Rincón de Angeles

Capítulo 16: "denme suerte... por favor"

Ninguna de las dos chicas volvieron a hablar. Cada vez que se veían escuchaban esa frase; "¡Mirá lo que hacés Mar!". Cada vez que escuchaban ese nombre un dolor gigante se apoderaba de sus cuerpos, era dolor, pero no entendían porqué.

La mañana siguiente Vale se despertó super temprano com una misión: seguir a Simón y a Luna.

Ella no les dijo nada a nadie sobre lo que había escuchado, así que era peligroso, pero ya estaba jugada.

Se levantó de su cama y buscó en su armario ropa que pueda servirle para camuflarse: encontró una campera negra con pantalones de jean oscuros y una gorra por las dudas. Se puso sus clásicas converse negras y se acercó a la puerta del baño para verificar que no estén allí. Eran las 6:30 y supuestamente ellos saldrían a las 7:00 del Mandalay, por lo que tenía media hora libre.

En el baño se encontraba Simón, solo, mirándose al espejo. Murmurando.

-¿por qué soñaste con ella? ¡¿por qué?!- se decía a sí mismo furioso. -tenés que sacarte a Valeria de la cabeza cuanto antes, imbécil.

Valeria se quedó sorprendida con lo que dijo, ¿soñó con ella? ¿por qué tenía esa sensación extraña en el pecho de... felicidad? No entendía. Pero tampoco tuvo mucho tiempo para pensar porque notó movimiento en la cama de Luna. Se tiró al piso y se fué arrastrando hasta la cama de Malena.

Luna se levantó y se puso un pullover cuello tortuga negro y calzas grises con zapatillas rosas. Ató su cabello en una cola y salió por la puerta que comunicaba al baño.

Vale salió de debajo de la cama y se fue a la puerta del Mandalay. Allí se escondió entre las plantas que rodeaban el portón y esperó que llegaran los sospechosos.

Siete en punto, vió a ambos chicos caminando hacia ella, por un momento se asustó, pero luego se dio cuenta que obvio... estaba al lado de la puerta.

Los dos chicos salieron y comenzaron a caminar... apurados.

Vale, miró una vez al reloj donde descansaba Paz y murmuró:

-denme suerte... por favor.

A las diez de la mañana, Malena se despertó. Sus ojos estaban achinados por el sueño, pero aún así divisó que dos camas del cuarto estaban vacías. Se levantó y se colocó sus pantuflas rosas para ir al baño. En cuanto abrió la puerta y entró al baño se dio cuenta que no estaba sola, Thiago había entrado junto a ella.

Se miraron. Era incómodo hablar normal después del beso, pero también era incómodo verse y no saludar, así que Malena tomó la iniciativa. Miró al cielo y pensó: "denme suerte... por favor", sería un papelón si se caía adelante del chico que le gustaba.

-buenos días -dijo sonriendo.

-buenos días -respondió mientras se acercaba al lavabo. -¿todo bien?

-si si... perfecto, ¿vos?

-genial -Malena sonrió y se lavó sus dientes.

Era muy incómodo estar así el beso los había confundido, sobre todo a Thiago: Malena le encantaba, pero tenía novio y no estaba bueno acercarse demasiado, él no era ese tipo de chicos, no le quería sacar la novia a alguien. No era su estilo.

-¿sabés si Lucas ya se despertó? - "lo último que me falta es que se reconcilien adelante mío" pensó el moreno.

-creo que sí, fijate -le respondió de mala manera para después salir por la puerta, dejando a Malena muy confundida. Sola. En el baño.

Se dirigió al cuarto de hombres, entró y se encontró con la mayoría de los chicos dormidos y a Lucas camino al baño.

-Lucas, tenemos que hablar.

Había sido un sueño. Solo eso. Solo un sueño. Pero era muy real.

Nunca le había pasado. Nunca soñó con algo tan verdadero, y era raro, porque siempre que soñaba, era con ella misma en alguna situación extraña.

Pero ahora no. Ahora vió a Vale. Estaba en un galpón, que estaba completamente sucio y abandonado. Estaba sola. Atada. En contra de su voluntad. Y sufría.

Vio otra imagen. Era Lucas. Estaba enojado. Muy enojado. Tenía una pistola en la mano y le apuntaba a alguien. Era Malena. Le estaba apuntando a Malena.

Vió un bote. Se vio a ella. Ella estaba arriba del bote, pero se estaba hundiendo. Ese bote se hundía. Y no podía hacer nada.

Se despertó exaltada. Con miedo. Miró a su al rededor y solo notó la cama de Estrella con un bulto. Lo tocó.

-Estrella ¿estas despierta?

-Mhm... -respondió la chica, aún tapada con las sábanas.

-te quiero contar algo.

-¿ahora?

-si. Ahora. Esto es importante.