𝐩𝐫𝐞𝐭𝐭𝐲 𝐞𝐲𝐞𝐬 ❁𝐭𝐚𝐞𝐤𝐨𝐨𝐤

『15』

"¿Tae? ¿Estás bien?" pregunta con el ceño fruncido y mirando su cuerpo temblar como una gelatina.

"S-Sí, no te preocupes, Jungkook." murmura por lo bajo, sintiendo cómo la ansiedad lo carcomía y ni siquiera sabia cómo lograba estar de pie.

"Ven, vamos a sentarnos." lo toma del brazo y lo guia hasta la banca más cercana, después saca una botella de agua de su mochila y se la extiende. "Tal vez un poco de agua te calme."

El castaño lo mira con curiosidad por unos segundos antes de aceptar la botella de agua y tomarla apresuradamente, sintiendo como su garganta se abría entre cada trago y su cuerpo se relaja sólo un poco.

"Gracias, después te comprare otra." susurra mientras sube sus piernas a su pecho y las abraza.

"No te preocupes, no es necesario." le sonrió abiertamente y llevó una mano a su nuca, masajeando un poco esta parte para que fuera relajante para él.

Se sumieron en un silencio relajante, donde sólo se escuchaban los latidos de sus corazones y los sonidos del exterior.

Jungkook miro al castaño, pensado en que pasaba por su mente y qué escondía su preciado corazón porque desde el primer momento que lo vio supo que era hermoso.
Sin embargo, sus ojos demostradaban algo oscuro, tanto dolor y sufriento que nunca había visto en una persona.

Y en ese momento sólo quiso llorar y abrazarlo.
No sabia porqué llorar, tal vez porque siempre ha sido muy sensible y no le gustaba que las personas sufrieran. Y eso explicaría también el porque sintió su corazón ser apretado y su pecho con unas punzadas terribles.

O tal vez quiso llorar porque pudo sentir aquél dolor y probablemente por eso quiso abrazarlo, para que el dolor no fuera sólo de él, si no de ambos y que eso pudiera ayudarlo a sobrellevarlo.

"Jungkook..." Volteo a mirarlo con los ojos brillosos y oscurosos de tristeza. "¿Puedes acompañarme a casa?"

Fruncio el ceño extrañado por aquella petición y sobre todo, por sus gestos que seguían tensos y casi rogando por acceder cosa que hizo sin siquiera pensar tanto.

"Claro, igual no pensaba dejarte solo." ríe por lo bajo y le sonrio abiertamente.

"Gracias... Es que mamá no pudo venir hoy, tuvo un contratiempo" dice por lo bajo, bajando la mirada y después se levanta. "¿Podemos irnos ya?"

"Espero que todo esté bien con tu madre" dijo por ultimo antes de levantarse y caminar a su lado.

Sumidos en un silencio agradable y dándole pequeños vistazos de reojo a al castaño.

De verdad era hermoso y delicado, tanto que quería guardarlo en una caja de cristal para que nadie le hiciera daño...

Pero la vida era así, el daño era parte del aprendizaje por más que doliera.
La vida era una mierda, y seguía sin entender el sentido de ella.