--Capítulo 1--

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El sol aun no sale por el horizonte, y de nuevo no logre pegar el ojo esta noche, amanezco de nuevo con los ojos rojos.

La televisión permaneció encendida y hoy resuena por la habitación dando el noticiero de siempre, con las mismas noticias de siempre.

*Según los psiquiatras a los que asistía "padezco" de algo que se denomina Misantropía para ponerlo en palabras simples es el odio a la humanidad.

Apago la televisión y tras colocarse su uniforme chequeo la hora en un reloj de pared que se encontraba en la sala principal de su casa.

*6:04, aun es bastante temprano. En fin, ¿cómo no odiar a la humanidad? sería algo irracional no hacerlo. Destruimos todo lo que tocamos y si digo todo, también por la gente que es vegetariana o vegana.

Después de terminar su desayuno, tomo su bolso que cruzo en uno de sus hombros y se dirigió hasta la salida.

La temperatura exterior rondaba por los 2°acompañado de una neblina que solo permitía visualizar las luces de los autos en movimiento.

Ian es un estudiante de mediana estatura, tiene el cabello negro azabache con una longitud que roza sus hombros, acompañado de una chasquilla que tapa sus cejas.

-- P-podre odiar mucho a la humanidad incluyéndome claro... pero agradezco la creación de los vehículos motorizados.

-- ¿Con quién hablas?

La voz un tanto aguda de Ema me saco de mi transe.

Mire lentamente hacia mi lado, llevaba una bufanda roja alrededor de su cuello acompañado de una gran chaqueta blanca a juego con su cabello y vestía la falda escolar con pantis negras abajo.

-- Solo lo hacía conmigo mismo y creo que te pondré un cascabel... tu sigilo es supremo.

Menciono Ian con una voz monótonamente seria y sin ninguna expresión diferente a la normal.

-- Dicen que hablar con uno mismo es muy benéficos, ayuda a entendernos más.

Comento Emi que tiritaba en frio mientras se movía de un lado a otro intentando entrar en calor.

-- En fin. ¿Qué quieres?

Ella es más alta que Ian, lo cual hace que este mismo le dificulte verla al rostro lo que le provoca timidez.

-- Siempre estás tan solo y además vivimos cerca. Pensé que podríamos conocernos mejor y ser amigos.

Ema se giró por completo en mi dirección, el dulce aroma de su perfume llego hasta mi nariz lo que me puso más nervioso aún.

*Ella es la típica chica molesta que pretende ser amiga de todos y no me quiero unir a su "circulo" solo por pena.

-- No me interesa, gracias.

Para cuando respondí el bus ya estaba a solo unos metros, lo hice parar y subí rápidamente dejando atrás a Ema que solo guardo silencio siguiendo mis pasos.

-- Muy bien estudiantes, saquen su libro de historia y ábranlo en la paginas 93.

*Otro dia rodeado de imbéciles, como toque hacer un trabajo en grupo...

-- Organicen grupos de a 3 personas.

*¡¡ME QUIERES JODER!!

Los pensamientos de Ian no se reflejaban en su rostro a excepción de su ceja levemente inclinada.

Su asiento predeterminado en el salón era al final justo al lado de la ventana, mientras que el de Ema era la primera fila junto a la puerta de salida.

Por NaturalezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora