Ya se había hecho una rutina, todos los días a la misma hora, los mismos guardias, todo esto para hablar con la puta Rebeca. No me mal interpreten no es que me caiga mal pero tampoco me cae bien.
Mientras me llevaban a la oficina de Rebeca, estaba hundida en lo mas profundos de mis pensamientos caóticos a la misma vez que pensaba la manera de como quitarme la camisa de fuerza mientras me llevan con Rebeca.
Llegando a la oficina de Rebeca le pido a los guardias que me dejen ir al baño, los guardias me siguen y me aflojan los amarres de las mangas. Al salir del baño uno de los guardias me pregunta.
Guardia, —¿por qué siempre vas al baño cada vez que vas a ver a Rebeca?—
—Siempre me pongo ansiosa en estas charlas— le menciono mientras me pongo a su altura y le sonrió.
Me volvió a colocar bien las mangas y no comento más nada. Me llevaron hacía la oficina de Rebeca. Ya estando allá me siento, Rebeca me señala la silla y yo como niña buena me siento.
Rebeca, —¿puedes seguir Margaret? —
Le interrumpo para continuar con la historia. Hoy me sentía inspirada.
Y ahí estaba yo, indefensa sin poder hacer nada cuando de pronto siento un dolor fuerte en la cabeza producto del puño derecho de mi papá, claro si es que le puedo decir así. Siento otro en el estómago, el golpe me saco todo el aliento, caigo al piso donde me remata con las suelas de sus zapatos.Cuando de repente se abre la puerta, era Jef quien rápidamente se abalanzó sobre mí padre, los dos caen al piso. Y estando allí Jef le da una tremenda golpiza a mi padre, los bastante fuerte como para dejarlo noqueado.
Estaba en el piso retorciéndome del dolor, sin poder decir una solo palabra.
Jef se para y se limpia un poco mientras me pregunta…
Jef, —¿estas bien?—
Yo solo asentí, aún no recuperaba el aliento él extendió su mano, yo la cogí y me levanto.
Jef, —cuando escuché el ruido de una botella rompiéndose vine corriendo—
Aún no decía nada, me limite a mirarlo a él y a sus ojos azul celeste.
Jef, —no es seguro que te quedes aquí y sé que lo que voy a decir te suene descabellado pero ¿quieres vivir en mi apartamento por unos días?—
De inmediato dije que sí, no quería quedarme con él abusivo de mi padre por más tiempo y además está era mi oportunidad.
Estando en el apartamento de Jef me dijo que podía dormir en su cama mientras él dormía en la sala, pero que antes atendería mis heridas. Ya estaba tarde y yo estaba muy cansada, solo hice topar la cama cuando caí profundamente dormida.
Al día siguiente me despierta un aroma exquisito, salgo de la habitación y me encuentro a Jef en la cocina.
Jef, —buenos días dormilona—
—Buenos días Jef— me frotó ambos ojos con ambas manos.
Jef, —anoche te acostaste sin cenar e intuí que tendrías mucha hambre al despertar—
Jef tenía bastante razón, me moría del hambre podría comerme una vaca entera ahora mismo, pero no por eso perdería mis modales.
—Sí tengo un poco de hambre pero esto es demasiado Jef. Huevos fritos, tocinetas, puré de papa y jugo de naranja—
Jef, —solo come y disfruta—
Luego de esas palabras me senté en la mesa, esperando mi desayuno digna de un buffet en un hotel. Pero había un pensamiento que no podía sacar de mi mente, y era el simple hecho de que aún no entendía de que hacía aquí en la casa de alguien que solo conocí ¿a los?... ¿Cuántos años tenía cuando conocí a Jef?, ¿cinco años?. Digamos que fue a los cinco y que después no volví a saber de él. Algo me decía que corriera que este Jef no era el de antes.
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La Vida Retorcida de Margaret
AdventureMargaret tuvo una niñez difícil y por el pasado cometió algunas acciones que la llevaron a un manicomio y Rebeca (su terapeuta o doctora). Rebeca trata de comprenderla. Margaret le hablara de su pasado mientras también cuenta su vida dentro del mani...