Nuevo Comienzo

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Tenía que concentrarme en no ver con otros ojos a cualquiera de los chicos de la pandilla, no podía permitirme algo así, ya que gracias a ellos he perdido a mi familia y la alegría que tenía en mi casa con mis hermanos y padres.

- Espera aquí. –El señor Rafael entró a una habitación.

No le quise responder así que me quedé parada. No pasó mucho tiempo cuando volvió a salir, al parecer estaba contento por algo.

- Entra... pero ni se te ocurra contestarle al jefe.

- Como sea.

Al entrar a la habitación una persona sentada en una silla de cuero blanco aguardaba mi entrada. Un hombre ya se encontraba sentado en la silla de cuero blanco, detrás de un escritorio con un arma y un papel, pero el hombre estaba vestido con un traje gris muy elegante y obviamente caro, pero no podía ver su cara gracias a que un pasamontaña cubría su rostro.

- Como que te estabas tardando en despertar ¿No? Querida Lorena.

- Creo que sus pelmazos tienen la culpa.

-Bueno niña, yo no tengo paciencia para estos juegos ridículos. Así que te diré y te dejaré en claro porqué estás aquí y cuál será tu posición.

¡Hay carajo! ¿Ahora que aré?

- Yo no tengo que hacer nada para usted y mucho menos para esta pandilla.

- JAJAJA, valla que de comediante tu no sirves. –No pues se cree gracioso también- Te estoy hablando en serio niña. O acaso ¿No recuerdas las reglas? Si te atrapo eres parte de esto y SIN marcha atrás. O que ¿Quieres que te reemplace con algunos de tus hermanos?

Las malditas reglas si me acordaba de cada una de ellas, son pocas, pero las odiaba tanto, pasaron por mi cabeza cuando lo menciono

1. Entras a este barrio por tu propia voluntad

2. Cada niño o adolescente que esté afuera sin vigilancia está expuesto a ser parte de la pandilla

3. Si la policía llega al barrio todo corren hacia el lago

4. No retar a la pandilla

5. Si te pedimos algo lo tienes que dar.

6. Si te rehúsas a cumplir mueres

7. Quien llame a la policía muere

8. Las reglas las ponemos nosotros.

- Ni te atrevas

- Retame

Podía ver sus ojos negros perfectamente y dentro de ellos se notaba que él no tenía sentimientos y mucho menos alma. No podía dejar que algunos de mis hermanos pasarán por algo así y fue por eso que lo seguí escuchando.

- Perfecto, niña. JAJAJAJ, necesito que leéis esta hoja.

La hoja consistía en cuál era mi función en la pandilla, que podía hacerles una carta a mí familia, pero no podía mencionar nada de la pandilla y sus reglas, pero me llamo la atención un párrafo y una regla en especial.

Después de pasar 4 meses en entrenamiento la pandillera deberá de cumplir con misiones con éxito y rapidez sin NINGÚN PROBLEMA.

REGLA 15: La pandillera no tiene permitido volver a su casa que no sea por despedida antes de morir

¿Qué ocurriría de mí y mi libertad? Pero lo más importante ¿Qué ocurría con mi familia?

- Explícame la regla 15. – De verdad necesitaba saber en qué consistía. Tenía que poner mucha atención.

- Perfecto. La regla 15 consiste en que tú no volverás a ver a tu familia. La única excepción es si estás en peligro de muerte de lo contrario no le puedes decir dónde estás o con quiénes estás de lo contrario todos mueren – Eso si me daba miedo no lo podía creer.

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⏰ Última actualización: Jun 12, 2020 ⏰

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