Capítulo 2 parte 3

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La alerta roja, que hace que los niveles que híper vigilancia de Steve se elevaran a alturas increíbles, por el hecho de que existiera algo peor que el apocalíptico exterior y la situación de que alguien intente robar el corazón de Tony; termina una hora después. Al menos eso es lo que Steve cree. No está muy seguro del tiempo.

En la habitación no hablan más. Solo están sentados en la cama de forma extraña, sus respiraciones se oyen tranquilas en la oscuridad y ambos están sincronizados y mirando a la pared. Tony no se aleja en ningún momento, hasta que Dumb y Dumber vienen por ellos para llevarlos de regreso al laboratorio médico.

Steve no logra entender el código binario que Reed está aparentemente, mostrándole a Tony y solo se sienta en una esquina de mal humor (Bien, está completamente malhumorado) hasta que llega la noche. Es solo cuando son escoltados de regreso a la habitación que Steve siente unos dedos tocarle la muñeca y piensa que Tony va a tomarle la mano de la misma forma en la que horas atrás él tomo la suya en un agarre extraño, pero íntimo que ninguno fue capaz de romper. Sin embargo, Steve solo siente un duro plástico deslizarse contra su palma y sabe lo qué esta sucediendo.

Reed lo logró. Se las ingenió para darle la tarjeta de claves a Tony.

Se cambian de ropa en silencio y cuando se acuestan en la cama, Tony no coloca las sábanas por sobre sus cabezas, sino que rueda hasta esconder su rostro en el cuello de Steve. Y Steve con todas sus fuerzas contiene el estremecimiento que su cuerpo quiere hacer.

— La llave solo puede llevarnos al primer
nivel.— Tony murmura contra su piel. — Lo suficiente para llegar al laboratorio. Quizás podamos encontrar el dispositivo de universos alternos.

Hay un calor donde la boca de Tony ha rozado su cuello, pero es solo un pensamiento extraño. Demasiado extraño para Steve, cuyo cuerpo se siente distinto y desconectado, como si no fuera suyo. Se siente así desde que...(quiere decir que es desde que sostuvo la mano de Tony más temprano, pero tal vez solo es desde que llegaron aquí, o aún peor, desde que despertó con sus brazos al rededor del cuerpo de Tony y Tony acurrucándose contra él.

Maldición. ¿Por que es eso en lo único que puede pensar ahora? Había estado totalmente apenado por haberse despertado aquella vez con medio cuerpo sobre Tony... Alto. Tony tampoco se había apartado. Ahora que lo recuerda, le había devuelto el abrazo. Steve había estado tan ocupado pensando en lo descortés que era abrazarte a alguien que solo compartía la cama contigo por necesidad que no se había dado cuenta de eso.

Pero tal vez Tony solo lo hizo, porque, ¿qué más se puede hacer si tienes un súper soldado de casi dos metros pegado a tu espalda?

— ¿Estás pensativo de nuevo? — Tony pregunta sonando divertido a la vez que rodaba lejos de él. Steve casi se paraliza por un momento, pero... tiene algo que decirle a Tony. Y camuflar su boca en la oscuridad entre el cuello  de Tony parece ser la mejor opción. Además, si quiere probar si su cercanía también lo pone nervioso, esta es la mejor oportunidad.

«Suenas como un acosador, Steve.» se dice a sí mismo. Luego traga en seco y lentamente, muy casual, gira su cuerpo y mueve su brazo sobre el cuerpo de Tony, no tocándolo, sólo flotando encima, para que ante las cámaras pareciera que se estuvieran abrazando. Aparentemente, Steve puede ser un espeluznante acosador, mas no un imbécil manoseador. Por lo menos no si Tony no esta abierto a la idea. Luego, Steve se inclina tanto como puede contra el rostro de Steve para esconder de las cámaras el movimiento de sus labios.

— Si el patrón de guardias es el mismo que la noche anterior, necesitamos esperar al segundo cambio. — Steve indica, manteniendo su voz tan baja como le es posible mientras tensa los músculos de su brazo para no tocar a Tony. — Luego, después del siguiente patrón, hay un espacio de entre cuarenta minutos hasta que los siguientes guardias aparezcan.

Unveil my unsightly heart Donde viven las historias. Descúbrelo ahora