пять

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Conway esperaba a que viniera Gustabo, de hecho salió de su oficina para ver cómo entraba por la puerta.
Había sido una conciliación algo extraña y romántica, pero que no se arrepentía de nada.

Igualmente el propio Gustabo le había dicho a Jack que aunque quería tener una relación seria y estable, tampoco podía abusar. ¿Que quiere decir eso? que en comisaría intentar no ser cariñosos, tampoco quería abusar y que mafias de alrededor se dieran cuenta...

Y eso a Jack le ponía muy nervioso e inquieto, esas mafias podían quitarle todo lo que quería en solo un chasqueo de dedos, y joder si le ponía nervioso....

Estaba harto de esconderse y al fin y al cabo Gustabo le entendía, él también estaba nervioso de la situación.
De repente ese olor a fresa que tanto conocía inundó toda la comisaría, haciendo que varios agentes se quedaran mirando al pequeño con admiración y fantasía que entraba por la puerta, haciendo que un leve ataque de celos no tardara en aparecer en Jack, aunque se tranquilizó al cruzar su mirada con la del pequeño.

A Gustabo le gustaba que Jack se pusiera celoso por él, bueno, a veces... porque otras puede ser muy pesado y sobre protector.

-Te dije que es un amigo amor-el pequeño se acercó a él, pero solo se alejó

-Sabes que él no te ve de esa forma.-soltó de forma tóxica, enfadando un poco a Gustabo

-Segismundo es solo un puto amigo Jack, ¿no confías en mi?-preguntó, no recibió respuesta.

Al no recibir respuesta se dio media vuelta y caminó a la puerta

-Espera Gustabo coño-el mayor le cogió del brazo y tiro un poco de él, abrazándole
-Claro que confió en ti, y sé que nunca me harías eso... pero me pone jodidamente de los nervios como te mira... como si fueras una puta flor... una flor frágil que se fuera a romper en cualquier momento y él tendría que cuidarte.-

-Eres un dramático de pelotas.-rió un poco y posó por fin su cabeza en el pecho de Jack

-No quiero perderte Gustabin.-sonrió de lado por el apodo y le correspondió el abrazo, sintiendo como el mayor le dejaba un casto beso en el cuello.

-No lo harás.-

Gustabo posó su mirada en la de Jack, después la desvió para mirar detrás suya donde estaba Horacio.
Paso por su lado, después le dio un abrazo profundo a Horacio.

Jack suspiró y salió de allí antes
de que se volviera loco, pero no por nada, si no porque si seguía ahí no aguantaría en lanzarse a los brazos del pequeño.

-Has visto como te comía con la mirada-Horacio pasó su brazo por el hombro del menor, haciendo que se sonrojara

-Cállate-sonrió

-En serio, cuando me has abrazado creo que su mirada me ha clavado un cuchillo en el corazón.-bromeó, escuchándose carcajadas por la sala

Gustabo sacó su móvil y marcó el número de Emilio

-¡Emilio puerco!-gritó

-Que pasa wey.-

-Vamos a ir a poner algunas multas, ¿te vienes?-

-Claro que si mamón

-Te mando ubicación.-dijo el rubio por última vez y colgó

-Emilio nos acompaña a poner alguna multas, a ver si se hace menos pesado el camino...-le informó a Horacio, este asintió
-¿Que tal con Volkov?-preguntó el menor

Horacio suspiró

-Bueno...me besó-los ojos de su amigo se iluminaron a tal información, se alegraba por él, al menos eso.-pero estaba borracho, creo que ni siquiera se acuerda de eso

Gustabo pasó su brazo en forma de apoyo, se sentía mal por aquello, pero no podía remediarlo.

-Pues habla con él, creo que será lo mejor.-el menor no tenía mucha idea sobre el amor, pero lo único que ha vivido le había hecho abrir los ojos y darse cuenta que cuando algo no puede ser, no puede ser, o si sufren los dos tienen que seguir para adelante o parar el camino.

Lo de Jack ni sabía que pasaba entre ellos, había algo, pero no tenían ni idea que pasaría.

-Lo haré.-le respondió en un suspiro

-¡Hola mamones!-gritó Emilio

Después de estar varias horas poniendo multas y aguantando a la gente pero al menos con Emilio, volvieron a comisaría para dejar las armas y cambiarse ropa.
Al hacerlo, Gustabo vio como el teléfono de Horacio sonaba, viendo que un mensaje reciente de Volkov le había llegado.

"Horacio... estaba borracho, ni siquiera me acuerdo que pasó. No quiero que te imagines cosas raras, por favor, no estoy preparado para algo y lo sabes, lo siento. Aunque si quieres podemos quedar en mi casa." cogió su móvil y al ver ese mensaje, solo lo dejó en visto para que Horacio no viera el mensaje, ese gilipollas no iba a jugar con su amigo, y creía que la peor forma es que vaya a su casa.

-Oye Horacio-...

-Hola capullos.-Jack entró, algo raro ya que solo entraba aquí para cambiarse cuando venia

-Hola superintendente.-saludó Horacio

-Hola Jack.-saludó de la misma forma el pequeño, ganándose una media sonrisa burlona de su parte

-Hoy termino antes, estoy hasta los huevos de estos mariconettis.-suspiró cansado.

Gustabo asintió, Horacio le sonrió de lado y cogió sus cosas, después salió

De repente sintió las manos de Jack en su cintura, acariciandola suavemente, poniéndole los pelos de punta al menor.

-¿Quieres venir a mi casa a tomar algo?-susurro en su oído, sintiendo en calor de su aliento en el cuello

-Y-Yo...-tartamudeo.-c-claro

-Perfecto, te recojo a las 10.-dejó un casto beso en su cuello y salió de allí, dejándole desconcertado

I am broken inside-intendenteplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora