Mónica: Cena de lujuria en casa Parte 2

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Los cuatro estábamos en el centro de la sala, haciendo aun lado los sillones y uno que otro mueble pequeño para tener más espacio, cada quien con su pareja bailando, Rodolfo me tomo de la cintura y me dió un tremendo beso en la boca, hasta mi madre se estaba burlando de mí por ello, seguíamos en lo nuestro cada quien disfrutando a su manera el baile, mi madre y su novio igual estaban beso y beso, veía como las manos de Irving masajeaban el culo de mi madre, su cuerpo bastante pegado al de el, seguíamos bailando hasta que voltee al reloj que estaba en la pared frente al comedor, marcaban alrededor de la 1 de la madrugada, le propuse a Rodolfo descansar por un rato y acepto, mi madre y su novio igual lo hicieron y nos pusimos a platicar otro rato haciendo que se nos fueran dos horas más en pura charla.
Mi concha no dejaba de estar mojada y realmente estaba excitada y Rodolfo por igual, todo el tiempo me besaba, me sobaba el culo, por descuidos me tomaba de mis senos sin que nos vieran ellos. En eso mi madre tomo la palabra.

Madre: bueno creo que ya es algo tarde y mejor es irnos a descansar.

Yo: uy ya son las 3, que rápido se fue el tiempo

Madre: bueno Mónica tú decides si duermen juntos o separados.

Irving: fue un gusto estar aquí y divertirnos, pero de mi parte tendré que retirarme.

Irving se despidio de nosotros y de mi madre, por asuntos de trabajo que era imposible quedarse, obviamente íbamos a dormir juntos, estaba ansiosa por ser follada ya, solo era cuestión de esperar. Nosotros nos fuimos al que era mi cuarto y los pocos minutos mi madre me llamo, fui inmediatamente a su cuarto.

Madre: hija, ayúdame a quitarme el vestido.

Yo: si, claro

Madre: se ve que es un buen hombre Rodolfo, a pesar que es algo mayor que tu, te trata bien, me alegra eso cariño.

Yo: si madre, es súper lindo y atento

Madre: ¿y en el sexo?

Yo: mamá, que preguntas si n esas jajaja

Madre: que tiene, no puedo preguntar eso, sabes que yo soy muy libre en eso.

Yo: pues así como lo ves, es muy caliente y follamos como dos veces al día mínimo.

Madre: enserio, órale, tiene mucha pila el hombre.

Al estar quitando el vestido, pude ver su lencería de mi madre que me dejó con una envidia hacia ella, la admiraba como persona y de su físico la envidiaba ( delgada, abdomen plano, piernuda, un culo levantado y redondito, un busto mediano pero que lo sabia lucir de maravilla cuando de escotes y cosas sexys se trataban, melena negra ondulado, una cara fina con ojos verdes, a lo que yo agradezco en haberlo heredado de ella), lucía una tanga blanca sexy de encaje, un Bra del mismo color y estilo, aparte un traía medias que eran sujetadas por un cordel pequeño ajustado en su abdomen, quedé fascinada por su sensualidad, le ayude a quitárselo junto con el vestido, dejándose solamente el Bra y su tanga.

Madre: cuídate Mónica cuando tengas sexo, no creo que estés lista para una responsabilidad, ahorita estás empezando tu carrera, me encantaría tener un nieto o nieta pero primero estan tus estudios y lo que venga después bienvenida, sabes que cuentas conmigo en todo.

Yo: si madre, me cuido bastante, yo igual pienso lo mismo, aún no estoy lista para eso jejej

Total me despedí de ella de beso en la mejilla, salí de su cuarto y me fui al mío, al entrar estaba Rodolfo sentado en la cama, esperandome, me hizo una seña de que me diera vuelta, lo hice, al poco rato se me acercó a mi, Me tomo d ella cintura y me empezó a besar en mi cuello, con su mano hizo un lado mis tirantes del vestido dejandolos a medio brazo, me empezó a besar mi cuello, hombros, con sus manos recorrían mi cuerpo encima del vestido, me estaba perdiendo en su erótico tocar en mi, como el animal acechando a su presa para ser devorada, preparándome a un encuentro más que sexual si no más de tacto y placer mutuo, me iba guiando con sus besos y caricias en lo que hacía, perdida en su trato y siendo la primera vez que un hombre me trataba con esa delicada línea entro lo sexual y lo placentero.

Monica: conociendo los placeresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora