Manuel estaba ansioso. Mucho más que sus hermanitos.
Dios, ¿por qué tenía que aceptar las ideas locas de Martín?
―Flaco, ¿tenés los pasajes listos?
―Sí Martín...
―¿Y los certificados de los pibes?
―Sí Martín...
―¡Manuuu! ¡Tengo hambreee!
―¡Yo tambiéeen!
―¡Manu, cómprame esta revista porfa!
―¿Cuánto falta para Argentina?
―¿Todos serán como Tincho?
―¡Nooo, no quiero estar rodeada de Tinchos!
Si no estuviera en medio del aeropuerto, pegaría un grito de frustración.
Su novio lo había invitado a él y a sus hermanos a pasar las fiestas de fin de año con la familia del trasandino en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Los niños, que tenían actualmente ocho años, se habían apegado a Martín luego de varias bromas pesadas en los primeros meses de conocerse. Cuando se mandaron la cagada de su vida (esa vez cuando rompieron las ventanas del auto del vecino), el argentino salió en defensa de los pequeños, ganándose inmediatamente el cariño de los tres enanos.
Y claro, al oír que pasarían las fiestas en otro país los emocionó más de lo que esperaba.
―Oye Tincho, ¿y todos en tu casa hablan como tú? ―le preguntó Tiare que iba de la mano con el mayor del grupo. Martín asintió un tanto avergonzado, recordando las primeras veces que habló en Chile y las bromas que hacían respecto a su modo de hablar.
―¿Allá tendrán comida? ―cuestionó Robin, aburrido de esperar tanto.
―Robin por favor compórtate ―amenazó Manuel al menor.
Alonso era el único que se había mantenido en silencio, apretando nervioso su camiseta, tirándola lo más abajo que podía sobre su estómago. De todos era el único rellenito y eso le incomodaba, temía que los familiares de Martín lo molestaran por su peso o algo parecido.
Ya bastante tenía con el acoso y burlas de sus compañeros de colegio.
Una hora más tarde, lograron subir al avión que en un par de horas los llevaría hacia Argentina.
Martín se sentó en la hilera con tres asientos, con Tiare a su derecha y Alonso a su izquierda. En los asientos que daban al pasillo estaban Manuel y Robin, este último con los ojos cerrados, abrazando con fuerza su oso de peluche. Su hermano mayor trataba de calmarlo, pasando sus manos por el cabello de este y tomándole de la mano.
A pesar de lo emocionado que se encontraba Robin al momento de saber que viajaría a Argentina, le tenía pavor a los aviones, siendo que esa era la primera vez que viajaban en uno.
La azafata apareció en el pasillo recordando el modo de utilizar el cinturón de seguridad con la voz del piloto en los altavoces, junto con las medidas de seguridad en caso de cualquier imprevisto o turbulencia durante el vuelo.
Lo último que necesitaba Manuel era que la mujer, al terminar su discurso, viera a su hermanito con simpatía y le regalara una bolsa de plástico, sonriéndole por última vez a Robin antes de marcharse hacia la cabina.
Indignado, el chileno bufó y abrazó a su hermano, antes de voltear a ver a Martín quien vio todo el intercambio y también le dio una mirada de simpatía, luego de darle dos pulgares de ánimo.
De verdad Manuel esperaba no tener un accidente de vómito hasta llegar a suelo argentino.
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Por algún milagro, el vuelo fue de maravilla y pudieron aterrizar sin ninguna novedad por parte de los menores.
Tras recoger sus maletas y bolsos de mano, Martín los dirigió hacia la salida donde los esperaba Sebastián y Daniel, los primos del rubio, junto con el novio del primero.
—¡Luciano, tanto tiempo brazuca de mierda! —exclamó Martín con sorpresa al ver a su amigo.
—¡Martinho! Viniste con la familia completa al parecer —rio Luciano saludando de la mano al chileno y asintiendo a los tres niños.
Al intercambiar las bienvenidas correspondientes, organizaron a los pasajeros de viaje en los dos autos de los primos de Martín, este viajando con Sebastián y Luciano junto a las maletas grandes, y Manuel con los menores en el auto de Daniel.
Media hora más tarde, llegaron a la residencia de la familia Hernández, quien esperó ansioso a su novio para tomarle la mano y presentarlo a sus padres.
Esa era la principal idea del argentino al invitar a Manu y a los peques a su casa de la infancia. Llevaba 3 años conviviendo con los chilenos y, si bien mantenía una relación estable con su novio, al haber sido criado de manera tradicional, sentía que faltaba presentar al castaño con su familia. Era algo que tenía pendiente luego de haber conocido a toda la familia de José Manuel —después de aclarar el tema de la custodia de los enanos— y sabiendo que quería pasar toda su vida formando una familia con los González, no podía hasta haberlos presentado con sus parientes en Argentina.
Y bueno, ahí estaban, a tan solo una puerta de su madre que no veía desde que se fue a Chile 6 años atrás.
—Vamos Manu, de seguro estás nervioso —comentó mientras tiraba de la mano del chileno. Manuel le sonrió a sabiendas que el nervioso era el rubio, pero solo bufó divertido y lo siguió hasta la entrada, viendo de reojo que los tres menores miraban asombrados hasta el césped del jardín delantero, en su inocencia de estar en otro país que no fuera Chile.
Aunque claro, al llegar a la entrada de la casa, en la puerta los esperaba la madre de Martín, con una mirada fría en sus ojos verdes y una mueca de enfado mientras observaba a su hijo y su novio cogidos de la mano.
—Llegas tarde, Martín —comentó con voz ronca sin un atisbo de emoción en su tono—. Toda la familia espera tu regresó y vos te tardás en la única época en que al fin decides visitarnos.
Un escalofrío recorrió por la espalda de Manuel luego de que su "suegra" regresara al interior de la casa. Volteó hacia Martín para preguntarle qué pasaba con la actitud de su madre cuando vio que el rostro de su novio lucía igual o más serio que el de la mujer mayor.
Al parecer esas no serían las fantásticas vacaciones que esperaba para su familia.
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Holas uwu
Primero, "volví" a publicar esto porque ni siquiera entiendo porqué lo dejé en borradores JAJAJAJA.
Como dije anteriormente, regresaré de a poquito y como el último año he ganado más lectores y aficionados a mis fics de las islas chilenas, estaré subiendo nuevas historias y nuevos giros de trama. Y aquí un adelanto de cómo es la relación de la familia de Martín con los chilenos favoritos de todes en el AU!Human.
Eso, espero estén bien uwu
Saludos!
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Familia (dis)funcional [Latin Hetalia|AU!Human]
FanfictionLa familia de Manuel, Martín y los hermanitos del chileno en una colección de drabbles sin sentido. .-.-.-.-.-.-.-. Los personajes de Latin Hetalia no me pertenecen sino a la comunidad de LiveJournal. Tierra del Fuego pertenece a Anniih. Robinson Cr...