Capítulo 2: "El colegio"

263 9 0
                                    

- ¡Chicos! ¡llegaron los nuevos!

- ¿Ya? - pregunto Luca - ¿donde están?

- Hope les está mostrando todo el lugar - tomó aire ya que venia corriendo - son tres chicas y dos chicos ¿no es genial? ¡tenemos a los guardianes!.

- ¿nos podés explicar mejor esa parte? Porque no entiendo como todavía no los buscaron antes ¿no son importantes? - Thiago estaba un poco molesto ¡son cosas importantes! Los guardianes tienen que proteger Eudamon y todavía faltaban cinco ¡CINCO! Si hubiera pasado algo ¿que iban a hacer?.

- eso Thiago te lo va a explicar Tic Tac, ahora vayan a comer y ¡díganles a las chicas todo! - alcanzó a gritar mientras se alejaban.

Los chicos fueron al comedor del colegio donde se encontraron con las chicas: Vale, Melody, Luna, Kika y Caridad que estaban comiendo su almuerzo y charlando de las novedades del Mandalay.

- parece que Martina le cortó a León ¿podés creer gorda? - comentaba Melody mientras comía una ensalada.

- y si gata, yo te dije, no duraron ni un mes - contestó Vale.

- tenias razón ¡y tanta fé que le tenía yo a los gauchos! Ella me caía bien un angelito era - decía Caridad mientras comía una torta frita.

- ¡Amor! - exclamó Luna cuando lo vió llegar por la puerta del bar. La verdad es que ella estaba ajena a los comentarios de las chicas, solo quería verlo a el.
Desde que se pusieron de novios era así, ella estaba enamorada de él desde que lo vió y a el, le parecía linda, nada más, pero después la conoció y era una muy buena persona así que le pidio ser la novia y, la verdad es que mal no la pasaban, aunque Thiago sienta que le falte algo.

- hola linda... - le contestó Thiago dándole un beso - ¿todo bien?

- si, obvio, acá estaba con las chicas ¿quieren sentarse a comer? - preguntó mientras se volvía a sentar y le hacía un lugar para que su novio ponga una silla a su lado.

- bueno dale - los chicos se acomodaron en la mesa.

- les tenemos tremenda noticia - dijo Tacho.

Los chicos con Hope por los pasillos del colegio:

- bueno y este es el colegio, acá están los salones y un poco más allá el bar para almorzar ¿les gusta? - comentó Hope.

- chicas miren los colores - dijo Pia - ¿no es precioso?

- es lo más... nada que ver al Rockland.. mucha más onda ¿no? - decía Estrella.

Malena y Lucas caminaban de la mano viendo todo hasta que llega un chico de rulos y bigote:

- ¡chicos! Ustedes son los nuevos ¿no? - comentó el desconocido - mi nombre es Camilo Estrella y soy el director, cualquier cosa yo vivo en el loft de acá al lado, me pueden pedir lo que quieran - Camilo era muy enérgico y les daba mucha alegría, todo les daba alegría, era como estar en casa. - supongo qye Hope les está haciendo el recorrido...

- supone bien... porque nos está mostrando todo, igual es la segunda cosa que vemos... después de su peluquería por casi media hora, me se de memoria todos los colores de los ruleros - comentó de forma chistosa Lucas.

- Beauty center si no te molesta gordo, peluqueria es como que cero lo mio, yo te hago de todo - se quejó Esperanza.

- ya lo sabemos, nos lo dijiste VEINTE veces - dijo Malena - algo que me interesa usted dijo ¿hay un bar acá? Porque no como nada desde ayer - dijo hambrienta.

- sí, bueno pero primero el recorrido y después la comida - dijo Hope.

- ¡¿QUE?! - gritó Mateo - entonces sigamos YA porque al paso que vamos comemos a las cinco de la tarde.

- bueno boys, girls tranquilos, tiempo al tiempo y pasen por acá - siguió mostrándoles su guía.

- Esta mina está loca, hace ya dos horas que nos tiene dando vueltas, me estoy muriendo de hambre... - Estrella estaba cansada, no había podido comer ni dormir de la emoción, ahora que llegaba necesitaba una cama y un almuerzo rápido.

- si, pero bueno, a los locos hay que seguirles la corriente dicen - Malena también tenía hambre pero sabía que si le seguían la corriente iban a terminar rápido - ahora apuren porque tengo hambre - al terminar la frase siguió a Hope, que estaba hablando sola suponiendo que los demás estaban atras, sus amigos siguieron a la adolescente porque sabían que tenía razón.

- ¡Hope! ¿podemos hacer un poco más corto el jevia? porque tenemos habre...

- tiempo al tiempo chicos... ya van a comer...

Los chicos bufaron ¡lo que les faltaba! Una loca que no los dejaba comer y encima de las daba de poeta.

Rincón de AngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora