Capítulo 34: Parte 4/5

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Narra Lodo:

Ya habían pasado varias horas cuando por fín nos avisaron de la habitación compartida en donde se encontraban Jorge, Diego y Mechi.
Tini y Rugge seguían distantes, parecían otras personas, cada que uno se levantaba, para cualquier cosa, el otro lo seguía. Xabi había dicho que si era realmente importante ellos nos lo contarían en su momento, pero yo no me sentía muy convencida.

Cuando caminabamos por los pasillos en camino a la habitación, ambos iban detrás de Xabi y mio, musitando palabras que no lograban llegar a mis oídos.

- Deja de intentarlo - dijo Xabiani, viendome de reojo
- No estoy haciendo nada
- Lodovica, llevas todo el camino intentando escuchar lo que están diciendo - me reprendió
- Y me culpas?
- Bien, siquiera ya lo admites
- Xabiani, ellos nos están ocultando algo y...
- Están en todo su derecho, no porque sean tus amigos estan obligados a contartelo todo - me interrumpió - Lodo, déjalo, ellos pueden secretear cuanto quieran.

Y él tenía razón, yo no tenía porque escuchar, ellos podían guardar sus secretos, y yo debía permanecer como lo que era, su amiga, que estaba tan desesperada como ellos.

Llegamos a la habitación cuando estuve frente a la cama de Diego, pude escuchar el grito ahogado de Tini, me giré para verlos, ella estaba frente a la cama de Jorge, con las manos sobre la boca, lloraba, sin apartarle los ojos de encima, Xabi tenía la mano de Mechi entre las suyas y Ruggero...él permanecía en el umbral de la puerta, su mirada hacia Mer, desde mi lugar podía notar como su quijada estaba apretada, sus manos tomaban con fuerza el marco de la puerta.

Me encaminé hacia él y lo tomé por los hombros.

- oh Rugge, deja de torturarte
- yo no...
- Ruggero, no importa cuanto lo niegues, la amas, y no mereces castigarte
- Fue mi error Lodo, últimamente solo cometo errores
- no digas eso...

Se escuchó un ligero golpe, Rugge despegó su mirada de la cama de Mer y la posó en Tini, la pobre estaba tirada de rodillas sobre el suelo, los sollozos se habían convertido en un llanto incontrolable, Rugge me dedicó una sonrisa triste antes de salir corriendo en dirección a Tini, puso sus brazos sobre los de ella, bajando las manos del costado de Jorge.

Rugge había empezado a mecer a Tini, ella parecía tan chiquita al lado de él, no pude evitar sonreír ante la imagen, él era como otro hermano mayor para Tini, la cuidaba, llevaba haciéndolo todo el día...y yo que había actuado toda dramática ante ello.

Sentí la mirada de alguien más encima mio, me giré hacia Xabi, pero él acomodaba el cabello de Mer mientras ella permanecía dormida, busqué la mirada de Tini sin éxito, su cara seguía escondida entre el pecho y los brazos de Rugge, el cual miraba al inconsciente Jorge con mucha preocupación, volteé hacía la última cama, Diego me miraba con una diminuta sonrisa en su cara, no lo dudé ni un segundo y corrí rumbo a su cama.

Narra Rugge:

Las siguientes noches fueron algo pesadas, Tini lloraba todos los días y la única forma de calmarla era meciendola hasta que se durmiera, ella aún no sabía que me iría, no podía decírselo ahora, su mundo completo se caía a pedazos y ella sentía la culpa caer sobre sus hombros, decirle que la dejaría no era correcto, mínimo no ahora.

Lodo a su vez permanecía al lado de Diego, si él necesitaba algo ella se lo conseguía, además de actuar cómo una increíble novia, trataba de actuar cómo una excelente madre para el resto de nosotros, ella parecía empezar a creer que me quedaría, pero no podía hacerlo, ver a Xabi ayudarle en todo a Mer era algo que realmente dolía, ambos se dormían tarde por las tardes, fingiendo que eran sus noches porque no podíamos quedarnos en ellas.

Amor fuera de escena - Jortini, Dievica y RuggechiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora