____ es una niña con problemas parecidos a los de Nagisa. Tiene un pasado particular, hasta llegar a la clase 3-E conoce lo q es no estar del todo sola.
Es mi primer watt espero y disfrutes!!.
Esta historia es 100% creada por mi, todos los derechos...
- Te sientes tranquila, _____-chan? - dijo una voz que al oírla abrí mis ojos como si fueran dos platos y voltie mi cabeza para ver de dónde provenía aquella voz que me dejó inquieta -. Que pasa, _____-chan? - volvió a hablar.
Mire a mi regazo viendo a aquel gato que me sonreía, lo mire confusa, sin entender lo que pasaba y ahí fue cuando volvió a hablar -. Que? Te comió la lengua el gato? - dijo y se carcajeo, mientras lo miraba impresionada y me animé a hacer aquella pregunta.
- Tu... hablas? - dije sin creerme a mi misma que hablaba con un gato.
- Claro que hablo y puedo hacer muchas otras cosas más - dijo mirándome con aquella sonrisa y su voz con diversión -, quieres ver? - pregunto mirándome expectante, asenti no muy convencida.
Y en ese momento vi lo que creía imposible.
El pequeño gato se convirtió en un niño, se veía de unos doce o trece años y me miraba con la misma expresión divertida y con esos grandes ojos.
(Es algo asi) (quien entendió, entendio)
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Tenia piel tan pálida como la luna, ojos morados como amatista y pelo negro como medianoche, traía unas ropas de, como la edad media o parecido, una corbata mal puesta, una "capa" por haci decirlo que la sostenía un precioso broche de oro, que formaba una gran estrella como rosa de los vientos y colgando una pequeña llave, también, traía con sigo un libro con un haz de piko en la portada ♠️.
- Sorprendida, no es así? - dijo mientras se miraba de arriba a bajo haciendo poses, mientras flotaba por el acantilado.
Yo no sabía como reaccionar, estaba más que impresionada.
- Quien... quien eres? - pregunte nerviosa al animal... niño... ¡hay lo que sea que fuera esa cosa!.
- Quien soy, preguntas? Te diré, soy Cheshire, el gato sonriente - dijo quitandoce nuevamente el sombrero mientras hacía una especie de reverencia tomando mi mano y besando la, al terminar su acto hable.
- Pero, como... como es posible? - dije aún más confundida, solo lo había visto en los cuentos que me contaba mi madre de pequeña.
- Preguntas mucho, cariño. La pregunta es, quien eres tú? - me dijo bromista mirándome a los ojos.
- Soy... _____, _____ Sunoda - dije aún mirándolo con una gran confusión.
- Bueno, _____-chan. Te contaré un poco de mi, aunque me parezca a un niño, realmente tengo miles de años luz y eh estado en todos lados, desde los desiertos más calurosos, hasta en los bosques más enredados que has imaginado - dijo mientras, como si fuera de alguna obra o actuación de todo, desde los desiertos, hasta los bosques.
Yo seguía boquiabierta sin saber que decir o que hacer -. Y pues querida, te estaba diciendo... ¿¡Pero que es lo que te a pasado en el ojo!? - dijo preocupado mientras me agarraba la barbilla con delicadeza y voltiaba despacio mi cara para examinar aquel moretón-. Sabes que se necesita para curar una herida así? - pregunto volviendo a sonreír, aunque esa era más tranquila y alegre, correspondi su sonrisa y negué moviendo la cabeza sin quitarle la mirada de encima -. Se necesita pensar en positivo y tener en el rostro con una gran sonrisa - decía el con gran alegría -, haber, intentalo. Sonríe! - dijo.
