A las personas les gustaba pensar que cosas importantes ocurrían en días especiales y entonces añadir coloridos detalles a sus historias. Usualmente las personas pensaban que las cosas especiales ocurrían durante noches de tormentas, así que añadían una a sus relatos aunque nunca hubiese habido una para empezar.
Todos decían que ella llegó de noche y que el viento de una tormenta aullaba afuera. Hecho era que ella había llegado durante la caída de la noche, en ese momento del día en el que el sol empezaba a desaparecer detrás de las colinas, la noche está imponiéndose sobre todo lentamente y las estrellas empiezan a aparecer una por una en el cielo.
Él nunca había sabido bien porqué, pero desde siempre se había sentido casi obligado a mirar el horizonte durante ese tiempo del día. Durante esos minutos sentía que el tiempo discurría de manera diferente, más lento, pero más rápido a la vez; lo bastante de prisa que si apartaba la mirada durante más de un instante, cuando volvía a mirar la noche había caído y se había perdido de todo el anochecer. A veces sentía que los anocheceres no duraban más que un parpadeo.
Fue durante un ocaso que ella llegó. Él lo sabía mejor que nadie, después de todo él había estado mirando el horizonte aquel día cuando de pronto ella estaba ahí mirando hacia su casa con los ojos más vacíos de emoción que jamás había conocido.
No, el día en que ella llegó, no había habido ninguna tormenta y todo lo que soplaba era el más débil de los vientos. Toda su llegada fue tranquila, de la misma manera que eran la mayoría de los grandes cambios; sigilosos, como humo colándose por debajo de la rendija de una puerta.
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Sombras
Science FictionLos habitantes de la ciudad apenas recuerdan ya lo que era la vida ante de la llegada del terror. Sombras les llaman, criaturas oscuras que salen de noche y no dejan vida a su paso. Nadie sabe bien qué son, pero lo cierto es que mientras tratan de m...