Mi gran historia

¿Quién soy Yo?

Mi nombre es Lorena Johnson y tengo 17 años y vivo en las afueras de una de las ciudades más pobres del país en un barrio en donde la mafia prevalece y en donde el miedo predomina.

Vivo con mi madre Laura y mi padre Scott y mis tres hermanos menores: Max de 3, Sofía 7 y Lucas de 10.

A pesar que vivamos en la pobreza el amor de nuestra familia aún está intacta, pero a veces el hambre, el frío y el estudio es uno de los factores que no nos dejan vivir tranquilos.

Antes de quedar en la pobreza nosotros vivíamos en una buena cuidad, bueno tampoco era una mansión o algo parecido, era una casa pequeña pero sencilla en al cual todos cabíamos perfectamente hasta nuestro mono Nero vivía bien- Y si teníamos un mono, un mono ardilla para ser más específico, lo adoptamos con todo y pulgas ya que él había vivido en un circo y no era el mejor hogar para Nero ya que abusaban de él, así que lo rescatamos y hasta ahora a ha sido una de las mejores mascotas del mundo.-

Mis padres trabajaban en una de la empresas más estables y ricas del mundo –Bueno eso era lo que se pensaba- El sueldo que ganaban bastaban para todos los gastos de la casa y una que otra vez para salir de paseo o comer un helado, pero siempre teníamos un respaldo económico en caso que necesitáramos. Pero lamentablemente la empresa tenía relaciones con la trata de personas y todos los trámites y el dinero que generaba la empresa era por medio de la trata. Y la vida estable y bonita que teníamos se acabó, fuimos perdiendo cada cosa de valor para poder sustentar las cosas de la casa, pero, así como conseguimos el dinero con las cosas así es como se fueron.

Nos tocó tomar varias decisiones en las cuales a pesar que no nos gustara teníamos que realizarlas, como que todos teníamos que dejar el estudio, ya que en la escuela ya no nos dejaron seguir sin pagas las colegiaturas atrasadas. Y nos tocó mudarnos a uno de los barrios más peligrosos, violentos y mafiosos que nosotros habíamos visto, pero simplemente no nos tocaba de otra. Había que hacerlo y ya.

En ese momento tenía 15 años y fue muy difícil porque no entendía al 100% lo que estaba pasando, pero tenía que madurar y crecer muy rápido ya que tenía que cuidar a mis hermanos mientras mis padres asistían a la corte para deliberar su juicio y comprobar su inocencia. Pero bueno yo tenía que cuidar a mis hermanos y lo más importante no tenía que dejarlos salir, ya que en ese barrio existe una de las pandillas más peligrosas "Los gobernantes" y para que la pandilla tuviera más personas convencían a los niños o incluso los secuestraban para que fueran parte del grupo y yo no dejaría que mis hermanos pasaran por eso. ¿A qué niño le gustaría ser parte de eso? Tener que cometer delito con tal de conseguir dinero y drogas es cierto la necesidad es mucha, pero se puede conseguir trabajando honestamente, pero mientras tanto yo tenía que ser papá y mamá a la vez.

"Los gobernantes" Es una pandilla en la cual se especializa en contrabandear droga y asesinar a las personas que no cumplen con los pedidos solicitados. Para el ellos lo más importantes para es el barrio, pero no en el sentido de protección sino porque cuando la policía llegaba para hacer cateo o control, la pandilla les declaraba la guerra, la pandilla sabe cuándo la policía va a llegar así que, algunos integrantes de la pandilla salen de sus cuevas y van dejando a cada puerta juegos de ropa negra, tapabocas, gorras y lentes oscuros y dejan un papel diciendo: TOMALO Y PONTELO. Lo que significa para nosotros que en 30 minutos viene la policía, cuando estamos listos, la pandilla tira un explosivo que indica que tenemos que salir corriendo hacia el parque que está unido con una parte del bosque, lo malo es que los únicos que corremos peligro somos nosotros, porque la pandilla se resguarda en nuestras casas y escondites secretos que ellos tienen y como todos estamos vestidos iguales la policía no puede ver quien es quien en realidad y a veces algunos de nuestros vecinos y amigos mueren durante el enfrentamiento. Si nos reusamos a salir la pandilla nos mata. El lema de la pandilla es: Lo que ordeno quiero verlo o la muerte les deseo. Y crean me que si cumplen...

Hoy es mi cumpleaños número 17 y estoy feliz de poderlo celebrar, aunque sea con el abrazo de mi familia y Nero.

A pesar que mi familia está feliz por mí, yo me siento triste porque no puedo hacer nada para ayudar a mis padres, quisiera mudarme de aquí, quisiera que mis hermanos tengan una buena educación, que ya no nos preocupemos más por el dinero y muchas cosas más, pero no, no consigo trabajo ya que cuando me preguntan mi ubicación y la digo solo me dicen las típicas palabras: "Nosotros la llamaremos".

Entro a mi cuarto que está al otro lado del patio, por suerte es el único cuarto que está ahí, mis padres lo construyeron para que tuviera un poco de privacidad y libertad. Cuando entro una mezcla de tristeza, odio y remordimiento me invaden y empiezo a llorar. Pero siento que alguien me observa. – Siempre puedo sentir cuando alguien me observa, es un gran don, pero no tanto cuando te quieren dar una sorpresa- ¿Y quién me observa? Max.

-¿Po que llolas?- Su manejo de las palabras me causa ternura y me saca una sonrisa.-

-No claro que no estoy llorando. Es que me golpeé. - Claro que gran forma de tapar una mentira esta pequeño, pero no es tonto-

-Mmmmmm no tu mentil, tu mentil. –Hace un puchero tan lindo que no me deja de otra que decir la verdad, pero alterada. -

-Es que yo quería un regalo como los de antes. –Claro que él y si apenas sabía que era un regalo ya que él nació cuando nosotros ya estábamos en quiebra. –

-Ooooo, mmmm, no llolal Lolena no, yo hice legalo pa ti.

En sus manitas se encuentra una especie de envoltura. Cuando Max me lo entrega, me llevo una enorme sorpresa. Y no era una envoltura era un calcetín de él en donde se encontraba lo que parecía era una pulsera echa de hilo para pescar y varias pelotitas cafés que iban en el hilo, pero no fue solo eso lo que me sorprendió si no que fue el pedacito de madera que colgaba como dije en la pulsera, no sé como, pero tenía la L de Lorena y la M de Max.

-Pero ¿De dónde lo sacaste?, ¿Cómo fue que lo hiciste?, ¿Quién te ayudo?

-Yop, ammm yo y Nero.

-De verdad. Gracias Maxi. –Tomo en brazos a mi hermano y lo abrazo tan fuerte que pide que lo baje.

-No sabes cuánto te lo agradezco. –Le doy un beso en la mejilla y lo dejo ir.-

Ese niño si que es una ternura. Lo amo al igual que a mis otros hermanos. Él hizo que toda la tristeza que tuviera se fue así que me puse mi nueva pulsera y me acosté en mi cama y caí profundamente dormida.

Al día siguiente me dieron ganas de levantarme temprano. Fui al patio para jugar con Nero y darle algo de comida, pero mientras más lo llamaba menos lo encontraba. Me trepe al árbol en cual siempre se escondía pero no estaba, pero lo que si estaba era una nota:

SI QUIERES QUE TU MONO SIGA VIVO TIENES QUE LLEGAR A LA CASETA DEL LAGO.