Episodio 29.

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BaekHyun despertó sintiendo un par de brazos rodeándolo por la cintura. Abrió sus ojos lentamente y se encontró con el rostro pasivo de ChanYeol. Sus ojos estaban cerrados, su boca estaba entreabierta dejando salir suaves respiraciones y unos cuantos mechones le tapaban la mitad de los ojos. Giro un poco la cabeza para ver la hora, y tras verificar que eran las diez menos cuarto regreso la mirada a ChanYeol. Sacó su mano derecha de debajo de las cobijas y acarició la mejilla del contrario.

ChanYeol abrió los ojos de a poco y le sonrió a BaekHyun aún con lo ojos adormilados.

—Buenos días. —dijo después de sonreír.

—Hola.

—¿Qué hora es?

—Van a ser las diez, deberíamos levantarnos ya, tengo hambre.

—De acuerdo.

Ambos se levantaron de la cama, BaekHyun se colocó en sus pantuflas mientras ChanYeol por el contrario decidió andar descalzo. Caminaron hasta la sala-comedor, ChanYeol iba tallándose los ojos y BaekHyun estiraba sus brazos mientras dejaba escapar un bostezo.

—¿Qué quieres desayunar? —preguntó Baek en medio su bostezo.

—No lo sé. Algo rico. —contesto mientras se sentaba en uno de los taburetes. Apoyó sus codos en la barra y su cabeza en sus manos.

—No sé tú, pero y tengo ganas de comer panqueques.

—Sí, claro, esta bien. —ChanYeol volvió a cerrar los ojos aún con su cabeza apoyada en sus manos. Se veía gracioso, pareció como si fuera a quedarse dormido en cualquier momento de nuevo.

—Park, no te duermas de nuevo y mejor ayúdame. —pidió BaekHyun.

—Hmm —. ChanYeol abrió uno de sus ojos para mirar a BaekHyun, este le señaló la estufa y sonriendo asintió, se puso de pie y comenzó a sacar los ingredientes que necesitarían.

BaekHyun puso todos los ingredientes en un bowl y ChanYeol se encargó de mezclarlos con la batidora mientras BaekHyun encendía la estufa y buscaba la sartén para panqueques con cara de gatito.

—¿Aún conservas eso? Creí que se lo devolverías a tus padres.

BaekHyun miró la sartén y se quedó pensativo. La sartén pertenecía a sus padres, ellos la habían comprado cuando él tenía cinco años, por un capricho suyo solían recordarle, él no comía nada que no tuviera una forma agradable. Le había traído consigo cuando recién se mudaba, junto a algunos utensilios más, mientras se hacía de los suyos propios.

—Decidí conservarla, me trae buenos recuerdos de mi niñez. —confesó.

—¿Y?

BaekHyun rodó los ojos, lo conocía tan bien—. Y no es divertido comer panqueques si no tienen forma de gatito.

—Eres tan adorable.

BaekHyun se sonrojó. ChanYeol dejó la batidora de lado y comenzó a preparar los panqueques, mientras él hacía eso, BaekHyun preparo una taza de café y una de leche caliente. Se sentaron a comer su desayuno uno frente al otro. ChanYeol lavó los trastos después mientras BaekHyun con un trapo húmedo limpiaba la barra y la estufa. También limpiaron un poco el apartamento, empezando por la recamara, sacudieron los sofás, ChanYeol se encargó del baño y BaekHyun de quitar el polvo que se pudiera haber acumulado en la habitación de Chueun.

—¿Ésta es la habitación de Chueun? —pregunta ChanYeol desde la puerta. BaekHyun se giró con el plumero en mano y asintió—. Te quedó muy bonita —recorrió la habitación con la mirada y esta cayó sobre un objeto—, ¿ese es el móvil que te envié?

Embarazado de un Idiota | E D I T A D A | ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora