5 años y todos los que me quedan contigo (Gay) ✔️

Capítulo 3: Malos recuerdos

Silas

Lo había arruinado todo entre Matías y yo.

Desde antes de encontrarlo y después de decirle toda la verdad, ya sabía que era el fin para lo nuestro. Lo que también implicaba enfrentarme a su desprecio y odio.

Realmente creí poder soportar todo esto.

Que ingenuo fui.

Puesto que con tan solo haber pasado unas horas de contarle todo, decidir que iríamos a Demerth y ahora ya estar aquí; duele demasiado ver en lo que se convirtió nuestra relación.

Ni siquiera puede verme a los ojos y cuando lo hace, sigo observándolos hinchados por tanto llorar, llenos de resentimiento y desconfianza hacia mi ser.

Me molesta ser el culpable de todo. Debí haberle dicho todo desde que supe que él era inocente; para así, evitar que se aleje de mí como si mi presencia le quemara por dentro, aunque tal vez sea así.

Mi pecho me duele jodidamente, y lo único que quiero hacer es suplicarle que me perdone, que me dé una segunda oportunidad, no importa si tengo que arrastrarme para conseguirlo; porque simplemente no lo amo lo suficiente como para dejarlo ir.

Lo amo más de lo que yo querré a alguien en esta vida, y si es cierto que existe la reencarnación, estoy seguro que lo amo más de lo que pude amar en mis vidas anteriores.

Por esa misma razón, no permitiré que muera porque eso sería algo mucho peor que no volver a estar a su lado. No sucederá, él vivirá y tendrá una vida próspera. Yo me aseguraré de ello, por eso iré al Bosque de las Tinieblas puesto que es el único camino para llegar a la ciudad Real y demostrar que es inocente.

—Vas a estar bien, arreglaré todo esto. — Le prometí, después de explicarle el plan. Aunque ni siquiera yo estaba seguro de eso; no obstante, tenía que confiar que lo lograría. — Pero si las cosas no salen como quiero...

Acaricié su mejilla viendo su rostro confuso, apagado y triste. Mi estómago se me revolvió y la culpabilidad volvió a mí, odiándome una vez más de ser yo una de las causas de que esté así.

Aún con todo eso...

 — Te amo — pronuncié desde lo más profundo de mi corazón— y aunque no puedas creerlo, no cambiará lo que siento por ti.

Lo miré con intensidad y deseé con todas mis fuerzas que al ver mi mirada, entendiera que jamás dejaría de amarlo. Sus ojos se llenaron de lágrimas, y una resbaló por su mejilla.

Acerqué mi rostro al suyo con cautela, esperando que se alejara de mí al darse cuenta que quería darle un beso.

Un último beso, quizá.

No se alejó, tampoco pidió que me detuviera, por lo que empecé a cerrar los ojos para así, unir mis labios con los suyos.

—Warthon— me detuve al escuchar a Gohan y mi mirada se dirigió a él— tenemos que irnos.

Vaya que arruinó el momento y mi última oportunidad de poder probar sus labios; sin embargo, tenía razón. Teníamos que movernos ya, debíamos llegar a la entrada del Bosque de Las Tinieblas al ocultarse el sol.

Asentí y mi mirada volvió a mi chico de ojos azules. "Ya no es tu chico" una voz en mi interior me susurró, y ardió reconocerlo.

Entonces, le di un beso en la frente que me causó una sensación agria y demasiado dolorosa.