Amar es abrazar el caos de alguien

Capitulo 5

Iban en el zeta cantando los temas que había en la radio de SpainRp a todo pulmón y bailando como solían hacer siempre, Gustabo al volante y Horacio viendo su celular con una sonrisa, mientras escribía mensajes a cierto doctor  para ponerse de acuerdo con la cita acordada luego del atraco; estos se dirigían a la comisaría para hablar con Conway ya que los había citado para hablar con ellos de un tema que parecía ser serio. 

 Luego de un rato de estar en el celular sonriendo, al de la cresta se le quito la sonrisa  - ¿Gustabo? - Interrumpió Horacio algo nervioso y lo miró mientras el otro manejaba

Si dime - Contesto el chico al volante

Hubo un silencio algo largo - Tengo una cita con el doctor muerte en mi casa a las 9 de la noche y no se que hacer, estoy muy nervioso - El de la cresta finalmente le dijo mientras jugaba con su celular en las manos

No veo que tiene de malo, eres un gran chico, todo saldrá bien ya verás - le dijo mientras sonreía

Ese no es el problema, el problema está en que le dije que yo haría la cena - el de la cresta mas nervioso le contesto al del bigote

Pero cabrón, si tu no sabes cocinar - Dijo Gustabo dando un frenón en plena avenida, ya que lo había agarrado desprevenido, a lo cual recibió múltiples claxons al mismo tiempo de gente molesta.

Ya lo se, pero me puse nervioso y le dije que yo cocinaba para que no se preocupará, no se que haré - Dijo preocupado mientras Gustabo se estaba estacionando en comisaria.

Los dos chicos se bajaron del patrulla y no pudieron seguir hablando ya que al entrar en la comisaría  estaba Conway en la entrada gritandole a unos chicos que les iba a dar con la porra si no se iban, ya que nada más estaban perdiendo el tiempo ahí y el lugar no era un parque como para pasar el rato; el superintendente se veía de un terrible humor, y cuando los vio les dijo que lo siguieran. Durante el recorrido a la oficina de la parte superior iba diciendo algo sobre un vídeo, mientras el de la cresta estaba mensajeandose aun con el médico de manera discreta según él, cosa que no paso desapercibida e hizo enfadar a Conway ya que era un tema serio, así que le confisco el teléfono celular. Al llegar a la oficina, les pidió que esperaran unos momentos, para luego regresar con el comisario Volkov ya que el comisario Greco no se encontraba disponible en ese momento; Horacio se incomodó porque tenía al comisario aun lado -Gustabo, ¿puedo cambiar el sitio contigo por favor? - Pregunto muy serio el de la cresta, cosa que llamó la atención de todos los presentes, hasta del superintendente ya que conocía las intenciones de Horacio hacia el ruso, pero decidió que era mas importante lo que estaba haciendo como para intervenir en la conversación, así que siguió en lo suyo. 

Adelante, supongo - Dijo Gustabo confundido, ya que siempre solía sentarse en ese sitio, pero supuso que tendría que ver con Volkov; sin embargo antes de que el último pudiera decir algo, Conway les pidió que se acercaran a ver un vídeo muy perturbador de una persona con una mascara con forma de calavera que estaba matando a un policía como si fuera cualquier cosa y amenazaba a Conway de matar a otro policía, cosa que dejo sin palabra a todos.

La cosa esta peligrosa, cuando les digo que dejen de hacer el capullo es por algo, no quiero perder mas agentes por tonterías- Hizo una pausa, se dio media vuelta - Por favor dejen las gilipolleces - Conway dijo con un tono muy serio pero que detonaba un cierto aire de preocupación.

Pero si nosotros estamos haciendo un buen trabajo y ya dejamos las gilipolleces - dijo tranquilo Horacio tratando de demostrar que habían madurado mucho luego de todo lo que habían pasado, cosa que era cierta, para tratar de calmar un poco al superintendente.

Pues no del todo - Interrumpió Volkov, quien seguía de mal humor con Horacio - No se ha quitado la cresta que llevamos mucho tiempo diciendole que se quite, además de insistir con el tema de ser un héroe cuando no lo es. El chico intentó defenderse diciendo que no influía en nada la cresta con su trabajo, cuando Conway se dirigió a la puerta de su despacho y les dijo que era suficiente y se fue, dejando a todos en un silencio muy incomodo.