.
A ver Horacio, yo le voy a ser sincero, de acuerdo yo, para tener pareja, para relaciones sentimentales, vivido todo lo que yo he vivido, sinceramente, no estoy capacitado para eso, ¿de acuerdo? yo no estoy capacitado para eso, es más otra agente también- Hizo una pausa- se me declaro prácticamente y siendo sinceros, yo- se detuvo a pensar un segundo - todo el mundo me conoce en comisaría como una persona seria, como una persona prácticamente, de hielo, ¿de acuerdo? y yo no voy a negarlo, yo, esos sentimientos hace mucho tiempo, muchísimo tiempo, debido a, circunstancias que, han pasado en, en mi pasado, cuando era niño, cuando era jóven, esa capacidad, de tener, sentir, algo por alguien, hace tiempo que lo he perdido, y ahora mismo la verdad, ahora mismo Horacio, siéndole sincero, no estoy para tener, parejas - Comenzó a titubear - ya sea chico o chica, a mi eso me da, totalmente igual, ¿de acuerdo? pero como le digo, para tener pareja, ahora mismo no, no estoy capacitado y, también con toda la situación que se está sumando, pues es muy complicado.
Conforme el peligris iba hablando, Horacio se sentía cada vez peor, le dolía el corazón, le había rechazado, así que cuando termino Volkov de hablar, hubo un silencio muy largo e intento acostarse de lado para no verle y grito de dolor ya que estaba recién operado, a lo que entró corriendo Gustabo, quien había estado escuchando todo por la puerta para ver que había pasado a su compañero.
Horacio, ¿Estas bien? - pregunto muy preocupado el chico
Sí, solo quiero estar solo - Dijo serio, mientras veía como Volkov entendía la indirecta muy directa y salía de ahí muy confundido. Luego de unos momentos aunque el del bigote sabía que había pasado, le preguntó de que habían hablado y lo que había sucedido, por lo que el de la cresta comenzó a decirle lo que había pasado con lagrimas en los ojos.
Ya veo - Dijo cuando termino de hablar Horacio - No te preocupes, hay muchos peces en el agua, es más hay un pez interesado en ti,- el cresta lo miro confundido con lagrimas en los ojos - Un admirador secreto tuyo, me dio esto para ti - y comenzó a buscar la paleta en la bolsa de su chamarra - Ten, toma - e hizo como si sacara la paleta de su oído.
Horacio se limpio las lagrimas con el dorso de la mano para luego agarrar la paleta - Gracias Gustabo, siempre sabes que hacer para animarme - y le dedico una débil sonrisa, ya que le dolía el rechazo de su comisario bombón como solía decirle a veces para molestarle, pero tenia mas que nada miedo de perderle por su confesión fallida.
Los días pasaron en el hospital con Gustabo cuidando de él, y sin saber del Súper quien le había dicho que necesitaba hablar con ellos o del Dr muerte quien estaba encargado de otros casos que no le permitían ir a verlo; sin embargo con Volkov era diferente, porque a pesar de su rechazo le dejaba mensajes a diario como era costumbre ya desde antes de que se le declarara, hablaban todos los días unos mensajes por la mañana y esto no había cambiado porque Horacio al temer perderle le dejo un mensaje disculpándose por la declaración y que no quería perderle y prefería seguir siendo su amigo, lo cual el ruso había aceptado, pero contestaba lo mínimo que podía como si fuera por amabilidad, cosa que le dolía al chico pero se negaba a si mismo esa realidad.
Era un día tranquilo, ya era por la tarde, cuando entro Conway azotando la puerta y detrás de él su comisario, cosa que despertó de un susto a Gustabo quien dormía en el sillón de los familiares que esta en el cuarto de hospital; Ambos se veían molestos, cosa que no entendía Horacio, no habían hecho nada malo, y él estaba recuperándose de su accidente.
¿Como estas? - Preguntó Conway con un tono seco y molesto
Mejor, gracias por preguntar - Dijo con algo de molestia ya que era la primera vez que lo había visto luego del accidente y le hablaba de esa forma, sabía que había estado en el hospital ese día pero nunca entro a verle y eso le dolía al chico.
¡CAPULLO! -solto sin más, y comenzó a gritarles a los dos lo irresponsables que habían sido por haber confiado en Emilio, y haber ido solos con él, y más cosas que Horacio no escuchó, estaba muy lastimado que ya no quería escuchar mas cosas, y menos ver a volkov parado en frente de él sin decir nada, y sin mirarle, como si no existiera, solo escuchando al súper regañarlos con los brazos cruzados, por tonterías del pasado, que ya no venían a cuentas, por lo que a Horacio le salio una lagrima silenciosa que rápidamente se quito para que no la vieran, sin embargo alguien que iba pasando le vio y decidió hacer algo.
Disculpen - Entro un médico a la sala a interrumpir a conway - Necesito hacer chequeo de rutina al paciente - Horacio veía la escena sin poder decir una palabra - Asi que por favor necesito que se salgan - pidio amablemente el doctor con una calavera en su rostro.
Luego de discutir con Conway, logró que salieran y quedarse a solas con el chico de la cresta, el cual rompió el silencio - Gracias - y le dio una timida sonrisa con aires de tristeza, cosa que noto el otro chico.
No hay nada que agradecer, no se que haya pasado pero nadie merece tus lagrimas - dijo sonriendo - Y el que las merezca, no te hará llorar mas que de felicidad - para luego sacar un objeto familiar de su bata - Toma, te has portado bien - y le guiño el ojo; era una paleta idéntica a la que Gustabo le había dado antes, cosa que hizo sonrojar al crestas que ato cabos ya que no se acordó en el momento por la tristeza del rechazo de que él siempre le daba una paleta cuando lo atendía y siempre era amable con él o le guiñaba el ojo cuando podía.
El médico río al ver el sonrojo del chico hospitalizado y se iba a ir a seguir con sus casos, los cuales eran muchos para una ciudad tan pequeña y solo había parado para poder ayudar al crestas, ya que había visto su lagrima cuando iba de paso, por ¿Casualidad?; de un momento a otro al ir caminando a la salida se paro en el marco de la puerta y volteo a verlo - Llegaras lejos Horacio, recuerda mis palabras - y se retiró dejando a un Horacio muy confundido y sonrojado.
Los otros 3, entraron en la habitación para seguir en lo que estaban y estaban muy confundidos por ver el cambio de ánimo radical que el chico en cama había tenido, ya que antes se veía despresivo y ahora estaba sonrojado y ¿sonriendole a una paleta?.
Con que ligando con el médico, ¿eh horacio? - dijo riendo Gustabo - ya estas volviendo a tus antigüos hábitos - cosa que solo hizo reir al crestas y que al momento de escuchar eso y la falta de negativa del mismo, Volkov sintío otra punzada en el pecho, la cuál dejo pasar porque insistia que era por todo el estrés que estaban viviendo.
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Amar es abrazar el caos de alguien
Hayran KurguLos dos son un caos, cada quien en su estilo, pero el corazón quiere lo que quiere. NOTA: Ninguna foto me pertenece, créditos a sus respectivos autores NOTA 2: No soy española, soy mexicana así que si uso expresiones que no son o una frase no esta...