He andado a paso firme entre cada una de las calles que guardan tus ojos, a mitad de la oscuridad con el corazón en la mano, he tenido que ir y volver un par de veces y terminar una y otra vez por el mismo lugar.
Estoy perdido en el laberinto de tus ojos en la oscuridad de tus pupilas que reflejan la opacidad de tu alma y el color de tu locura.
Cuánto tiempo más podré quedarme aquí atrapado entre tu piel y tu sonrisa, entre estos ojos radiantes de luz, cuna misma de la oscuridad al caer el sol.
Me desvanezco en el abrir y cerrar de tus ojos, danzando al compás de tus labios, como un ciclo atrapado en la eternidad... sin fin.
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De versos y otras drogas
PoetryHay muchas historias que sin duda alguna aguardan ser contadas, sentimientos que por una u otra razón a gritos nos piden plasmarlos en papel.