--Capítulo 3--

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En tanto Ian junto a Ema entraban a un restaurante, El grupo de amigas junto a su profesora jefe se dirigían a la dirección de la casa de Lucí.

-- Oh espere profesora, es aquí.

Freno casi en seco frente a la casa de Lucí.

-- D-disculpa, me avisaron un poquito tarde...

Rio un poco avergonzada mientras apagaba el auto y retiraba el cinturón de seguridad.

Se acercaron juntas a la puerta y golpearon suavemente. La puerta se abrio lentamente.

-- Oh son ustedes, ¿profesora? ¿Qué hace aquí?

La madre de Lucí era una calca de su hija y era una persona bastante amable y servicial.

-- Queríamos brindar información sobre Lucí ya que somos sus amigas y nos preocupa que no haya aparecido aún.

-- ¡¿SABEN ALGO?!

Dio un paso adelante muy alterada lo que en parte asusto a todos.

-- S-señora por favor, cálmese.

Exclamo la profesora tomando por los hombros a la mujer.

-- L-lo siento, por favor pasen.

-- ¿Quieren algo de beber? Tengo limonada o refresco.

Todas negaron con la cabeza y se acomodaron en el sofá de la sala.

-- Y bien ¿Qué saben de mi niña?

Todas se miraron antes de responder.

-- La última vez que hablamos con ella fue ayer por la tarde... mientras estaba en su trabajo de media jornada.

Carla fue la primera en presentar el primer antecedente, dándole la palabra a Annie.

-- Posteriormente vimos a un chico que nos pareció atractivo y pues le insinuamos que lo invitara a salir o al menos que le pidiera su número.

Annie menciono lo anterior muy asustada por la confesión que vendría después por parte de Elizabeth.

-- F-fue como broma claro, pero le pedimos que lo siguiera para saber dónde vivía...y ella fue sin pensarlo, a-aunque después le dijimos que se ¡¡largara ya que era muy t-tarde!!

Después de declarar todo lo que sabían la madre ya había terminado de tomar su bebida helada y la dejo encima de la mesa de centro.

-- Y-ya veo. Y ese muchacho ¿creen que pueda saber algo?

El grupo de amigas se miraron pensativas.

-- D-desconocemos eso la verdad... ella solo lo siguió y nos envió una foto de la casa del chico y su último mensaje solo es que el chico no entro a su casa y que lo iba a seguir siguiendo.

Elizabeth enseño la foto en el chat grupal de su celular.

-- M-muchas gracias si no les molesta, daré estos antecedentes a la policía.

Todas asintieron dejando su celular como evidencia.

-- ¿Qué se servirán?

Un camarero no atendía, Ema había optado por una cafetería cercana al paradero.

-- Un chocolate caliente.

Respondí apuntando en el menú que tenía en mis manos.

-- Yo quiero... unos panqueques.

Por NaturalezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora