Capítulo IX

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2 años atrás

Los días transcurrían rápido, y la relación que mantenían Adrien y Marinette mejoraba con cada uno de ellos, aunque Marinette constantemente se sentía culpable.

Sabía que debía terminar con todo aquello, Adrien saldría lastimado si seguía dándole esperanzas...y a quién engañaba, ella también saldría lastimada.

Con el pasar de los días nuevamente su corazón comenzó a latir por Adrien, claro que aún estaba Chat...Chat, quién jamás le envío otro mensaje... quién no la trato de contactar...aún amaba a ese gato, pero Adrien, él se estaba esforzándo y cada uno de sus intentos lograba que el corazón de Marinette latiera cada vez más rápido, aceptandolo más y más.

Por eso era tan difícil, Marinette sabía que todo aquello terminaría en un par de semanas, ella debía cumplir su misión e ir al templo de los miraculous para entrenar y ser guardiana...para ayudar a la señora Agreste...para olvidar a Adrien... pero como hacerlo si él estaba allí, frente a ella, hablándole del futuro que imaginaba, un futuro junto a ella.

Le dolía saber que lo dejaría en poco tiempo, le dolía saber que no había sido lo suficientemente fuerte como para evitar que él insistiera en intentar conquistarla. Todo hubiera sido más fácil si él hubiera tenido vacaciones normales, pero al parecer se quedaría el tiempo necesario, o al menos eso le dijo y ella...¿cuántos años deseo estar así con él?...tal vez no eran una pareja, pero se acercaban bastante a una...salían, iban a citas, hasta dormían juntos, aunque jamás han sobrepasado el límite...no desde aquella noche.

Marinette se sentía culpable...porque aunque quisiera negarlo, comenzaba a amar nuevamente a Adrien...y lo único que quería en este momento era renunciar a todo y quedarse con él, pero no podía, al igual que no podía seguir mintiendole a Adrien. Debía decirle que en algunas semanas más deberá partir hacia otro lugar, recalcando que debía hacerlo sola, ¿Pero como hacerlo sin romper su corazón y de paso el suyo?

Marinette sentía que se le acababa el tiempo, aunque técnicamente eso era verdad, cada día que pasaba se acercaba más al día en que debía irse de América rumbo a China, y luego al templo...

El tiempo que pasaba con Adrien era lo mejor de su día, le encantaba estar con él. Por eso era tan difícil hablar acerca de su viaje, no sabía cómo hacerlo. Cuando decidió aceptar el trabajo en Nueva York fue más fácil, porque a quienes debió informar acerca de ello fue a sus amigos, pero ahora Adrien no era solo su amigo, aunque no había aceptado poner alguna etiqueta a su relación, no podrían calificar a esta como una amistad, no cuando ambos habían admitido que lo que sentía por el contrario era más fuerte. Marinette siempre fue cautelosa al hablar de lo que sentía con Adrien, siempre dejó en claro que no era el único en su corazón, pero con el paso de las semanas esa excusa era más para ella que para él, debía poner algún límite.

Veía como la lluvia caía y golpeaba el vidrio en su ventana, todas sus preocupaciones ya no la dejaban dormir, obligándola a levantarse antes del amanecer. Era una sensación similar a lo que sintió cuando comenzó su plan para derrotar a Hawk Moth, la misma inseguridad de si estaba tomando el camino correcto. Su cabeza le aseguraba que sí, que ya lo había decidido y no podía dar marcha atrás, pero su corazón se apretaba...será peor si decides retractarte, recuerda que de no hacerlo deberás renunciar y probablemente te pasará lo que le pasó a Fu...su conciencia le recordaba ese pequeño, pero importante, detalle. No quería olvidar, no estaba segura que es lo que recordaría y que es lo que olvidaría, pero eso le aterraba...es por eso que debo terminar con todo ésto, será mejor ahora... entre más luego nos separemos más fácil será irme, Pensó Marinette, decidida a terminar ese mismo día con la pseudo relación que mantenía con Adrien.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando sintió que la abrazaban por la cintura, y la cabeza de su compañero de piso temporal se acomodaba al lado de la suya, apoyándose en su cuello

-¿Desde cuándo te despiertas tan temprano?- preguntó Adrien con una voz que delataba su somnolencia- te ves hermosa, por cierto- dijo girando su cara para así poder apreciar el rostro de Marinette, quién lo miraba con ojos brillosos

-¿Pero que dices?- Marinette respondió con una voz débil, la cual reflejaba su estado de ánimo- no desperté mucho antes que tú, debo verme horrible

-Siempre eres hermosa Marinette- dándole un beso en su mejilla y afirmando su agarré- y me encanta verte de esta manera cada mañana- Adrien habló de manera más seria, Marinette trato de darse la vuelta para quedar de frente al rubio- me encanta como te ves por las mañanas, por las tardes, por las noches...

-Eres cursi- Marinette dijo mirándolo a los ojos, con una pequeña sonrisa, Adrien siguió

-Me encanta cuando hablas, también me gusta cuando callas, porque eres capaz de hablar con solo tu mirada, me encanta tus expresiones- alejándose un poco para sonreír ante lo que diría- incluso las que parecen matarme por hacer algo que no debía...

Marinette quería decir algo pero al observar a los ojos a Adrien quedó atrapada en la profundidad que reflejaban, Adrien volvió a acercarse a su rostro, al punto de rozar sus labios- me encanta la sensación de tus labios contra los míos, y sentir tus latidos sincronizados con mis latidos- dijo para finalmente robar un pequeño beso que dejó algo desconcertada a Marinette

-Me encanta la sensación de tenerte en mis brazos, el sonido de tu voz, el tacto de tu piel- acercando su nariz hasta la curvatura de su cuello, rozando la extensión de este y hablando en su oído- me encanta el olor que tú piel posee, a decir verdad me vuelve loco y me desquicia...- dijo en un susurró que hizo estremecer a Marinette

Adrien al darse cuenta de el reacción sonrió, y luego agregó- me encanta como te estremeces con cada roce - mordió el lóbulo de su oído, haciendo que Marinette diera un pequeño jadeo- me encanta la respuesta de tu cuerpo ante mis palabras y acciones- sin resistirlo más Adrien comenzó a repartir pequeños besos por el cuello de Marinette mientras ella disfrutaba de aquello mientras alzaba sus brazos para rodear el cuello de Adrien.

-me encanta como te queda mi remera- dijo unos segundos después, con una voz seductora, tomando el borde de la remera que cubría a Marinette y alzandolo por sobre su cabeza- pero más me gusta como te ves sin ella- dijo, aún repartiendo besos por su cuello, Marinette se encontraba perdida en las sensaciones que le generaban las palabras y acciones de Adrien ... debo parar esto, se recordó...o puedo dejarlo para después, habló esa parte irracional que salió nuevamente a flote al sentir los labios de Adrien sobre los suyos dándose cuenta, también, que se encontraba en ropa interior siendo alzada por el rubio quién la tenía sujeta por los muslos mientras ella lo rodeaba su cadera con sus piernas...mañana...mañana terminaré con esto, fue su último pensamiento racional antes de corresponder al beso.

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