fake ; larry

Final (2/2)

 El sonido de aviso de su teléfono de un nuevo mensaje lo sacó de todos y cada uno de sus pensamientos.

 Con toda la pereza del mundo, intentó sacar el móvil de sus skinny jeans; estuvo al menos más de cinco minutos intentando sacar el aparato hasta que, después de movimientos de cintura raros y miradas extrañadas de todos los que iban pasando por los pasillos del terminal en ese momento, finalmente pudo tener el celular en su mano.

 El mensaje era de Niall, al leerlo, la sonrisa de Louis se ensanchó lo suficiente como para arrugar las esquinitas de sus ojos azules: “Denuncié al cerdo de tu ex novio y a mi ex novia, no sabes lo bien que me siento. Ahora son prófugos de la justicia, dudo que salgan en un buen tiempo de las rejas. No te harán daño, ni a ti, ni a Harry. No me lo agradezcas ;) (hazlo, de hecho, vivo de halagos) –Ni. x”

 Louis soltó un largo y profundo suspiro nostálgico. Se sentía bien saber que no tendría que tener más por Harry. O por él mismo.

 Ahora no era necesario que fuera hacia Holmes Chapel, sólo sería para hacer sufrir a Harry. Y a él, pero eso no le importaba, había sufrido tanto que ya se había acostumbrado a vivir con ese dolor enfrascado en su pecho, otra decepción no iba a cambiar nada. Aunque sabía que Harry no era una decepción, para nada, de hecho, pero también sabía que llegaría a arruinarlo.

 Porque todo lo arruina. Así es Louis.

 No quería arruinar a Harry también. Aunque de cierta manera lo había hecho, porque Harry lo amaba y lo sabía, todos lo sabían, pero no podía. No era capaz. Tal vez era egoísta, todos lo dirían, todos piensan que es egoísta de su parte abandonar a alguien como Harry, o que es egoísta que se quiera alejar porque no quiere sufrir. ¿Eso lo hace egoísta? ¿Lo hace egoísta cuidarse a él mismo y, de paso, cuidar a Harry de él? Claro que no, y Louis lo sabía, así que le daba igual –o eso intentaba aparentar–. Le daba igual lo que la gente pensara de él.

 Miró el boleto que había comprado para ir hacia Harry y lo dejó en su mochila, partiendo fuera de la terminal. No era necesario, pero había gastado dinero por él y romperlo no sería justo.

 Aunque el fondo no quería romperlo. Quería acercarse al maldito bus e ir hacia Harry. Su Harry, que lo abrazara y le dijera que todo iba a estar bien, aunque sabía que no lo estaba, pero le creería, porque era Harry y Harry nunca le mentiría.

 Louis estaba tan roto que no sabía ya lo que quería, no sabía si ir donde Harry o no ir y… todo era tan complicado.

 El sonido de su teléfono, nuevamente, lo sacó de su lucha interna, pero está vez lo tenía en la mano, así que le fue más fácil contestar.

—¿Aló?

—Hola, bebé —el inconfundible acento irlandés de Niall se hizo presente por el auricular y Louis sonrío—. ¿Tienes tu pasaje?

—Sí.

—¿Vienes o qué?

—Esto…

—No me vas a decir que no vienes, Louis. No seas un maldito cobarde, no sabes lo feliz que le haría a Harry verte, que fuiste ahí por él.

—Pero ya no está Kevin… no es necesario que vaya.

—Si hubiera sabido eso no hubiera hecho nada —Niall suspiró—. Louis, estás siendo un maldito cobarde en este momento. Acepta de una vez que estás enamorado de Harry, que quieres besarlo y mimarlo mucho, que quieres tomar su mano y que todas las personas te miren con envidia porque tienes a alguien como Harry. No seas cobarde y afronta las cosas que te pasan.