Capítulo 12: Miedo a dormir

218 41 3
                                    

Matías

La primera semana teniendo a Lukas como hijo, fue un cambio grande para Silas y para mí, pero eso no quiere decir que fuera algo malo, al contrario; fue un cambio que implicó tener más alegría y luz en nuestras vidas.

Nuestro amigos le dieron una cálida bienvenida dándole varios juguetes, afectuosos abrazos y el permiso de que les dijera tíos (aunque ellos fueron los que insistieron que los llamara de esa forma). Lukas estaba muy feliz de que nuestra familia fuera tan buena y afectuosa.

Por supuesto que a Jack también le expliqué la situación y el hecho de que ya tenía un hijo, por lo que me dijo que esperaba ansiosamente que lo visitáramos para que pudiera conocer a su sobrino.

Algo que pronto haríamos.

Para Silas y para mí, nos costó acostumbrarnos al nuevo horario de día otra vez (si contamos que era así como vivíamos en Clovek); pero lo valía. Valía acostumbrarse ya que al despertar, desayunábamos con Lukas mientras nos contaba una historia que estaba leyendo en las noches o daba su opinión de una canción que escuchó de uno de los cassetes que le dimos, para después llevarlo a la escuela; posteriormente recogerlo después de las 2 pm; que nos contara su día en la cena,; jugar un juego de mesa o contarle sobre cómo es la vida de los humanos para después darle las buenas noches y verlo dormir.

Esa rutina no me cansaba de repetir entre semana, ya que los fines de semana hacíamos cosas diferentes los tres juntos.

Entonces, después de un mes de vivir juntos como familia, los problemas empezaron a surgir.

En un día que tenía que practicar con los Magnifiques y clases de pociones oscuras avanzadas, Silas tuvo que ir a la escuela de nuestro hijo ya que le habían reportado que Lukas se había quedado dormido en clases; pero no sólo por ese día, si no que ya había ocurrido eso varias veces desde hace dos semanas.

Cuando le preguntamos a qué se debía eso, él se disculpó con nosotros y dijo que era porque se quedaba despierto por leer los libros que contaban sobre leyendas de Demerth que había tomado de la librería de casa.

Le dijimos que entendíamos su afición por ese tipo de historias, pero tenía que dormir las horas necesarias para rendir en la escuela. Él nos prometió que lo haría, y para asegurarnos que lo hiciera, nos llevábamos sus libros cuando era el momento de que durmiera.

Pasaron 5 días, y al no estar Silas en la ciudad ya que le asignaron una investigación a las afueras de la ciudad, fui yo quien llegó corriendo a la escuela ya que Lukas se había desmayado al estar corriendo en su clase de condición física.

Razón: Cansancio.

Por lo que la Sanadora de la escuela pidió que Lukas descansara y durmiera sin desvelarse.

Lo natural es que me enojara, y lo regañara por haber roto su promesa de dormir correctamente las 8 o 9 horas que necesita para estar activo. Sin embargo, no lo hice porque sentía que había otra cosa por la cual no dormía, y quería que me lo dijera.

Por ello, al llegar a la casa y subir las escaleras hasta su habitación, él se sentó en la orilla de la cama y yo a un lado de él.

—Mattheo... Dime ¿Por qué no has dormido?

Cuando me vio, sus ojos ya estaban llenos de lágrimas. —Lo siento, papá... Perdón por romper tu promesa— dijo todo esto rápido, mirándome arrepentido. – Lo siento por ser un mal hijo... Ya no lo haré... Dormiré, dormiré bien... Sólo no te enojes conmigo.

Acaricié su cabello rubio. — No estoy enojado, sólo quiero que me digas qué te pasa.

Aplanó sus labios y miró hacia el suelo— ... Es que... No quiero que se preocupen por mí.

5 años y todos los que me quedan contigo (Gay) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora