Capítulo 3 parte 1

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*Honybunches: es un nombre cariñoso que dirías a un amado o a una amada. Hoy en día no se usa, pero tuvo su época, evidente en la letra de la canción Motown... "Sugar Pie, Honey Bunch, you know that I love you..."

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Steve suelta un gemido de sorpresa que es ahogado rápidamente por la boca de Tony sobre la suya. Tony empieza a besarlo, aprovechando el momento de sorpresa  para profundizar el beso. Es ardiente, apasionado; Steve puede sentir los dedos de Tony deslizarndose entre sus cabellos en su nuca y se mueve por instinto: empuja hacia delante con sus manos sobre las caderas de Tony mientras lo lleva hacia la mesa más cercana.

Los objetos sobre esta caen al suelo produciendo una cascada de ruido. La boca de Tony se aparta de la suya y Steve está a punto de quejarse, pero simplemente se mueve hacia su cuello y le acaricia la piel con su nariz. Steve se da cuenta de que en realidad Tony lo está oliendo donde momentos antes lo había mordido y que también eso a su cuerpo parece gustarle mucho. Cuando de repente, la puerta se abre y la estancia se ilumina. Steve se tambalea al intentar separarse de Tony, pero los dedos de Tony se clavan en su nuca haciendo que ambos se queden quietos.

Y entonces, el plan de Tony  cobra sentido.

— Oh, — Pepper dice desde la entrada. — Lo siento, señor. — Hace una pausa y alza una ceja. — No sabía que estarían trabajando en lo del portal esta noche.

— Nosotros, uh... — Steve intenta hablar.

— Bueno. No trabajar exactamente, — Pepper dice, aferrando su tablet a su pecho y posiblemente sonriendo. Steve está demasiado avergonzado y excitado como para formular una oración completa. Para empeorarlo, los ojos de Pepper viajan hacia la parte de su cuerpo que sigue vestida. Era una pena que cerrar los ojos y empezar a lloriquear de la vergüenza los delatase.

— No es lo peor que nos has sorprendido hacer. — Tony dice en una aproximación justa a la voz de Stark. Se ríe un poco más y muestra más emoción.

— Señorita Potts, — Steve logra decir por fin recogiendo su camisa. Los ojos de Pepper esta vez se apartan profesionalmente hacia un lado y sí, claramente esto no es algo nuevo para ella.

— Los veré en la sesión informativa en la mañana. — Pepper dice, asiente y sale de la habitación. Y parece que hay una sonrisa de complicidad cuando cierra la puerta.

— ¡Oh, hombre!— Steve dice sin saber que sentir primero. ¿Vergüenza? ¿El fuerte sabor de la excitación? El dolor de no poder volver a sentir ese beso, y probablemente, desde ahora en adelante tener que masturbarse con la imagen de Tony Stark en su cabeza? ¿Todas las anteriores?

— Oh, parece que el hombre tiene razón. — dice Tony  mirando directamente la entrepierna de Steve.

Y claro que la tiene. Steve quiere cerrar los ojos, cubrirse el rostro, encogerse apenado, colocar su camisa sobre su inapropiada erección y salir corriendo. Pero no hace nada de eso. — Solo para que sepas, no planeo gritar ni alardear sobre eso. — Steve gruñe sin poder evitar el sonrojo en sus mejillas. — Tenemos mejores cosas que hacer.

— Vaya. Eso es una pena y un desperdició de ¿que es eso? ¿veintitrés centímetros? — Tony se oye en una combinación entre sorprendido y maravillado. — Ahora puedo ver dónde es que yo podría quedar obsesionado contigo.

— Bien, pues deja de mirar. Y sigue buscando. No nos queda mucho tiempo.— Steve sabe que está siendo muy brusco, pero está demasiado preocupado por la seguridad de Tony y muy ansioso por toda la situación, además de haber sido sobre estimulado ahí abajo

Unveil my unsightly heart Donde viven las historias. Descúbrelo ahora