No te atrevas

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El señor de traje me tendió la mano para pararme de la silla, pero solo le volteé la cara y me pare y en seguida volteé al pegelagarto de Brandon que se había sentado en la mesa jugando con la navaja – Cuando se corte quiero ver-. Visualice bien al hombre de traje blanco, se podría decir que tenía uno sus 40 años, tenía el pelo de un color blanco plateado, tenía un físico mejor que el mío con qué razón estoy aquí.

-Por cierto, soy el señor Rafael, un gusto conocerte Lorena. –Valla que tipejo, estaba interesado en que yo hablara.

Solo le levante los hombros para responderle a una pregunta tonta. ¿A quién se le ocurre preguntar si estoy bien? Si me acaban de secuestrar, no le encuentro falla a su lógica la verdad.

- Está bien, sígueme.

- Claro que no.

- Chicos...

Rayos cuando dijo eso los pegelagartos de Brandon y Dylan me agarraron cada uno de un brazo y me levantaron, así que me los quite de encima y empecé a caminar detrás del señor Rafael y detrás de nosotros estaban los dos inútiles.

Yo estaba concentrada en ver como se encontraba Nero, él estaba tranquilo y se posiciono en mi hombro, pero sentí que me estaban viendo y era así, Dylan me estaba viendo, tenía una cara muy ¿Tierna? –Oooo no eso sí que no querida ¿Cómo puedes tener ese tipo de pensamientos es estás circunstancias? Esta vez no seas bipolar Lorena. –

Mi gran historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora