Harry me tendría que esperar por dos horas, por que yo tenía que ir a trabajar a la cafetería que me quedaba a dos cuadras de la universidad. No podía fallar, por que gracias a eso yo ganaba el dinero suficiente para sobrevivir en Londres. Así que luego de la ducha nos tuvimos que ir hacia la cafetería, obviamente Harry iba encubierto. Unos grandes lentes de sol cubrían sus ojos, un polerón que había encontrado en su auto lo tapa cien por cien, y en cuanto llegamos a la cafetería me espero tranquilamente sentando en una de las mesas del rincón, esperando a que yo saliera de mi trabajo.
-Invito yo – le dije, mientras ponía un pedazo de torta de chocolate junto con un café cortado y crema.
- Se ve rico, gracias – me dio una enorme sonrisa mientras yo me giraba para terminar mi turno, hoy día había estado agradable no mucha gente había visitado la cafetería, eso era bueno y malo, bueno por que era más relajado de esa forma y malo por que no había tanta propina como otros días.
Pasado por fin las dos horas salimos de la cafetería con Harry, eran alrededor de las 7 de la tarde esperaba que su manager, Paul, como me dijo que se llamaba Harry, no estuviera enojado o algo por el estilo, pero Harry me tranquilizó diciendo que había hablado con él y que había entendido. Nos subimos a su lujoso auto, y nos fuimos en dirección de dónde se encontraba la oficina del manager. Durante todo el viaje no dejaba de pensar que era eso tan importante que tenía que hablar conmigo, y lo peor porque tenía que ver yo en los problemas de Zayn, esta bien hay un contrato, pero yo no puedo controlarlo, es un hombre puede mandarse solito y hacer lo que quiera.
-¿Tu sabes de que va todo esto? – le pregunte a Harry, recién nos habíamos bajado del auto e íbamos camino a la oficina de Paul
- Ninguna idea _______ - suspiró – yo solo hice lo que Paul me pidió como favor
- Tranquilo – le sonreí
Llegamos al decimo piso del edificio, el cual era dedicado completamente a cosas de oficinas. Había manager de distintos grupos, y al final pude ver una puerta grande dónde salía el nombre del manager de los chicos. Harry abrió la puerta para que yo pasara primero, y toparme con una sala muy bien amueblada con unos pocos sillones y uno que otros libros.
-¡Paul, ya estamos aquí! – medio grito Harry
-¡Salgo en un segundo! – se sintió la respuesta de parte de una voz grave tras la otra puerta que había. No pasaron ni cinco segundos cuando un hombre de mediana edad atravesó la puerta y nos quedo mirando fijamente a los dos, una especie de escalofrío recorrió mi cuerpo y por inercia me acerque más a Harry.
- Que bueno verte Harry – sonrío amablemente a lo que Harry le correspondió con un apretón de manos
-Paul, ella es ______ - me presento Harry - ______, el es Paul nuestro manager.
- Mucho gusto – salude tímida estirando mi mano, la cual el tomo con delicadeza.
- El gusto es mío – me sonrío – Pasemos, tenemos unas cuantas cosas que hablar
Algo insegura avance atrás de él, y antes de cerrar mire a Harry que me levanto sus dedos pulgares para darme algo de tranquilidad, pero nada había pasado mis nervios estaban a mil por hora. Paul paso de mi y se sentó en la gran silla que estaba atrás de su escritorio, yo me mantuve ahí parada sin saber que hacer, solo afirmaba con fuerte la tira de mi bolso, era el único apoyo que tenía en ese momento.
-Vamos, toma asiento – me sonrío – Solo hablaremos
- En verdad, disculpe si soy grosera, pero no se de que podríamos hablar nosotros – admití, mientras tomaba asiento y dejaba mis bolso a un lado para mirar fijamente a Paul.