CASH

#2

*Narra Noa*
Me dirigí hacia la parte de las neveras donde vendían las bebidas, solo quedaba una botella de agua con gas. Con la botella en las manos y dispuesta a irme, me dí la vuelta encontrándome con uno de "los chicos de la selfie".
-¡Joder!
-¿Eh? - En ese momento pude fijarme en sus preciosos ojos, estábamos muy cerca el uno de el otro.
Puso su mano en mi cintura suavemente para apartarme (casi muero)
-El agua, ya no queda con gas -Me dijo el castaño, un poco decepcionado
-Lo siento, he cogido la última, pero puedes quedártela. -Le ofrecí-
-¿Enserio? Muchas gracias...
-Noa -le interrumpí sonriendo- 
-Pues muchas gracias Srta. Noa. - me devolvió la sonrisa, haciendo ver lo perfecta que era.
 -De nada.
Ésta vez era él el que me interrumpía.
-Dallas, Cameron Dallas. -dijo haciendo una malísima imitación de James Bond, no pude evitar reirme.
-De nada Dallas, ya nos veremos en otro momento, es mi primer día aquí y mi amiga me está esperando. - ¿Le habré dado demasiados detalles? No quería cagarla (lo acababa de conocer, pero era tan guapo...)
-¿Ah si? Este ya es mi segundo año, podría enseñarte el campus ya que te debo una por lo del agua.
-Bueno... -Sonó mi movil, era Bella preguntándome dónde estaba, no respondí- De verdad me tengo que ir, ¡adiós! 

Cameron se despidió de mí a lo lejos ya que me fuí bastante rápido, no queria hacer esperar a Bella tanto tiempo.Él se fué con su amigo de ojos azules ya que llevaba rato esperandole.
Me costó encontrar nuestra residencia, pero al fin llegué a la habitación donde estaba Bella deshaciendo la maleta.

-¿Embotellaste tu misma el agua?
-¿Eh? -Seguía un poco embobada-
-Nada.... ¿Y el agua? - Preguntó dejando uno de los tantos vestidos que había traido en el armario.
-Larga historia... -No quería darle demasiados detalles por si se ponía pesadita...
-Mmmm vale...(?) . Bueno me ha llamado un amigo que  acaba de abrir una disco aquí cerca para que fuéramos esta noche, así celebramos nuestra llegada por todo lo alto, ¿no te parece?
Asentí aunque no estaba muy convencida, no me iba mucho eso de arreglarse y llevar tacones, al contrario de mi amiga.

* Narra Bella*
Llegué a mi habitación a base de indicaciones (era mi primer día y parecía una turista asiática desorientada).

-¡Por fin! -me tiré en la que iba a ser mi cama durante ese curso.-
 
Decidí deshacer la maleta ya que Noa ya lo había hecho y supuse que iba a tardar un rato en llegar.
Recibí un mensaje de James (el hijo de la "bestie" de mi madre, el cual tenía mas pluma que un cojín, pero me caía muy bien y era de los pocos a los que conocía aquí)

*Móvil de Bella*

-Bell!!! Pásate por mi disco esta noche que abrimos y necesito caras bonitas para atraer pivones!! Traete a tu amiga si quieres
- ¡Claro! Dime hora y allí estaremos ;)
- 22:00. No te hagas esperar guarra! :P

Seguí ordenando la ropa que había en la maleta... Empecé a pensar que había traido demasiada, desde luego estaba delirando, así que, decidí parar un poco. Noa tardaba demasiado, ¿le habría pasado algo? Le mandé un mensaje preguntándole dónde estaba, no respondió, para variar. No tardó en llegar. La noté rara, pero tampoco le pregunté. Le conté lo de la disco y, para mi sorpresa aceptó ir.
Comenzamos a arreglarnos una hora antes, las dos de negro...(Esperaba que no pareciéramos unas góticas) Me puse mi camiseta favorita de Nirvana con una falda y tacones, Noa, en cambio, optó por llevar pantalones, algo más comodo, y desde luego le quedaban genial. 
Salimos en mi coche, un volkswagen escarabajo blanco, cortesía de mi madre después de graduarnos en el instituto. La disco no quedaba lejos, por lo que llegamos bastante pronto. Una vez delante, uno de "los armarios empotrados" nos preguntó nuestros nombres, al decir el mío, oí un agudo grito, James -pensé-
Comenzó a llegar gente, Noa y yo ya nos habíamos tomado alguna copa. 
-¿Bailamos? -le dije a mi amiga
-Clarooo -dijo en un tono un poco difícil de entender.
Eran cerca de las dos de la mañana, seguía habiendo bastante ambiente en "El secreto de Victor". Que nombre más curioso para una discoteca -pensé. (si es que en ese estado podía llamárse pensar o divagar). Nos dirigimos a la barra y pedimos otra copa.