Capitulo 3

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Los Amo

Ya era de mañana, Leonardo es el primero en levantarse, con energías, se empezó a quitar las vendas de sus heridas que parece que ya habían mejorado, se puso su equipo y salió directo al cuarto de lavado, donde tomo las cosas y sigilosamente fue a dejarlas a sus respectivos lugares, después fue al Dojo donde empezó su calentamiento.

El segundo en levantarse era Miguel Ángel ya que no tenía mucho que el se había levantado a comer algo de madrugada, estaba con energía para preparar el desayuno, se levantó y se sorprendió al ver su cuarto limpio, no lo noto antes cuando fue por comida por qué parecía estar en modo automático, sabía quién lo había echo y sonrió, salió de su habitación no si antes ponerse su equipo y se dirigió a la cocina, comenzó a pensar que haría de desayuno, después de unos minutos por fin se decidió, en seguida comenzó a cocinar una pasta y hacer Jugo de naranja, pero en su mente paso el recuerdo de hace un dia, de su hermano Leonardo esa mirada decaída y esa pequeña marca, ahora que lo piensa mejor, Leonardo y Raphael estaban juntos cuando fueron a la Guarida de Destructor, pero no vio heridas en Leonardo o tal vez las habrá escondido, sabía que su hermano podría haber escondido sus heridas para que toda la atención de Donatello fuera hacia Raphael que estaba más herido, Miguel Ángel no noto que ya le había echado demaciada agua al jugo de naranja que se estaba regando, se avía perdido en esos pensamientos, no le daría tantas vueltas al asunto sabía que podría preguntarle a su hermano directamente o si no el podría indagar un poco en las cosas de su hermano para encontrar algo que demostrará que estaba herido, no quería llegar a ese extremo, pero lo haría por el bien de su hermano mayor. Pasando unos minutos Miguel Ángel termino el desayuno, justo a tiempo ya que Leonardo y Splinter entraron a la cocina, la expresión se su hermano mayor era sería pero el notaba tristeza.

Splinter solo tenía su postura de siempre aunque con un aura levemente más pesada—Buenos días Miguel Ángel— paso por completo a la cocina.
—Buenos días Maestro— contesto Miguel Ángel haciendo una leve reverencia y comenzó a servir el plato de comida a su padre y a su hermano Leonardo, el de banda azul hablo— Buenos dias— una voz apagada, lo dedujo Miguel Ángel pero antes que pudiera decir algo Leonardo paso a la estufa y comenzó a preparar el te para su Maestro, a los pocos minutos llegó Donatello, Miguel Ángel se alivio por qué el era el único que se veía normal en esa cocina. Comenzó el desayuno, al terminar dieron la gracias y Leonardo se levantó primero.

—en 5 minutos empezará el entrenamiento de hoy, Miguel Ángel ayudame a lavar los trastes, Donatello tienes un tiempo de 30 minutos máximo para ir y revisar a Raphael, llévale su desayuno y cuando vengas al entrenamiento nos dirás como está, ¿entendido?— el aura de su semblante era serio y autoritario, y al hacer eso la de su padre ya parecía tranquila, o es lo que sintió Miguel Ángel que el era el único que notaba eso de las auras, Donatello asintió y se levantó junto con Miguel Ángel quien le sirvió la comida para su hermanos Raphael después el se fue, detrás de él se iba Splinter con otra taza de te, pero el se dirijia al Dojo.

Miguel Ángel y Leonardo juntaron los platos y vasos para lavarlos, Miguel Ángel aprovechará la oportunidad para preguntar y al ver a su hermano, ese semblante tan autoritario se trasformo de tristeza.
—Mike perdoname...
—¿De que hablas Leo?
—... Nada olvídalo.

Miguel Ángel ya no tenía ganas de preguntar sobre si estaba Leonardo herido pero tenía que, asi que tomo un suspiro y hablo.
—¿Estas bien?
— si
— Leo... ¿Tienes heridas por lo que pasó ayer?
— No — ese “no” era rápido y un poco forzado, algo que Miguel Ángel noto.
—¿seguro?, ¿seguro? —se acerco más a su hermano y sonrió, tal vez podría cambiar la tristeza de su hermano si lo ponía nervioso por no decir la verdad. Leonardo al percatarse de la cercanía de su hermano se puso nervioso y su expresión daba risa, estaba sorprendido, no se notaba tristeza.
— B-bueno tal vez no
—¿No que?~
—Tal vez no estoy seguro... Jaja.
—¿y que heridas tienes hermanote?
—bueno solo fueron algunas de cuchillas pero no son profundas— suspira, pero más tranquilo— no le digas a Donnie, ya las atendí mira —le enseñó la parte opuesta de su codo donde se notaba ahí las heridas pero parecen ya tratadas, a eso Miguel Ángel sonrió más y salto hacia su hermano.
—¡Lo sabía!, ¡sabía que estabas herido! No puedes ocultar nada de Mike, el dios de la percepción~
—jaja bien, tu ganas, no puedo ocultarte nada hermanito
— lo se— le enseño la lengua Miguel Ángel algo burlón— tranquilo no le diré a Donnie pero a la próxima ¡dilo!.
—bien se lo diré a la próxima descuida.

Leonardo sonrió y terminaron de lavar los trastes, el ambiente era más alegre, ¡Bingo! Pensó Miguel Ángel sabía que su hermano se sentía mejor, aunque sea con esa pequeña charla pudo cambiar el humor de su hermano, ahora al terminar ellos dos fueron al Dojo pero antes de entrar Miguel Ángel nota que Leonardo tiene de nuevo esa expresión seria, pero antes que preguntará qué pasaba entraron al Dojo y tuvieron que empezar el entrenamiento.

Leonardo sonrió y terminaron de lavar los trastes, el ambiente era más alegre, ¡Bingo! Pensó Miguel Ángel sabía que su hermano se sentía mejor, aunque sea con esa pequeña charla pudo cambiar el humor de su hermano, ahora al terminar ellos dos fuer...

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Donatello estaba en el cuarto de Raphael revisando cómo se encontraba el de banda roja, mientras el mencionado desayunaba.
—Bien ya tengo todo, me sorprende que no te estés quejando del dolor Raphael
—Bueno, tome las pastillas que me dejaste en mi buró.
—Yo no deje nada ahí, y además tomaste pastillas sin tener algo antes en el estómago te va a sentar mal.
—¡hey! Antes que nada, también había algo que podía comer antes de pasarme esas pastillas, pero ¿¡si no fuiste tu quien las dejo ahí?!
—Yo no se, el único que se que entro es Leo, pero el no tiene pastillas.— pensó Donatello detenidamente pero es interrumpido antes de decir algo más, — de seguro fue sensei el puede tener de todo— dijo con desinterés Raphael la verdad solo estaba algo molesto por qué no podía caminar, Donatello guardo las cosas que trajo para la revisión de su hermano.
— bueno es lo más probable que sensei las haya traído, pero bueno, no podrás caminar en un mes ¿entendido?.
—lo que sea...
—Bien, nos vemos Rapha
—si, si adiós

Donatello se dirijia a la salida pero se detuvo
—sabes Raphael... Tengo el presentimiento de que algo malo ocurrirá...
—¡ahg! ¡Que bobadas!, Eres científico tú no crees en presentimientos
—lo se, pero... — suspira— olvídalo tienes razón.

Donatello salió del cuarto de Raphael, Raphael solo tomo su T-phone para hacer cualquier cosa que pudiera, odiaba no entrenar o tan siquiera estar de pie, después de unos minutos prefirió volver a dormir, no quería hacer otra de las pocas cosas que se le permitían.

Donatello entro al Dojo después de aver dejado sus cosas, en ese momento el entrenamiento de Leonardo y Miguel Ángel fue detenido, fueron a arrodillarse enfrente de su maestro al igual que Donatello, en ese momento Splinter habla.
—Infórmanos del estado de tu hermano Raphael, Donatello
—Hai Sensei, Raphael está en una condición delicada, no podrá caminar por un mes, tendrá que tomar medicamentos, una dieta saludable y ejercicios para que sus músculos no se estropeen 
—entiendo Hijo mío, gracias por el informe— Splinter tocando su barba pensando viendo hacia otro lado. Las tortugas solo esperan órdenes de su maestro que después de unos instantes habla
— Leonardo, el equipo seguirá en sus funciones diarias, no hay demaciada actividad criminal, no habrá problemas si falta un integrante.
— Hai Sensei — hizo una reverencia como aceptación a la orden.
—Donatello y Leonardo, se turnaran para ayudar a su hermano Raphael con sus ejercicios, Miguel Ángel te encargarás de sus comidas, Donatello te tendrá que dar una lista de platillos que podrá comer Raphael, ¿entendido mis estudiantes?
—Hai sensei— dijo Leonardo
—Hai sensei— seguido de Donatello
—Hai sensei— y terminando Miguel Ángel.
—Bien, continuarán su entrenamiento— dicho y echo los hermanos tortuga hicieron una reverencia y se levantaron a continuar su entrenamiento.

Abra muchos cambios en este mes, no dejaré que nuestra relación de hermanos cambié chicos...
Por qué los amo, pensaba el líder del grupo, Leonardo.

Fin del Capítulo 3

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