Capítulo 5.

2.9K 450 159
                                    

Pasaban los días y con ellos el sentimiento de culpa de YiBo se hacía más presente. "Si hubiera pedido su número ya lo habría invitado a cenar", "Fui un idiota".


–Amigo mío, ya dime la pena que embarga a tu alma,–dijo con un gran tono burlón Wen Han.

–Mn... –recargó su cabeza en la mano izquierda.–No sé como contactar a Xiao.

–Ah ¿el Dr. que me comentaste?, tus presas regulares basta con que saludes para que se entreguen a ti, por lo visto éste niño es y será tu perdición.

–¿Qué se supone que haga? No tengo su número, sólo puedo ir al hospital... pero no estoy seguro, sería cazarlo sin saber si le gusto.

–Pues hazlo, no pierdes nada y puedes ganar mucho. No me digas que por primera vez tienes miedo al rechazo.

El silencio invadió a YiBo, era cierto por primera vez tenía miedo a que le dijeran No.


Sus opciones eran ir a realizar visita de vecino o ir al hospital, el panorama no era muy alentador pero decidió ir por la opción del hospital.

🐇

Una fresca mañana llevaba un latte, justo cuando estaba apunto de llegar al módulo de vigilancia Xiao iba de salida.


–Zhan Ge, buen día.

"¿Zhan Ge?, ¡que le pasa! Ah...ese aroma",– Buen día YiBo, ¿Te pasa algo?

–Ya desayunó Dr. Zhan?

–Sí, sólo iba por un café.

YiBo miró el Latte y se lo extendió a Xiao,–En realidad venía a darte esto.

El rostro de Xiao se iluminó,–No tenías porque.

–Claro que sí, por favor tómalo.

Xiao lo tomó y le agradeció pero ésta vez fueron interrumpidos por una insistente llamada al celular de YiBo.

🐇

Regresando a la consulta Xiao notó que nuevamente estaba el dibujo de un conejito pero ahora en el vaso del Latte.

Toda esa semana estuvo recibiendo distintos tipos de cafés: capuchino, latte, americano, irlandés, etc. Todos con un detalle particular, el mismo conejito.

"Seguramente son de YiBo pero ¿Por qué?, me molesta que no dice nada sólo deja una bebida. ¿Se sentirá culpable aún por el accidente de la patineta?. No tiene sentido. Le diré que se detenga, sólo ocasiona que me confunda, quiero dejar de pensar en él pero hace esto".


–¿Y ese puchero de molestia?

–Agh, estoy harto Marisela, estoy harto.

–Cuéntame y hartémonos los dos.

Xiao le comentó el asunto del café y cuanto le molestaba la incertidumbre.

–Ya veo entonces crees que sólo es amable por el accidente de la patineta pero...

–¿Pero qué?

–¿Qué tal si era el destino? digo por lo visto esa es la única manera en que pudieron haberse conocido ¿no?

–¡Patrañas! No me salgas con eso, el destino no existe.

–Ajá si como digas, pero el que pienses tanto en él sólo significa una cosa, lo sabes bien.

–Agh, ya me voy. Nos vemos en la guardia.

¿Accidente o Destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora