Capítulo II

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Que ingenuo fui
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Cuando el encanto de mi llegada a Hogwarts se acabó,la burbuja de fantasía y felicidad que me envolvía explotó y mi mundo entero se fue abajo, había salido de un infierno para entrar a otro,los problemas comenzaron cuando me entere de que aquel elegido del que todos hablaban era yo,mi destino ya había sido decidido desde antes de mi nacimiento por culpa de una profecía que proclamaba que debía luchar a muerte con un mago oscuro llamado Voldemort más conocido como "el que no debe ser nombrado" quien según me habían informado era cruel y despiadado,y cuya mente estaba tan retorcida que fue capaz de dividir su alma en fragmentos para poder vivir por más tiempo a pesar de que con ello su aspecto se deformaria en algo sombrío y aterrador,era conocido como un ser capaz de todo con tal de lograr sus planes, incluso si eso implicaba tener que asesinar a un bebé y a su familia, yo siendo tan joven tenía el destino del mundo mágico sobre mis hombros y a un lunático tras mi cabeza,pero como podía luchar por algo que acababa de conocer, apenas había llegado al mundo mágico y ahora debia salvarlo arriesgando mi propia vida en el camino,al principio acepté mi título como "Salvador del mundo mágico" porque pensé que me iba a traer algún beneficio pero solo me acarreó miseria,no podía tener la vida de un chico normal,no podía disfrutar nada,ni siquiera podía hacer algo tan simple como relajarme,se suponía que alguien de mi edad solo debía preocuparse por divertirse con sus amigos y no ser descubierto por los maestros cuando hacía un travesura,pero yo debía estar alerta cada minuto de mi vida porque en el momento menos pensado aparecería alguien queriendo asesinarme,prácticamente vivía en la enfermería, para mí se había convertido en algo rutinario ser secuestrado,torturado, humillado,y ultrajado sin ninguna clase de piedad,pero en ese entonces no podía hacer nada para evitarlo,solo era un simple niño huérfano al cual habían obligado a asumir una responsabilidad tan grande,cuyas consecuencias estaban completamente fuera de su control.
Con el tiempo me acostumbré a la vida del "niño que vivió",a esa vida miserable llena de dolor, sufrimiento y melancolía,me sentía tan solo,ni Hermione ni Ron eran realmente buena compañía, alguna vez creí que de verdad sentian cariño por mi,y me consideraban familia,pero solo estaban conmigo por la fama que les brindaba el ser amigos del salvador del mundo mágico,el gran Harry Potter,pero nunca demostraron siquiera que yo les importaba,si alguien me atacaba ellos solo se hacían a un lado y me dejaban a merced del peligro, pero ellos no tenían ningún incoveniente en poner su perfecta fachada de amigos preocupados y gritar a los 4 vientos que eran mis mejores amigos, que siempre me ayudaban a luchar contra Voldemort y sus mortifagos y que me habían salvado la vida innumerables veces,cuando la verdad es que ellos no movían ni un dedo por mi.

Hubo días en los que el peso de los años me hacía sentír tan miserable, como un pedazo de basura que debía ser desechado,no había nadie a mi lado que me apoyara,que me orientara,que me enseñara a poder defenderme de los ataques que sufría a diario,o al menos  que demostrara algo de cariño,solo quería dormir y jamás despertar,la depresión era algo muy duro con lo que tenía que lidiar,pero lograba reponerme con la idea de que algun día lograría encontrar a alguien que de verdad me amara pero como era de esperarse debía volver a la realidad,y enfrentarme a mis problemas,tenía más cosas en que pensar además de Voldemort,como lo es la tortura que vivía a diario por ser un Gryffindor,cuando elegí  ser un Gryffindor pensé que allí estaría bien,que todos los de la casa de el león serían leales y honrados, pero qué estúpido fui,no me pude haber topado con personas más traicioneras y venenosas que ellos,disfrutaban saboteando a todos lo que demostraban tener talento,humillaban a cualquiera solo para sentirse bien,tomaban todo lo que podían de ti y luego te apuñalan por la espalda, más de una vez intenté exponer la verdadera cara de los leones,pero el favoritismo que tenía el Director Dumbledore por Gryffindor era tanto que así  hicieran algo imperdonable a un miembro de otra casa o de la misma,no les daban ningúna clase de castigo,al contrario,el director los defendía con fiereza e inventaba alguna tonta excusa para tapar a sus leones, como que los habían provocado,que lo hicieron por accidente o cualquier cosa que se le pudiera ocurrir, él era capaz de hacer de todo con tal de defender a su preciada casa y si a quienes habían lastimado eran las serpientes de Slytherin podian llegar incluso a ser recompensados porque según Dumbledore había que poner a los villanos a raya,cuando los verdaderos villanos vestían de amarillo y rojo y portaban el emblema del león en sus túnicas.

La Serpiente más deseadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora