『11』

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Entrar al instituto era un infierno, era un caos de emociones y un dolor de estomago interminable.

Los rezagos de todos sus recuerdos recaían siempre que estaba dentro de un plantel académico.

Era un sentimiento de alerta, angustia y vulnerabilidad.

Así que desde que entraba iba a su casillero y casi corría al salón de clases.
Y en la salida su madre iba por él y de nuevo, casi corría hacia el auto.

Al llegar a casa, a su lugar seguro podia ser un poco menos cauteloso y el dolor de su estomago se esfumaba.

Su rutina dentro su hogar era diferente, podia bailar, cantar, pintar o tomar fotos si asi lo deseaba.
No tenia porque estar alerta dentro de su propia casa, donde su madre siempre estaba para protegerle.

Y tomar medicinas tambien era parte de la rutina.
Algo tenia que evitar su suicidio, porque si no fuera por las medicinas que minimizan sus ataques de ansiedad o desprecio hacia si mismo, estaría tres metros bajo tierra desde hace mucho tiempo.

Sus rutinas eran aburridas, pero eran significantes para la supervivencia.

Aún tenía que sobrevivir a los depredadores, aquellos que habían pisado todo lo que algún día fue.

𝐩𝐫𝐞𝐭𝐭𝐲 𝐞𝐲𝐞𝐬 ❁𝐭𝐚𝐞𝐤𝐨𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora