"Nada inspira mejor el perdón que la venganza."
-Scott Adams
—esa es la razón por la que estoy aquí —respondió.
—¿es tu expediente? —pregunté sentándome a su lado sin importar la tierra con la que ella trabajaba.
—ábrela —me alentó mientras ella mantenía su atención en las plantas.
La curiosidad nuevamente pudo más que yo así que simplemente lo hice, abrí la carpeta para encontrarme un montón de documentos, y lo primero que vi fue su ficha de identificación. Ese documento tenía todos sus datos personales, su nombre completo (María José Garzón Guzmán), alias (Poché), su edad (21 años al momento del ingreso), además supe que tiene dos años en este lugar y aun no recibe una sentencia fija, ¿el delito? Homicidio calificado con agravantes.
Por lo poco que yo había hablado de leyes con Mauricio un delito como ese podía ir de los 10 a los 25 años de prisión o algo así, de solo pensarlo algo dentro de mí se revolvió.
< tú también puedes durar esos diez años en este lugar Daniela > sonó esa pequeña voz en mi cabeza.
—sabía que estabas aquí por homicidio —afirmé, pues una vez me había dicho algo de un policía.
—esa no es la razón por la que estoy aquí —dijo mirándome con una sonrisa triste— lee la hoja número doce.
Seguí viendo la carpeta con todas las hojas, documentos, fichas, declaraciones hasta que llegué a la pagina que me indico, era una especie de narración de hechos. Por lo que pude leer hablaba de una manifestación.
—solo dice que te aprendieron en una manifestación —comenté esperando una especie de explicación.
—te contaré —cedió— todo está ahí; ese documento es una declaración de los policías que me arrestaron, en realidad no era mi primer arresto. Estar en manifestaciones tiene sus riesgos, nunca había pasado nada mas allá de pagar una fianza, en ese entonces mi papá podía pagarlas.
—¿tu papá te pagaba las fianzas? —pregunté incrédula.
—el sabía por lo que peleábamos y apoyaba el movimiento —
—una vez rayaron mi coche cuando pasé cerca de una de sus revoluciones, fue horrible quedo inservible —me quejé.
—la niña de los privilegios —dijo en tono burlón— no son protestas solo por destruir, teníamos un propósito, buscábamos justicia, mejores condiciones, salud y educación para todos, que el ESMAD* pagara por todos los crimines que han cometido en contra del pueblo, justicia para los desaparecidos, en fin, prácticamente por toda la mierda que hay en este país.
—¿y rayar mi coche lo va a solucionar? —pregunté principalmente porque acordarme de eso me daba rabia.
—a veces si no te escuchan hay que obligarlos a que lo hagan —se justificó.
—¿Qué pasó el día de tu arresto? —pregunté intrigada.
—había terminado mi ultimo semestre, soy periodista —dijo nuevamente con esa sonrisa triste— decidimos que queríamos celebrar como solo nosotros sabemos, habría una nueva marcha como siempre con la intensión pacífica cosa que nunca pasa porque el Esmad siempre llega a joder. Iba con dos de mis mejores amigos como siempre, nos enfrentamos en la primera línea con agentes y de buenas a primeras comenzaron a lazar su estúpido gas.
Ella contaba su historia con un deje de orgullo combinado con coraje que se hacía notar cada que mencionaba a los agentes de Esmad.
—y entonces las cosas se pudieron tensas —continúo hablando— teníamos maneras de neutralizar esos gases, pero no podemos con sus "armas no letales" hirieron a Alejo uno de mis amigos, casi pierde el ojo. Ellos avanzaron con sus camiones y él no podía caminar, les pedimos se detuvieran y no lo hicieron. Pensamos que nos arrollarían, ya había pasado antes con algunos estudiantes, pero no podíamos dejar ahí a nuestro amigo así que alguien más les enfrentó con una especie de lanzallamas casero y nos dio tiempo de poder ayudar a Alejo y sacarlo de ahí.
ESTÁS LEYENDO
TU CONDENA, MI DELITO
Fiksi PenggemarDaniela Calle, una chica no tan típica con una llena de privilegios que para muchos son inimaginables, hija de uno de los políticos más importantes del país creció creyendo que el mundo estaba a sus pies y así era hasta que un inesperado giro en su...