Capítulo 3

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Capitulo 3

—¡ No metas tu asquerosa cuchara en mi helado Joss! – Me quejo molesta.

El rueda sus ojos– ¡Tarde!– Dice con un falto tono lastimero mientras se lleva la cucharada de helado que me quito a la boca.

Lo miro furiosa y este solo ríe con cinismo.

—¡Chicos ya paren de pelear, por favor!– Suplica Aslhey.

Joss me saca la lengua y yo decido ignorarlo, he tenido suficiente de el en todo el día.

Nos encontramos todos en el sofá de la sala viendo una película "Si tuviera 30" es la película favorita de los tres, sí del rubio también, de hecho somos las únicas que guardan su oscuro secreto según el, puesto aunque Joss aparenta ser frío y egocéntrico, es un chico con sentimientos cálidos que ama las películas de amor, incluso más que la serie de películas de Marvel, del cual es muy fan.

observo a mi abuela dormida en el sofá individual, es gracioso que siempre se duerme después de quince minutos de película.

El rubio a mi lado se acomoda en el sofá colocando su cabeza en las piernas de Ashey y sus piernas encima de las mías, quedando acostado a lo largo del sofá negro de la sala en el cual estamos sentadas.

Lo observo indignada, cuando me voy aquejar él habla – Shuu Lea, viene mi parte favorita – Dice mientras Aslhey sonríe y acaricia su rubio cabello.

Le dirijo una mirada de fastidio a la pareja y me concentro en la película.

Hasta que caigo en cuenta de su acción, observó de nuevo hacia mis piernas, mirando curiosa las piernas de Joss cubiertas por su mono de ejercicio gris.

Quedo pérdida en mis pensamientos por unos minutos, no sabría cuantos observando tal descubrimiento emocionada, hasta que la pareja se da cuenta.

— ¿Estas bien Lea? – Pregunta Aslhey con su acostumbrado tono dulce.

Joss me observa con fastidio y vuelve su mirada a la película, mueve un poco sus piernas incómodo y allí cae en cuenta de que es lo que me tiene tan extraña.

Abre sus ojos con sorpresa incorporándose en el sofá sentándose bien, busca el control del televisor y coloca la película en pausa – Lea, lo siento, no me di cuenta – Se disculpa angustiado.

Al ver que no respondo y que solo me he quedado en una especie de Shock se angustia más – Lea, pequeña ¡Reacciona, por favor! – El rubio se ve asustado.

Quiero decirle que estoy bien, que lo que me tiene navegando por el planeta de mis pensamientos no es que él me haya tocado, sino el hecho de que no vomité.

Aslhey se levanta del sofá sentándose de cuclillas frente a mi –Lea, nena concentrate ¿si? Estamos aquí contigo amiga – Explica con cariño mirándome fijamente mientras acaricia mis brazos con ternura.

Joss a su lado se ve imponente, en sus ojos observó su culpabilidad al haberme tocado sin querer, al mismo tiempo persivo su lucha por saber que hacer, esa lucha que se pasea en sus ojos siempre que esta conmigo, no sabe si acercarse o si alejarse, solo quiere ayudarme y no tiene idea de como.

— Amiga respira ¡Vamos! Respira hondo–Ordena con voz suave– Eso, así ¡Muy bien! – Me felicita cuando le obedezco con una leve sonrisa.

Respiro hondo un par de veces mas, cierro mis ojos y vuelvo abrirlos un poco mas tranquila – Joss tocame – Suelto sorprendiéndolos a ambos.

Estiro mi mano hacia el rubio y este me mira perplejo.

— Lea, acabas de tener un ataque de pánico, no creo que sea buena idea– Explica Aslhey con ternura.

Niego estresada sin querer hablar, fijo mi mirada en Joss mientras sigo con mi mano alzada en espera que la toque.

El sale de su estado de perplejidad – ¡Te has vuelto loca Lea!– Exclama confundido.

Los miro mal a ambos levantándome del sofá, me acerco a él molesta, tomo su mano juntandola con la mía, ambos me miran espantados, Aslhey se levanta y se coloca junto al sofá donde esta mi abuela cubriendo sus ojos esperando que inunde la sala de vómito.

Pero eso no pasa, el rubio parpadea sin poder creerselo, tantas veces que intentamos lo mismo y jamas había funcionado.

Emocionada, tomo su mano con la mía y le doy dos leves apretones, sintiendo el tacto frío del rubio, las náuseas, el miedo, la ansiedad y el sudor frío no aparecen en ningún momento, sin poder evitarlo suelto un par de lágrimas.

En 7 años nunca pude siquiera tomar la mano de mi mejor amigo, de mi héroe, mi defensor egocéntrico.

Aslhey descubre sus ojos al no oír ningún indicio de que vomité, nos observa curiosa sin poder entenderlo.

Una vez el entendimiento llega s sus ojos, pequeñas lágrimas cubren su rostro de porcelana, se acerca a nosotros y los tres por primera vez en siete años, nos damos un abrazo.

Un momento único, un momento que guardare en mi corazón como uno de los recuerdos mas cálidos que podre tener en esta vida.

Tal momento se ve interrumpido por el sonido del timbre del apartamento, el cual hace que mi abuela abra sus ojos y pegue un leve brinco de sobresalto.
Nos observa sorprendida y sin poder creerlo.

— ¿Joss esta tocando a Lea? – Pregunta anonadada, pasea la mirada por la sala buscando rastros de vómito, al no encontrarlo se sorprende aun más.

Solo subimos y bajamos los hombros con desinterés al mismo tiempo y sonreímos con lágrimas en los ojos.

— ¿Pe...per...Pero como sucedió? – Pregunta.

Es Joss quien se anima a responderle –Mar, nadie puede resistirse a mi, eso fue lo que paso – respondiendo como solo él sabría hacerlo.

Niego riendo por su comentario totalmente fuera de lugar, el timbre vuelve a sonar, me apresuro a ver quien es, por la prisa abro la puerta descuidada sin ver por la mirilla encontrándome el par de ojos grises mas bonitos que haya visto, reconociéndolo de inmediato,Nahim.

Debo reconocer un hecho que no note en la heladería, y es que sus ojos me vuelven mas tonta de lo que acostumbro ser.

Me quedo allí, con la puerta de  par en par, solo observándolo, deleitándome con su presencia.

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